El inmovilismo de la soledad

Análisis de The Stillness of the Wind

Análisis de The Stillness of the Wind

Resulta complejo explicar el éxito actual de los simuladores de granja. A un nivel más explícito y superficial es fácil ver que su atractivo se basa en una idealización de la vida en el campo y la autosuficiencia por parte de una generación con deseos de escapar y controlar una existencia llena de inestabilidad y vacíos emocionales. Pero tanto Stardew Valley, como Harvest Moon, Animal Crossing y similares, terminan cayendo presa de las convenciones de la gamificación, y tomando un camino que lleva a la explotación de la tierra y sus recursos sin miramientos y al capitalismo más salvaje. Y eso pasa porque simplifican al máximo lo que supone la vida rural. Los atractivos de una casa más grande y estilosa, la amistad de todos nuestros vecinos o los deseos por modificar el entorno natural, nos llevan a pasar de querer vivir una experiencia liberadora a jugar controlando la barra de dinero hasta conseguir el próximo objetivo. A pasar de una fantasía de escape a una capitalista.

Evidentemente, y por mucho que lleven la etiqueta de «simuladores», este tipo de juegos tienen poco o nada que ver con la vida en el campo o con las dificultades pasadas o actuales para sacar adelante una granja. Como muestra la veterinaria y escritora María Sánchez en su recomendable ensayo Tierra de mujeres, el mundo rural es duro, inhóspito y especialmente complejo para las mujeres. Paradójicamente, el target principal de este tipo de juegos. No obstante, la experiencia de Sánchez se hace reconocible en The Stillness of The Wind, el nuevo juego corto de Fellow Traveller Games (estudio australiano responsable de Orwell y del más que apetecible Neo Cab) que deja a un lado la idealización del mundo rural para hablar de la rutina, la soledad y la nostalgia por un pasado mejor que se ha escapado de nuestras manos.

En The Stillness of the Wind controlamos a Talma, una anciana que sobrevive en una aislada granja de una zona desértica, acompañada de dos cabras y cinco gallinas. Día tras día, podremos controlar la rutina de nuestra protagonista, escogiendo tres acciones que realizar antes de que caiga la noche. Los días son muy cortos y tanto lo que hagamos como lo que dejemos de hacer tendrá serias consecuencias en nuestro futuro inmediato. Si no aramos y plantamos, no tendremos nada con lo que comerciar. Si no compramos heno nuestras cabras no darán leche y eventualmente morirán, y si no producimos queso, no tendremos qué llevarnos a la boca tras un duro día de trabajo. Otras de las opciones disponibles son la recolección (de setas, en un principio), la lectura o la exploración del reducido entorno que compone todo nuestro universo.

Pero la lucha, no por la riqueza o por una vida más confortable, sino por la mera supervivencia, se nutre aquí de una capa narrativa que, en forma de cartas —que podremos recibir puntualmente gracias a la ayuda del mercader— y de recuerdos que se activan al interaccionar con nuestro entorno, dotan al título de un carácter pesimista, nostálgico y absorbente. Talma disfruta de pequeños placeres en su día a día: la lectura de una novela, los paseos por la arena caliente, o algún gesto cariñoso por parte de sus animales. Si hemos comido bien la noche anterior, y no jugamos de forma muy apresurada, podemos escucharla reír. Sin embargo, la anciana está sola. Pese a leer diariamente sobre los nacimientos de sus sobrinonietos, las andanzas de sus hijos o las vivencias de sus hermanos y hermanas, es ella la que cada día se levanta y saca adelante unas tierras condenadas a desaparecer. De manera paradójica, son muchos los familiares que expresan en sus cartas el deseo de escapar a esa parte perdida del mundo mientras que Talma añora los días en los que se agolpaban 16 pares de zapatos en la puerta o los momentos en los que podía a sentarse a mirar el horizonte y charlar con sus hermanos.

