Los inicios de Endflame son, a todas luces, radicalmente opuestos a la imagen que puede ofrecer ahora el estudio español, sobre todo para quien los haya conocido a través de Instants, ya que su ópera prima fue Ikai, un juego de terror. Para su segundo desarrollo buscaron hacer un nuevo juego dentro de este género, pero «no terminó de funcionar». Precisamente el venir de un proyecto fallido fue lo que les llevó a buscar «ideas estimulantes» que pudieran motivar al equipo de cara al siguiente desarrollo; fue ahí cuando a Laura Ripoll se le ocurrió «esta idea de los álbumes de fotos». A todo el equipo le encajó el concepto, les pareció «lo suficientemente novedoso» como para verle futuro y se lanzaron al desarrollo de este juego que, desde el 7 de junio, podemos jugar tanto en PC como en Nintendo Switch.
Puede que Instants fuera un juego desconocido para muchos hasta el pasado Wholesome Direct, evento que contó con varios shadowdrops —más adelante hablaremos sobre la aparición del juego de Endflame en este evento, la utilidad de hacer coincidir el lanzamiento con este directo y otros asuntos relacionados con Wholesome Games— como Camper Van: Make It Home o Squeakross: Home Squeak Home. Puede que os suena por su mención en el último episodio del Podcast Reload. Quizá es la primera vez que escucháis hablar de este juego, en cuyo caso permitidnos empezar por el principio: Instants es un juego cozy en el que distintos miembros de nuestra familia nos encargarán que elaboremos álbumes de fotos. Este proceso nos permitirá recorrer la historia de varias generaciones, con la mezcla bien equilibrada entre los elementos jugables que debemos tener en cuenta para encontrar el orden correcto de las fotografías y el resto de herramientas decorativas y contextuales que potencian la inmersión durante la confección de cada álbum.
Desde Endflame optaron por este cambio de rumbo por dos razones de peso: desarrollar un juego como Instants les iba permitir hacer algo donde las cualidades del equipo brillaran y dedicar su tiempo y esfuerzo a un juego cuya temática resultaba interesante para los cuatro miembros del estudio. La chispa de Instants, la idea sobre la que se construyó el juego, surgió a través de una experiencia personal de Laura Ripoll, quien disfruta de este rato en común, este acto de revisitar, revivir y recorrer la historia familiar a través de los álbumes de fotos. Pese a tratarse de una experiencia que muchos considerarán cercana, bastante habitual, lo cierto es que por mucho que haya muchísimos juegos en los que la fotografía tiene un papel central «no se había trasladado así hasta ahora», a través de la confección de los álbumes como eje central del juego.
De los tres pilares de Instants Laura Ripoll es la responsable del aspecto narrativo. Era plenamente consciente del potencial de este juego para conseguir transmitir bastante a nivel emocional desde el comienzo; según fue avanzando el desarrollo tuvo que pulir lo que entraba o no en la versión definitiva de cara a no alterar el tipo de experiencia que querían conseguir y que lo que sucediera en las fotografías fuera comprensible sin necesidad de texto, pero el impacto emocional siempre estuvo presente. Instants es un juego «bastante autobiográfico», con una serie de «vivencias reales» que se nutren de las experiencias de la propia Laura y de su entorno.

La historia que reflejan las instantáneas de los distintos álbumes de fotos que confeccionamos a petición de nuestros familiares recorre suficientes generaciones como para que podamos crear un vínculo con sus protagonistas: desde cómo surgió el amor en una de las ramas del árbol genealógico hasta cómo celebra la familia al completo el cumpleaños del miembro con más edad, sin dejar de pasar por distintas infancias, adolescencias, mudanzas y viajes. Altamente enternecedor el recorrido que podemos hacer a través de estas recopilaciones fotográficas.
Laura Ripoll se ha valido de esta temática para transmitir «la importancia de las relaciones con tus seres queridos», sin olvidar la importancia que tiene la conservación de la memoria familiar; el hecho de que los álbumes se creen como respuesta a la petición de un familiar es una buena forma de subrayar la intención de la protagonista de conservar el vínculo con el resto, de demostrarles cómo de importantes son para ella «con el gesto de crear el álbum, decorarlo, hacerlo para ellos».
Instants en un juego relajante en el que se ha optado por poner el foco en los aspectos más agradables que puede tener una familia; bienvenido sea lo de crecer en un ambiente así de sano y repleto de amor. Que Endflame no haya incluido conflictos o tiranteces más allá de alguna que otra chiquillada no les impide reflejar una realidad tan natural como importante en términos de representación. No hace falta que el juego lo subraye, de la misma forma que no debería ser necesario siquiera celebrar algo así, pero ante tanto ruido por un mínimo de diversidad en términos de representación sienta muy bien jugar algo que nos lleva desde el modelo de familia más tradicional hasta, un par de generaciones después, una familia multicultural, con progenitores de distintas nacionalidades —y leídos como personas de distinta etnia— y con una pareja formada por dos mujeres al final del tronco familiar.
Según Laura Ripoll el hecho de reflejar este tipo de realidades «sin hacer énfasis» en lo distintas que son al modelo tradicional de familia es una buena forma de lograr que llegue más lo orgánico y natural de una familia así, es un buen modo de «naturalizarlo». Ver la boda de «una pareja lesbiana», cuya madre de una de ellas es de la India y con todo ello «bien integrado en la hstoria» es algo tan cómun que «todos deberían aceptarlo».


