El infierno es este vídeo del modo MiEQUIPO de NBA 2K20

Recuerdo con cariño una época en la que los videojuegos deportivos aún parecían tener un futuro brillante por la manera en que simulaban la parte puramente física de sus referentes; cómo el motion capture de los jugadores y los cálculos complejos del comportamiento de los balones en distintas superficies y circunstancias y hasta el sudor que resbalaba por esos cuerpos minuciosamente modelados y animados y empapaba la ropa con un nivel de fidelidad que casi parecía estimular incluso el olfato. Los no pocos avances que se hicieron en esa dirección con el cambio de generación se han visto eclipsados, sin embargo, por el asalto imparable de esas «mecánicas sorpresa» cada vez más cruciales para compañías como Electronic Arts o Take-Two, y progresivamente más peligrosas a medida que la ludopatía gana terreno en la sociedad, tanto por el crecimiento de la presencia de espacios físicos dedicados a las apuestas como por las facilidades que ha traído el salto a lo digital.

Todo esto viene por el reciente tráiler de NBA 2K20 en el que se muestran las novedades del modo MiEQUIPO, algo así como FIFA Ultimate Team de 2K. Lo podéis ver sobre estas líneas. La cosa va de coleccionar cartas o cromos con la imagen y atributos de jugadores famosos de la NBA; en el tráiler, y de una manera absolutamente perversa, se hace énfasis en la emoción que viven los youtubers CashNasty y Kris London no jugando al simulador de baloncesto que, al final, es NBA 2K20, sino dándole a las tragaperras y abriendo sobres de cartas.

El estilo del anuncio remite a los vídeos y directos en los que creadores de contenido como CashNasty y Kris London gastan sumas de dinero cada vez más exageradas en cajas de loot para documentar lo que consiguen en ellas, a menudo reaccionando con grandes aspavientos ante las recompensas. La idea es, obviamente, que los espectadores (a menudo cientos de miles de personas) de estos youtubers imiten el gasto hasta poder imitar también el aspaviento, cuando muchos sobres más tarde quizá consigan algo de valor.

Esta realidad, que hasta ahora tenía que ser explicada o de la que era necesario convencer a quienes no ven (o no veían) problema alguno en las cajas de loot, se vuelve explícita en este vídeo. No es mi intención ser un mojigato, como se suele decir, pero creo que si hubiera visto este vídeo hace uno o dos años, cuando el debate sobre si las cajas de loot y los no pocos mecanismos que promueven el juego compulsivo estaba mucho más candente, no me lo habría creído. Por momentos parece una parodia: mientras los sobres de cartas y sus contenidos vuelan con esa espectacularidad tan calculada para estimular las partes correctas del cerebro, los youtubers juegan a tragaperras, pachinkos y ruletas de la suerte, literalmente juegos de azar extraídos de casinos y casas de apuestas, reaccionando con gran entusiasmo a sus victorias, convenientemente destacadas en los momentos clave del vídeo. Todo esto poco después de que un vistoso cartel de PEGI, el organismo de clasificación por edades europeo, indique que el juego es apto para mayores de tres años.

Imagino que esto hace más difícil no ver todo este tinglado como un juego de azar, como decía con gran arrogancia el presidente de Take-Two en 2017. Casi parece que fuera cuestión de tiempo que una de estas compañías diera este paso, y me temo que ya no hay marcha atrás: si se producen este tipo de anuncios, y no es la primera vez que deporte, famosos y apuestas se dan la mano, es porque saben que hay no solo un público que los va a recibir bien, que ya consume este tipo de contenidos y que, independientemente de su situación, acepta de manera intuitiva la relación entre estos sobres de cartas y los juegos de casino, sino también otro, cada vez más joven, que puede ser seducido si se pulsan los botones adecuados, sea un youtuber flipándolo con tal cromo o Mourihno petándolo fuerte en el póker desde su ático en un rascacielos. 

Y por cierto, ni es solo un peligro solo para los niños, que son tontos, ni solo para los tontos, que son manipulables: nos dice algo sobre la sociedad en la que vivimos, cómo percibimos la felicidad y qué papel cumplen los videojuegos en todo esto, y en mi opinión la estampa no es muy bonita.