Nintendo desvela los primeros detalles técnicos sobre Switch

Han salido a la luz nuevos detalles técnicos oficiales sobre Nintendo Switch tras su presentación oficial en Tokio.

En la web de Nintendo se dan algunos detalles más o menos superficiales sobre la consola, que se pondrá a la venta el 3 de marzo. Sobre la batería, por ejemplo, se habla de «más de seis horas» de duración; en la presentación se dijo que podría durar entre dos horas y media y seis y media, en función del uso que se le dé. Con el nuevo Zelda, por ejemplo, durará «unas tres horas»; esto quizá nos dé, aunque de forma indirecta, pistas sobre el techo gráfico de Switch.

La consola tiene un almacenamiento interno de 32 GB, ampliable mediante tarjetas microSDXC. Haciendo comparaciones más o menos pertinentes, Mario Kart 8 ocupa 5 GB en Wii U; si tenemos en cuenta que «una porción» de esos 32 GB internos «están reservados para uso del sistema», parece que la tarjeta extra será más o menos necesaria.

Sobre la pantalla, se resuelven la mayoría de dudas que quedaron tras la primera presentación. Es una pantalla táctil capacitiva de 6,2 pulgadas, con una resolución de 1280×720. Esta resolución, la alta definición más humilde, es la que tiene Switch cuando se juega en modo portátil; enchufada a la tele a través del dock (que viene con dos puertos USB 2.0 en el frontal y otro, que se irá, supongo, en el adaptador Ethernet, en la parte trasera), la consola da el fua, el extra y puede llegar hasta 1080p. Ya sabíamos lo del «procesador Tegra personalizado» de NVIDIA que tendrá la consola por dentro.

Joy-Con: los sucesores del Wiimote

Los mandos Joy-Con fueron los protagonistas de la primera mitad del evento. Como sabíamos, son dos mitades que se pueden acoplar a los lados de Switch para usarla como portátil, extraerlos y usarlos divididos para jugar a dos (en la conferencia se refirieron a esto como «sharing the joy»; en español: pasar el porro) o engancharlos en el Joy-Con Grip (en adelante, el cachoplástico) para formar un mando más tradicional. Hoy hemos visto la otra cara de los Joy-Con: la que lo emparenta con el Wiimote.

El control gestual y por movimiento vuelve a ser importante para Nintendo. El juego encargado de demostrar algunas de las posibilidades del Joy-Con es 1, 2, Switch, una colección de «pruebas amenas que invitan a los participantes a dejar el televisor a un lado y jugar mirándose a los ojos». El ejemplo más claro es el minijuego de los vaqueros, en el que hay que desenfundar y disparar con rapidez. La intención parece ser demostrar «las múltiples funciones de Nintendo Switch para divertirse en cualquier momento y lugar».

Hay otras funciones más marcianas, como utilizar la vibración «de alta definición» para dar la sensación de que hay objetos dentro del mando (en la presentación se pusieron como ejemplo varios cubitos de hielo; en ese caso, el Joy-Con sería un vaso, y según explican debería ser posible saber cuántos cubitos hay dentro moviendo el mando) o un sensor IR en uno de los extremos del mando derecho que puede determinar la «forma, movimiento y distancia» de los objetos que tiene delante. Así, por ejemplo, puede determinar la forma de nuestra mano para jugar a piedra, papel o tijera; «esto hará posibles nuevas formas de control únicas», se dijo.

Son la clase de marcianadas que suele tener que explorar en profundidad Nintendo, porque el resto no tiene tiempo para ellas, aunque siempre nos dejan varios ejemplos brillantes que terminan de justificar su existencia.

Más normales son el botón Home, con el que ya estamos familiarizados, o los L y R que hay en la parte de los Joy-Con que queda escondida al usar Switch en modo portátil, y que facilitan el juego a dobles. Con la consola se incluyen unas correas como las del Wiimote, para no lanzar los mandos por los aires, que además añaden dos botones L y R más prominentes. Otra novedad es el botón de captura, que sirve justo para lo que estáis pensando. Aunque de momento estará limitado a imágenes estáticas, en un futuro se espera que añadan la opción de capturar vídeo.

Online de pago y accesorios

Una mala noticia que nos ha llegado desde la conferencia ha sido la del online de pago. Como es ya estándar en consolas, para jugar online será necesario pagar una cuota, que dará acceso también a una app de chat de voz, por ejemplo, y permitirá descarga un juego de NES o SNES cada mes. No me queda claro si solo se puede jugar durante ese mes o si se quedan en la consola al menos hasta que la suscripción termine; en todo caso, es una oferta bastante menos generosa que las de Microsoft o Sony.

Este online de pago no lo será hasta otoño de 2017; en marzo, el servicio se considerará en beta y será gratuito. Un movimiento raro: a ver cuánta gente llega a septiembre sin haberse enterado de que de pronto va a haber que apoquinar para jugar al Splatoon por internet.

Aunque de momento no se han confirmado precios en euros, sí sabemos que Switch costará 299 dólares; es más que probable que también sean 299 los euros que pidan por ella. En la caja se incluyen dos Joy-Con, y aquí viene otro dato polémico: un Joy-Con extra costará 50 dólares, mientras que por el pack de dos piden 80. El mando Pro (con una forma más normal y cruceta, ausente en los Joy-Con) tiene un precio de 70 dólares.

Son precios elevados que despiertan aún más la curiosidad por saber más sobre los materiales usados en la consola: creo que no soy el único que se ha dejado un dinero importante en mandos de PlayStation 4, la pieza de tecnología más delicada que tengo en casa, quizá. A cambio, se ha optado por prescindir del bloqueo por región «en la mayoría de juegos», según explicó Kimishima en la conferencia; no es algo crucial para la mayoría, seguramente, pero es uno de esos detalles que suelen caer bien en un evento de este tipo.