Hemos hablado mucho sobre la confección de los álbumes, pero no de cómo es este proceso dentro de Instants. Cada uno de estos encargos viene de la mano de una selección de fotografías desordenada que podremos observar con detalle —además de alguna pista en el mensaje con la petición de nuestro familiar— para encontrar el orden correcto de las fotos. Para que un nivel pueda considerarse como superado es necesario resolver este pequeño puzle y colocar las instantáneas en orden cronológico. Así de simple, así de entretenido.
En líneas generales no resulta complicado acertar con la mayoría de las fotos, sobre todo si prestamos atención a los detalles de las mismas, bien medidos para guiarnos en caso de pérdida, pero sin excederse hasta el punto de arruinar la diversión que supone encontrar la respuesta. Instants ofrece una guía visual muy clara que nos indica cómo de errados estamos en nuestro orden propuesto: a través de un código de tres colores podremos saber si las fotos están en el orden adecuado, si alguna está donde no debe o si el orden está bien, pero hay elementos entre esas dos fotos que por el momento permanecen ausentes. Se trata de una mecánica, al igual que esta guía con los colores de un semáforo, que requirió de «bastante iteración» para pulir su facilidad de comprensión.
«Al principio las fotografías eran más sutiles, pero se modificaron para que se entendiera mejor cada foto, cada acción y cada objeto». Desde Endflame supieron ver que también era mejor idea reducir la cantidad de fotos y, sobre todo, eliminar aquellas «reduntantes o confusas», que hubiera «las mínimas para que se entendiera bien».

Con el tema claro desde el comienzo y la mecánica jugable bien pulida, queda por repasar todo aquello que rodea a la actividad en sí: todos esos elementos que pueden parecer accesorios, pero nada más lejos de la realidad, ya que contribuyen a la inmersión de quien juegue a Instants. Además del propio álbum y las fotos, la presencia de algún que otro plato con comida y bebida, un reproductor de música o nuestro estuche sirve para que la sensación de fisicalidad, de estar en ese escritorio realizando esa actividad, sea más potente.
Estos objetos cotidianos no son un mero adorno, que cada uno de ellos tenga una serie de interacciones es justo lo que podía esperarse que sucediera y lo que muchos descubrirán por pura curiosidad. Laura Ripoll y su equipo buscaban generar «un momento relajante» mientras confeccionamos el álbum a nuestro gusto, ya que por mucho que solo haya un orden para las fotografías las posibilidades de decoración son suficientes como para crear álbumes preciosos. Esta experiencia «relajante y tranquila» es la idónea según Endflame, quienes buscan que Instants sea percibido como un juego al que asomarnos «cuando tengamos un momento» para jugarlo y relajarnos.

Algo que ha descubierto el equipo de Instants durante la fase final del desarrollo es que es un juego que crece al ser compartido. Laura Ripoll señala que quieren que sea una experiencia que compartamos con nuestros seres queridos, dado que «jugar con alguien al lado y comentar las distintas historias» funciona muy bien, permite que «conectemos con experiencias propias» y genera «un diálogo bastante divertido». No son pocos los juegos que posibilitan este tipo de enfoque: una partida cooperativa en la que solo una persona maneja el juego.
Al comienzo mencionamos a Wholesome Games, una organización con la que Instants casa a la perfección. Si bien es cierto que el paraguas de lo wholesome cubre muchas cosas y que definirlo como juegos no violentos no es del todo cierto —hay juegos sin violencia que no son wholesome y hay tantos juegos wholesome de pesca que resulta sencillo desmontar ese argumento—, el juego de Endflame tanto por estética como por propuesta jugable encaja como un guante en esta cajón dentro de lo indie. Es un juego relajante que se anunció en agosto del año pasado durante la Wholesome Games Celebration y que aprovechó el último Wholesome Direct para salir al mercado tras aparecer en dicho evento del Junio Jugón 2025.
Pese a la simbiosis a todas luces beneficiosa para Endflame con Wholesome Games, sobre todo por lo útil que es para juegos como Instants gozar de una plataforma así en la que gran parte de su público objetivo puede descubrir su proyecto, Laura Ripoll se lamenta del contexto tan desafortunado que ha tenido el lanzamiento de su segundo juego: «Coincidió con el lanzamiento de Nintendo Switch 2 y con otros muchos eventos que no ayudaron a la visibilidad del juego, esperábamos mayor repercusión si la fecha hubiera tenido menos noticias […]. No es culpa de Wholesome Games, simplemente el contexto ha sido muy complicado». Es cierto que la inabarcable cantidad de eventos y juegos anunciados durante poco más de un fin de semana —sumado al agujero negro que genera una nueva consola de Nintendo— hace bastante imposible que un juego pequeño destaque; ni siquiera lo tienen fácil los AAA a la hora de captar nuestra atención.
A esta saturación de comienzos de junio hay que sumar otro factor clave más: el Steam Next Fest que comenzó dos días después del Wholesome Direct. Durante la semana posterior al lanzamiento los distintos influencers que podrían haber jugado a Instants tuvieron que elegir entre multitud de opciones, algo que también perjudicó la visibilidad del lanzamiento de su juego. No obstante, tanto Endflame como su agencia están convencidos de la utilidad de trabajar con estos influencers, creadores de contenido o streamers que al jugar en directo a Instants consiguen generar «una experiencia interesante, una dinámica colaborativa» que les gusta mucho a los integrantes del estudio.
El futuro de Endflame, al menos a corto plazo, seguirá ligado a Instants. La intención del estudio, según nos comenta Laura Ripoll, pasa por regresar a algún evento de Wholesome Games cuando tengan algo que anunciar, ya sea contenido nuevo o algún port. Por ahora lo que sí es seguro es que ya han garantizado que su juego se pueda disfrutar en Steam Deck, ampliando así la experiencia portátil que ya ofrece la primera consola híbrida de Nintendo.
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