Hace una semana viajaba en tren rumbo a Barcelona para disfrutar de la primera edición del BCN Game Fest, otrora conocido como Indie Dev Day. En 2023 el evento barcelonés dio el salto de Cotxeres de Sants a La Farga de L’Hospitalet de Llobregat, ampliando notablemente el espacio disponible, la cantidad de puestos presentes y la ambición del proyecto. Dos años después la organización ha ido un paso más allá con este cambio de nombre, que no se limita a ser un rebranding, sino que llega de la mano de una apuesta firme por ser una fecha ineludible en el calendario tanto para estudios como editoras —quienes conforman ese ente invisible e inasible llamado industria— como crítica y público de esta nuestra afición a los videojuegos.
Nuevo nombre, misma sensación
En Anait hemos podido hablar en más de una ocasión con Laura y Daniel, los principales responsables de todos los eventos organizados bajo el sello Indie Dev Day, por lo que sabemos de primera mano que se han vaciado con tal de posibilitar el mejor evento para quienes lo conforman. No obstante, no vamos a negar que el cambio de nombre a BCN Game Fest suscitó ciertas dudas por si esta modificación dejaba al margen a las decenas y decenas de estudios indies que cada otoño acudían a la cita anual barcelonesa. Nada más lejos de la realidad, estos estudios y sus juegos han seguido siendo el principal atractivo de la feria —la ampliación de los espacios destinados a las reuniones profesionales es quizá el gran cambio que hemos podido detectar—. No encontraremos aquí un stand de Nintendo o PlayStation, pero sí de Devolver Digital —presente desde hace años—. Lo indie del Indie Dev Day sigue muy presente en el BCN Game Fest.
Despejada esta preocupación, podemos hablar del exitoso debut del evento al recibir a más de 17.000 visitantes a lo largo de tres días. El viernes 10 de octubre, día destinado a los profesionales y con una entrada más cara, ya estaba el recinto repleto de personas, pero durante el fin de semana la cola para entrar rodeaba el edificio y en muchas ocasiones hubo que esperar cerca de hora y media hasta lograr entrar, tal fue el interés que suscitó el evento. La misma paciencia que hubo que tener para acceder resultó esencial para el desarrollo de la jornada, ya que lo malo de que haya tanta gente es que los stands de los estudios tienen habitualmente uno o dos ordenadores en los que probar su(s) juego(s) y, por tanto, la espera va a ser parte ineludible de la experiencia, al igual que el bullicio; para quien sufra con las aglomeraciones conviene señalar que el espacio en el que se desarrolla el BCN Game Fest permite que incluso una masa tan considerable de visitantes se reparta de tal forma que el agobio pueda diluirse en gran medida.
Como decimos, hubo muchísimos juegos que poder probar, casi dos centenares que podemos encontrar enumerados en esta entrada de DeVuego, además de localizarlos en Steam gracias a esta selección por parte de la propia organización del BCN Game Fest. Entre estos juegos tenemos tanta variedad que podríamos hacer una versión moderna de aquel famoso anuncio de una famosa marca de refrescos: Proyectos internacionales desarrollados en Barcelona como el regreso de Gothic; uno de los juegos españoles más refrescantes de 2026 como Denshattack!, juegos publicados este año, como Panik o Is This Seat Taken?, cuyos puestos recibían a todo visitante nada más cruzar la puerta; Angie Magica, el recién anunciado nuevo juego de Mango Protocol, con uno de los puestos más bonitos de la feria; una zona dedicada a los juegos vistos días antes en el evento Out of Bounds, como los de Maboroshi Artworks y Daloar; una zona dedicada a juegos japoneses donde conocimos el estupendo Five Years Old Memories —ya disponible— y el futuro Wander in Wonder; la original forma de probar Baby Steps y Skate Story que propuso Devolver, además de amenizar la feria con un cordero gigante —¡qué ganas de la expansión de Cult of the Lamb!—; juegos de los que ya hemos hablado en esta web como el siguiente desarrollo de los responsables de Pan y Federico, Gnaughty Gnomes; el nuevo juego de Noname Studios, quienes pasaron por aquí para hablar de Worldless hace dos años; joyas ocultas en forma de aventuras prometedoras como Duskfade; obras de desarrolladores jovencísimos, como el responsable de Cat-Astrophy; proyectos bajo el paraguas de editoras tan interesantes como Critical Reflex, en el caso de Altered Alma; juegos que conocimos por TikTok, como Toymaker, un juego ambientado en los inicios del siglo XX en Salamanca; algunos juegos que ya vimos en la edición de este año de Guadalindie, como Hexistence, Un Sant Jordi de Paper, City of Dolorosa o Hellfire Poncho; Leafblade, lo nuevo de quien fuera director de Moonlighter… y esto es solo la superficie de todo lo que se podía jugar en el evento de este año.

