Sobre Dwarf Fortress: Adventure Mode
La historia interminable
La nueva forma de jugar a Dwarf Fortress llega en una beta con tanto carisma y cariño como tiene el modo clásico, pero a la que falta un toque de aventura.
La nueva forma de jugar a Dwarf Fortress llega en una beta con tanto carisma y cariño como tiene el modo clásico, pero a la que falta un toque de aventura.
La influencia de NieR: Automata, evidente y reconocida, acaba importando lo justo en Stellar Blade —un juego de acción disfrutable, sólido, algo confuso y recargado, y sin mucho poso que dejar.
Uno de los metroidvanias más frescos y disfrutables de los últimos tiempos, desarrollado para Game Boy Advance pero con la misma ambición y alcance que la mayoría de juegos para máquinas actuales.
Con un ritmo glacial, un mundo hostil y una parsimonia admirable, la (fallida) aventura gráfica de Act Normal Games sabe hacerse un hueco en el recuerdo.
A medio camino entre el puzzle y el juego de habilidad, René Rother firma un incómodo viaje en el que una chica se enfrenta a las filas de una secta.
El estudio barcelonés Baby Robot Games debuta con un ambicioso juego de sigilo con grandes ideas y un compromiso férreo con su género.
Una historia de madres, hijas y familias contenida y sensible a la que le falta el filo o la contundencia necesarias para ser memorable.
El estudio cubano Empty Head Games debuta en el videojuego comercial con un plataformas sobre las historias y sus finales, sobre cómo viven y cómo mueren las narraciones y sus protagonistas.
Un run and gun en el que no faltan homenajes y guiños pero que no desaprovecha la oportunidad para construir alrededor de ese subgénero tan puro y cristalino que lleva en el nombre sus dos pilares principales.
Riv Hester firma un plataformas que parte de las mejores influencias, pero que sabe destacar no por lo que coge de otros sino por cómo va más allá de sus referentes.