Análisis de The Stillness of the Wind

El diseño de arte en el juego se combina a la perfección con la sencillez de sus mecánicas pero, dentro del arte y el diseño, el componente clave que hace que el juego no pase de un simulador de granja a una explotación de la tierra son sus animaciones. Talma es una mujer mayor y el peso de los años y del esfuerzo al que ha sometido su cuerpo se hacen patentes en la lentitud con la que camina o la dificultad con la que labra la tierra y ordeña su ganado. En los movimientos de la mujer hay tanta historia como en un cuadro de texto y son gracias a ellos por lo que es fácil entender a la protagonista y sentirla como un personaje consistente a pesar de su perenne silencio.

The Stillness of the Wind no es un juego para todo el mundo. No es un juego para mí. Su lento comienzo y tono desalentador nos aleja de la alegría y el optimismo natural en muchos simuladores. No obstante, se siente como una experiencia. Sobre las raíces, la familia y, especialmente, sobre la soledad. Sobre el valor de lo que no crece sino que está condenado a desaparecer. Sobre la pérdida y el adiós.

Redactora
  1. Blic

    Muy buen análisis Marta

  2. PetrosP8

    Por lo que hablas de las mecánicas me recuerda al sistema de decisiones de Gods will be watching. Pinta realmente interesante.

  3. Zissou

    Me ha gustado mucho el análisis, lo jugaré seguro. De primeras me ha recordado mucho a Lieve Oma, por aspecto gráfico.

    Lo único que no te compro es lo de Animal Crossing como representación capitalista, ¡si ese juego es pura comunión con la naturaleza y los vecinos!

  4. ekochill

    No soy el perfil para este tipo de juego pero la dirección de arte es realmente curiosa, pinta bonito el jodío.. Gracias por el texto @martatrivi

  5. Aku

    Muchas gracias por el análisis @martatrivi

  6. danibailon

    Vaya, ahora voy a tener que jugarlo, pinta interesante!

    Buen análisis.

  7. nnoitra

    Magnífico texto.

    SOLD.

  8. Jamelín

    Ufff, que raro que tenga tantas ganas de jugar algo que parece tan duro, no soy para nada el tipo de jugador que le gustan los juegos que te hacen sufrir.

    Me ha gustado muchísimo el análisis @martatrivi

  9. el_adri2020

    Muy bonito el texto. Y el juego también tiene pinta de ser una experiencia muy interesante.

  10. Sergeto

    Muy buen texto Marta. Has hecho honor a los sentimientos que intenta presentar el juego. Al menos a mí, después de leer el artículo, me ha dejado ese regusto a nostalgia y reflexión.

  11. KZhar

    Estaba leyendo el texto y me estaban viendo a la cabeza las imágenes de las pequeñas aldeas de mi querida Galicia rural. Me ha dado morriña y tristeza a un tiempo recordar que de lo que no hace tanto tiempo eran tierras de niños asilvestrados y familias luchando contra un clima y un trabajo duro para recibir los frutos de una tierra agradecida solo quedan ya, como último baluarte, esas solitarias viudas, duras como la propia tierra y que se resisten a avandonar la vida que siempre han llevado, concientes de que eso muchas veces supondría su propia muerte.

  12. Rules

    Le tenía el ojo echado desde unas semanas antes de su lanzamiento. Me apetece mucho la temática y el diseño artístico me tiene enamorado. Pero entre que anímicamente ando algo pocho y los análisis no me terminaban de dejar claro si era un experimento fallido (ahora entiendo mejor que no es un juego para todo el mundo), prefería esperar. Estupendo análisis Marta. También recomiendo el análisis de Hugo M. Gris en Nivel Oculto para los que quieran saber más.

  13. robeheart

    enhorabuena por el análisis, @martatrivi

    no creo que lo llegue a jugar… pero en cuanto llegue a casa llamo a mi madre para ver qué tal está

  14. josmig25

    Da la impresión de ser uno de esos juegos casi más interesantes de discutir y comentar que de jugar (nada malo en esto).

  15. Creikord

    Me ha encantado el texto, y el juego a la lista de deseados, aunque eso de tener cierto agobio constante me echa un poco para atrás.