Cómo lo han vivido quienes hacen los videojuegos
Los verdaderos protagonistas del BCN Game Fest, con permiso de organización, público, instituciones, editoras y asociaciones, son los estudios que desarrollan los videojuegos. Con la idea de conocer de primera mano cómo han vivido esta edición de la feria otoñal catalana, hemos hablado con cinco profesionales con un puesto en el evento: Belu, artista en Sand Castles Studio, el estudio responsable de Gnaughty Gnomes; Leyre Granero, lead artist de Uprising Studios, el estudio que está desarrollando Toymaker: Threads of Joy; Minlok, solodev de Hexistence, el juego de Xufa Games; Ángel Beltrán, productor y tech designer de Denshattack!, así como co-fundador de Undercoders y Ariadna Vilasó, productora en Cuelebre Cult, los responsables de City of Dolorosa.
Es imposible no fijarse en el equipo de Sand Castles Studio en un evento. El año pasado en Málaga su puesto con Pan y Federico fue todo un éxito, pero este año tanto Guadalindie como BCN Game Fest han sido invadidos por unos (algo altos) gnomos ataviados con sus mejores sombreros —mucho ojo si acudís a Bilbao en diciembre, quizá os topáis con ellos—. Si veis un colorido y picudo gorro y lo seguís, seguramente terminéis en el stand de este estudio que, como nos comentaron en el Podcast Reload, está desarrollando ahora un multijugador algo más competitivo que la escalada cooperativo de la pareja de pingüinos. En el estudio compartían las dudas respecto a qué supondría el cambio de nombre y formato del evento, aunque una vez terminado están contentos con su desarrollo. Sobre la afluencia de público, Belu nos comentó lo siguiente: «el sábado y domingo notamos un cambio drástico en la cantidad de gente que había, además de lo diversa que era, desde familias hasta estudiantes de intercambio».
Ante tal afluencia de público resulta complejo conseguir feedback de forma directa, pero, como bien señala Belu, sí «es útil la parte de testeo» a la hora de detectar algún que otro aspecto que se les haya podido pasar por alto, además de comprobar de primera mano «las sensaciones del jugador ante determinados aspectos del juego» o descubrir algún travieso bug. En definitiva, son eventos que ayudan «a pulir bien los juegos» y no tanto a aumentar las listas de deseados en Steam, en lo que al público se refiere. BCN Game Fest también es un espacio físico, por obvio que parezca, por lo que permite que los estudios disfruten al rodearse «de desarrolladores con tantísima pasión y cariño por lo que hacen». Como bien remata Belu, lo que se ha construido año a año ha dado lugar a «un espacio sano y enriquecedor dentro de esta industria tan difícil».
Leyre Granero fue una de las trabajadoras de Uprising Studios que estuvo en el puesto de Toymaker, un momento inolvidable ya que fue la primera vez que se pudo jugar «una demo más avanzada» del juego. El equipo estaba interesado en conocer «la reacción del público» para comprobar si «a la gente le parecía tan chulo» como a los propios autores. Por suerte, una vez terminó el evento todo fueron buenas sensaciones, el equipo terminó «muy contento e ilusionado con la recepción» del juego, según nos comenta su artista principal. De las muchísimas personas que pasaron por el stand de Uprising, Leyre quiso destacar a una niña que, además de entender el juego muy rápido, se las apañó para convencer a sus padres y volver con ellos para jugar de nuevo.
