
No eres tú, soy yo
Análisis de Wanderstop
Ivy Road combina el burnout de una luchadora legendaria con una relajante tetería para obtener una de las experiencias más potentes del año.
Ivy Road combina el burnout de una luchadora legendaria con una relajante tetería para obtener una de las experiencias más potentes del año.
El estudio gallego Ao Norte ha confeccionado un videojuego con gancho —y con manivela—. Es un juguete a decorar, es un puzle ingenioso, es un gestor de jardinería, pero también es un adictivo bucle aderezado con una pizca de estrategia por turnos.
Un relajante juego en el que limpiar distintas superficies fluviales para eliminar la contaminante huella humana. Un tarea fundamental para realizar con un navío simpaticón.
Una temporada y cuatro personajes después, Marvel Rivals mantiene la frescura y el interés. El piedra, papel, tijera que garantiza el equilibrio queda en manos de quienes disputan cada partida.
Don’t Nod vuelve a brillar con esta historia adolescente noventera. A falta de la Cinta 2, Swann y su grupo de amigas ya se han ganado nuestro corazón.
Pikselnesia ha logrado finalizar este regalo póstumo, igual que Rama busca grabar su primer EP mientras afronta la muerte de su novia y los problemas derivados del duelo.
Goblobin publicó el pasado verano un incremental game estupendo, con la duración justa para que nos dejemos atrapar por su endiablado bucle.
El nuevo modo Kingdoms en Darkest Dungeon II convierte al implacable roguelike de Red Hook en un juego bicéfalo, que busca combinar lo icónico del primer juego con las necesarias mejoras de la segunda entrega.
El corazón amateur e independiente de Team Ladybug late con fuerza en su último juego, un igavania ágil y que condensa en poco tiempo muchas buenas ideas.
La secuela del arrollador debut de Megagon Industries es otro arcade exquisito en el que las diferencias entre los esquís y las bicis son más evidentes cuanto más juegas.