    Un abrazo Marta.

  16. ese_broncas

    @kzhar dijo:
    Estaba leyendo el texto y me estaban viendo a la cabeza las imágenes de las pequeñas aldeas de mi querida Galicia rural. Me ha dado morriña y tristeza a un tiempo recordar que de lo que no hace tanto tiempo eran tierras de niños asilvestrados y familias luchando contra un clima y un trabajo duro para recibir los frutos de una tierra agradecida solo quedan ya, como último baluarte, esas solitarias viudas, duras como la propia tierra y que se resisten a avandonar la vida que siempre han llevado, concientes de que eso muchas veces supondría su propia muerte.

    Y como gallego emigrado solo puedo decir AMEN!!!!

  17. AndresBaez

    Ay, justo lo metí en deseados hace poco. Pues en las siguientes ofertas lo compro para jugarlo con mi compañera, que se está iniciando en los videojuegos a través del indie con mensaje. Un abrazote.

  18. Sento

    Me ha gustado muchísimo tu texto, Marta. Hay algo del juego que me atrae mucho, pero dado el poco tiempo libre que tengo ahora mismo, creo que de me puede hacer bola. Lo guardo para más adelante

  19. Medievil

    @mi_gato_es_developer
    @kzhar

    Yo soy de una aldea de la provincia de Coruña (concretamente de una cercana al pueblo de Carballo), y esto en 15 años el mundo rural ha cambiado totalmente. Mis abuelos de ochenta y largos años, al igual que sus vecinos coetáneos, han dejado ya tiempo atrás la ganadería. Ahora se dedican a plantar para ellos y para la familia, además de tener unas gallinas que dan unos huevos riquísimos. Y todo esto gracias a que mi tío vive con ellos, que sino ya habrían dejado todo esto.
    El mundo rural es muy duro y todo se ve muy bonito desde fuera, pero hay que ser muy valiente (o tener dinero) para seguir dedicándose a ello. Yo soy muy de campo, y siempre que puedo me acerco hasta mi aldea para estar con mi familia, pasear a los perros por el monte o escuchar batallas de mis abuelos. Es un sitio que relaja un montón y ayuda a despejarte del mundo urbano, pero en ningún momento se me pasa por la cabeza dedicarme al campo.
    Y sí, para las mujeres siempre fue mucho más duro que para los hombres. Mi abuela, a diferencia de mi abuelo, tenía que dedicarse a dos cosas: al ganado y a hacer absolutamente todas las tareas del hogar, lo que suponía una diferencia abismal en salud física y mental. Y de esto no hace tantísimo. Por eso, al menos en Galicia, a estas abuelas rurales se las considera de otra pasta y son muy queridas por la sociedad.

  20. KZhar

    @medievil
    Se han ganado sobradamente ese cariño, respeto y agradecimiento, pues al fin y al cabo son la personificación de la propia tierra.

    Decir también que conozco varios casos de gente que, o bien no ha avandonado el rural, o incluso han ido a el huyendo de la ciudad y están encantados de la vida. No es el sueño de libertad del imaginario popular, pero a día de hoy, con los medios que existen tampoco es una horrible pesadilla.

  21. Medievil

    @kzhar
    Desde luego que ser granjero hoy en día no tiene nada que ver con antes. Las nuevas tecnologías han ayudado mucho, pero aún así sigue siendo un mundo bastante duro, tanto por horarios como por trabajo. Respeto total a esa gente.

  22. gonzalo_ht

    Acabo se ver que está en iOS a unos 5€, va a caer prontito.

  23. nelo

    Qué bonito @marta_trivi, me ha parecido un texto muy conmovedor, y aunque me ha dado muchas ganas de jugarlo, también me ha hecho pensar que lo dejo para un momento de mayor tranquilidad emocional xD

  24. Xabivegan

    Dientes largos desde que te escuché en el podcast hablar sobre el jueguico. Me lo pillo fijo.

    Abrazo