Jugar en una feria así de concurrida no es sencillo y propuestas como Toymaker, un juego ideal para un ambiente cozy, pueden verse perjudicadas por ello. En Uprising compartían esta preocupación por el contexto del evento, por si el bullicio enturbiara la experiencia e hiciera que «les jugadores no estuviesen en el mood de parar y jugar a un juego más pausado, que la música no pudiese disfrutarse bien o que la narrativa se perdiese». Pese a eso, y gracias al esfuerzo del equipo para «recrear una atmósfera más tranquila» con distintos elementos que convirtieron el puesto en «un pequeño taller de costura», quienes probaron Toymaker «disfrutaron de la experiencia».
Días antes de acudir al BCN Game Fest irrumpió en mi Tik Tok la cuenta de Xufa Games. El buen hacer de Minlok en términos de comunicación fue suficiente para que continuara viendo sus vídeos y que, llegado el momento, tuviera claro que Hexistence era uno de los juegos que acudirían al evento con una versión de prueba. No es fácil destacar, ni en el amplísimo océano de Tik Tok, ni en una feria con centenares de stands. También hemos podido hablar con Minlok tras su regreso a Valencia, con mucho cansancio encima, pero sobre todo «contentísimo» tras haber logrado «cristalizar» su objetivo con este proyecto: «poner un pie dentro de la escena del videojuego independiente».
Parece evidente, tras escuchar a los desarrolladores, que este tipo de eventos no son tan útiles para conseguir entrar en listas de deseados como lo son los eventos de Steam, de la misma forma que un evento presencial sí que posibilita la obtención de feedback de la forma más directa. En el caso de Hexistence «ha sido muy positivo, sobre todo si lo comparas con anteriores ferias», como la malacitana Guadalindie hace cinco meses. Feedback al margen, en Xufa Games destacan los vínculos personales creados en este BCN Game Fest, «las personas que forman este rincón tan acogedor dentro de la titánica industria del videojuego». Alejarnos de la atomización y ser consciente de que juntos somos más fuertes es un aprendizaje tan valioso como útil, en este sector y en tantos otros.


Están siendo unos meses muy intensos para el equipo de Denshattack! tras su paso por Gamescom y Tokyo Game Show. BCN Game Fest ha sido el tercer evento para el nuevo juego de Undercoders y el equipo está «súper contento», según nos comenta Àngel Beltrán. Su nuevo juego es «con diferencia el que más ha llamado la atención del público», facilitando la labor del equipo a la hora de conseguir que la gente pase por su stand para probarlo. Esta afluencia de jugadores resulta idónea para «coger feedback» y así pulir lo que sea necesario; en el caso de Denshattack! lo que más han modificado tras el paso por eventos presenciales han sido los tutoriales; una parte esencial en un juego «bastante curioso en el que hemos tenido que reinventar varias veces el sistema de control hasta dar con la fórmula que se sintiera más intuitiva».
Además de los comentarios «ultra positivos» del público, Denshattack! recibió el premio del evento a juego con mejor gamefeel, algo que hizo «mucha ilusión» al equipo, sobre todo porque han tenido que «balancear muy bien los estímulos y el reto de cada nivel» en este juego tan rápido. Àngel Beltrán destaca la diferencia del paso del estudio por el evento en relación a años previos, ya que hace dos años pasaron por Indie Dev Day —y otros eventos por «Croacia, Francia, Alemania o Japón»— «en busca de financiación, con la tensión por si se consigue o no». Estar en un stand puede ser «más cansado que ir en busca de financiación», pero eso no les ha impedido «disfrutar un montón por poder hablar por fin» de su nuevo proyecto, al igual que no olvidan lo «tremendamente afortunados» que son dado el «terrible momento» que atravesamos en el sector, nos comentó Àngel al hablar sobre la dificultad de conseguir apoyo económico de las editoras.
City of Dolorosa es otro de esos juegos que también tuvo puesto en la feria de videojuegos independientes del sur, Guadalindie, un evento que les sirvió para atesorar «experiencia explicando el juego y captando a gente interesada», conocimientos realmente útiles de cara a su paso por el BCN Game Fest. El equipo de Cuelebre Cult también estuvo en la edición de 2024 del Indie Dev Day, aunque en aquella ocasión lo hicieron sin stand. Una diferencia significativa que, por suerte, ha derivado en que concluyan el evento «satisfeches por nuestras expectativas, experiencia y circunstancias». Un buen sabor de boca que mejora al comprobar que «pese al cambio de nombre [del evento] la esencia de lo indie se mantiene», según nos ha comentado Ariadna Vilasó.
