La Epic Store implementa su nueva política de reembolsos, similar a la de Steam

La tienda digital con la que Epic Store se está convirtiendo en la primera amenaza seria para Steam desde su lanzamiento hace ya una década y media sigue mejorando a toda velocidad, ya no solo con acuerdos y fichajes de relumbrón como el pacto con Ubisoft para quitarle The Division 2 a Valve, sino también con medidas estructurales de cara a la protección de derechos del consumidor. El pasado fin de semana la Epic Store anuncio su política de devoluciones con reembolso, que será esencialmente la misma que tiene Steam actualmente: dos semanas desde la compra y antes de consumir dos horas de juego, en ambos casos sin tener que dar explicaciones. Hay que recordar que Valve no ponía tan fácil este tipo de reclamaciones hasta hace relativamente poco: fue en 2015 cuando acabó implementando la actual política después de que Steam quedase fuera de la legislación de consumo de la Unión Europea. Entre el cambio y la aplicación práctica de ese cambio tuvieron que pasar tres meses, pero finalmente Valve estableció las reglas que sigue utilizando a día de hoy y que Epic ha tomado como referencia. Por el momento la solución que Epic Store ofrece es manual, contactando con empleados de la plataforma que comprueban la situación, validan la petición y tramitan la solicitud de reembolso, pero según Sergei Galyonkin, que trabaja para la tienda (sí, sí: el creador de SteamSpy trabaja en su mayor rival, porque la vida puede ser maravillosa), ha comentado en Twitter que están trabajando ya en un método automatizado. Esta actualización viene a reflejar además una de las grandes armas que utiliza y seguirá utilizando Epic a la hora de robarle una porción del pastel a Valve: han estado quince años viendo cómo trabajaba su ahora rival, así que el camino está abierto y no van a dudar en aprovechar el rebufo de una trayectoria larga y trabajada. La gran ventaja de la Epic Store es, esencialmente, que solo necesita hacer lo mismo pero un poco mejor.