El stand de City of Dolorosa estuvo «lleno prácticamente todo el tiempo», algo esencial para que el equipo pudiera comprobar «cómo funcionaban mejoras de pulido» que han añadido tras recibir feedback durante estos meses. A una demo «bastante sólida», el equipo de Cuelebre Cult ha podido añadir «una serie de novedades jugables a nivel mecánico» en pos de continuar el proceso previo al lanzamiento. Además de este contacto directo con el público, el equipo tuvo alguna que otra reunión en la zona destinada para las conversaciones con editoras, pero todavía «es pronto para hablar» de cómo se desarrollaron esos encuentros.
Como dato curioso antes de rematar este repaso a la edición de 2025 del BCN Game Fest, también le preguntamos a estos cinco profesionales sobre sus juegos destacados del evento. Belu, y algunos de sus compañeros de estudio, uno de sus favoritos fue Is This Seat Taken?, a cuyos creadores entrevistamos la temporada anterior en el Podcast Reload. Minlok, como es comprensible en un evento de estas características y siendo un estudio tan pequeño, no tuvo tiempo de jugar a «prácticamente nada», sin embargo ha querido aprovechar para acordarse de los puestos más cercanos: Cards & Fables de Dakenite, Falling Stars and Other Celestial Objects de From the Moon y Echoes of Nara de Zenberry Team.
A Àngel Beltrán le gustó mucho Never Together —todavía no está disponible en Steam—, lo nuevo de Noname Studios, «un cooperativo a pantalla partida en el que solo hay un arma y hay que pasársela entre ambos jugadores, un juego muy divertido y muy pulido». Lo nuevo de los creadores de Worldless no es lo único que quiso destacar Beltrán, ya que también disfrutó mucho de Blow Up de Half Sunk Games, «un shooter frenético con un gamefeel bastante chulo», y Duskfade, «una aventura de acción visualmente espectacular con muy buena pinta», obra de Weird Beluga y también presente en la pasada Gamescom. Por último, Ariadna Vilasó quiso destacar «al equipo de Crimson Birds y su Blade And Madness», además de la labor de «Lluc de Rat’s Paradox y su Parasitic Business».

Otros aspectos del evento
Los videojuegos están presentes en todo lo que sucede en el BCN Game Fest. Además de los estudios y las editoras, en la feria también había otras secciones dedicadas a la venta de ediciones físicas de videojuegos, merchandising, numerosos puestos de artistas —algunas de ellas con presencia múltiple por trabajar en algún juego de la feria, como el caso de Nat—, revistas como LOOP y las siempre esenciales asociaciones como FemDevs o MálagaJam. Además, como principal novedad este año, My Famicase Exhibition llegó a Europa por primera vez con decenas de cartuchos tan preciosos como interesantes, entre los que se encontraba el segundo juego ideado por Daruma Studio y Víctor Martínez, Las leyendas del tiempo.
Además de estos puntos de interés fijos y continuados durante todo el fin de semana, en el BCN Game Fest también hubo eventos únicos y fugaces en forma de ponencias, talleres, podcasts en directo —como el que grabamos junto a Marta Trivi, sentimos que la calidad de la grabación no sea la mejor— y otras actividades en los tres espacios dedicados a ello. Una forma muy interesante de terminar de redondear la oferta de una feria que parece ser realmente atractiva para el público, muy útil para los desarrolladores y, esperemos, clave para que el sector del videojuego en España avance hacia una dirección algo menos compleja y complicada para quienes forman parte de él. Ver a gente de CSVI por allí es uno de esos argumentos que ayudan a ser optimista al respecto. Mientras el incierto futuro se vuelve presente, bienvenido sea este espacio en el que podemos reforzar la conexión entre la comunidad del desarrollo independiente, una de esas paradas anuales que tenemos marcada en rojo en el calendario. ¡Nos vemos el año que viene!
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Buena review, eres muy bueno @juan-salas
@ekochill
¡Muchas gracias por leer y comentar! ^^
Hay una errata en el quinto párrafo. Ángel Beltrán es cofundador de Talpa Games, no de Undercoders.
Logré viajar hasta allá con tus palabras
@hbrianl
¡Qué bonito!