Diario de un NPC

La bisexualidad como romanceo 

Elena Crimental explora los estereotipos asociados a la representación bisexual, deteniéndose en la invisibilización, la bisexualidad por defecto y la promiscuidad.

Por mucho que a algunos les suene a nuevo, la bisexualidad es tan antigua como el resto de orientaciones, solo que tiene el problema de arrastrar desde el inicio prejuicios como que se trata de una fase o que se da exclusivamente en personas viciosas, estereotipos que la ficción se ha encargado de perpetuar. En especial, los videojuegos abusan de ellos, aunque sea de manera inconsciente, pues esta inclinación romántica y/o sexual hacia cualquier género suele quedar relegada a historias con un factor de romance, en las que puedes elegir una ruta para acabar con según qué personaje. Es decir, que está supeditada a la narrativa emergente y, como consecuencia, parece más una posibilidad que una opción válida.

Por eso, antes de hablar de cómo aparecen representados los personajes bisexuales en el medio, es interesante hacer un breve repaso a los juegos con romanceo, que son los que más han dado pie a esta inclusión… aunque sea por accidente. El primero de ellos en ofrecer la oportunidad de casarte con un personaje de tu mismo género fue Fallout 2 en 1998, aunque por un lado hay quien discute que su intención era sobre todo humorística o buscaba ser polémica y, por otro, quienes destacan que quizá no causó tanto revuelo en la época porque la mayoría de personajes romanceables se dedicaban a la prostitución y, por tanto, estas relaciones parecían contar menos. Precisamente unos años antes, en 1992, el juego Ultima VII ya incluía la posibilidad de acostarte con trabajadores sexuales, aunque fuera evidente que no se sienten atraídos por tu género. Es lo que sucede con Andreas, el autoproclamado príncipe de los gitanos, que si el jugador es hombre afirma que normalmente no mantendría relaciones con él, pero que en esta ocasión lo hará por dinero. Así es como la posible representación queer queda reducida a interacciones sexuales, dejando la identidad de lado y convirtiendo la atracción hacia ambos géneros en una cuestión de “bisexualidad por defecto” por pura jugabilidad.

El término por defecto no solo implica que esta no sea su verdadera orientación. Lo uso con un doble sentido precisamente porque en algunos conocidos juegos la diversidad ha surgido de manera fortuita. Es curioso que la opción de mantener un romance LGTB+, una seña de identidad de Los Sims, naciera como un error. Precisamente el archiconocido simulador de vida incluyó las relaciones entre personajes del mismo género de forma accidental, aunque luego gracias al programador Patrick J. Barret —que no cuestionó los documentos desfasados que le entregaron y programó la red de interacciones sociales que permitía el romance homosexual— se optó por convertir este mal cálculo de implementación en una característica más. Para ilustrar con otro caso, Axton en Borderlands 2 es un NPC que, debido a un error de programación, flirteaba con el protagonista independientemente de su género. Afortunadamente, en lugar de reparar este “bug”, los programadores prefirieron dejarlo y, en las expansiones del juego, darle líneas de diálogo que confirmaran su bisexualidad, aunque mostrara una predilección por las mujeres. 

Por mucho que sea una casualidad, estas dos anécdotas demuestran que todo lo que se salga de la heteronorma es considerado extraño y anómalo. Además, a veces encajan en el estereotipo But Not Too Bi, que se produce cuando hay insinuaciones o comentarios acerca de esta bisexualidad, pero luego nunca se muestra al personaje teniendo relaciones sentimentales o sexuales con alguien de su mismo género. Por ejemplo, en The Walking Dead: A New Frontier el protagonista Javier García es bisexual, aunque —atención, vienen spoilers—su relación con Jesús se despacha en unas pocas líneas de diálogo, mientras que el desarrollo de su vínculo con Kate es parte esencial de la narrativa.

En cuanto al tipo de videojuego en el que son más frecuentes los romances queer, sería el género de los RPG, con Star Ocean: The Second Story siendo uno de los pioneros en ofrecer que el o la protagonista pudiese tener citas con personajes de su mismo género. Aunque, por supuesto, son las grandes sagas de BioWare las que más destacan en este sentido, ya que Mass Effect y Dragon Age llevan años permitiendo desarrollar vínculos sexoafectivos con personas de diferentes géneros. De esta manera, los videojuegos con un componente de romance son de los pocos en los que encontramos personajes jugables abiertamente LGTB+. Entonces… ¿tu protagonista es siempre bisexual cuando el juego te ofrece estas opciones? No, salvo que tú lo seas y/o lo juegues así, pues como hemos comentado en otras ocasiones, se trata de un lienzo en blanco en el que proyectar nuestra psique. Y, ¿qué pasa con estos NPCs? ¿Lo son? Depende de cómo hayan sido escritos, pero por desgracia en muchas ocasiones esta orientación se escoge simplemente para que puedan estar disponibles para el avatar del jugador, independientemente del género que este escoja, como ocurre con prácticamente todos los secundarios de Dragon Age II o en el caso de la arqueóloga alienígena Liara T’Soni en la trilogía Mass Effect, cuya especie no distingue entre géneros simplemente para poder estar románticamente disponible para el usuario en todo momento.

A su vez es interesante analizar más a fondo cómo se da la representación en algunos de los casos mencionados. Por ejemplo, en Mass Effect 3 los personajes femeninos tienen un 60% más de posibilidades de tener opciones de romances con otras mujeres, mientras que el porcentaje en los masculinos es de tan solo un 25%. De nuevo, el trato de las lesbianas como objetos de consumo tiene la culpa de esta notable diferencia. La saga Persona sigue esta tendencia, pues el protagonista siempre es un hombre y el único otro varón romanceable es Jun —quién a su vez es uno de los pocos personajes canónicamente homosexual de la franquicia—, que aparece en la segunda entrega. Este avance pareció estancarse con el tiempo, pues Persona 4 peca de queerbaiting a la hora de tratar a Kanji —cuya subtrama versa precisamente sobre aceptarse a sí mismo y sobre cómo le afectan los comentarios homófobos que recibe, de manera que está claramente codificado como LGTB+— y Persona 5 protagonizó una polémica al contar con dos adultos gays que acosan a Ryuji y que incluso amenazan con secuestrarlo en lo que, efectivamente, es otra clara muestra del cliché de homosexual depravado. Ante las críticas de los jugadores, esta escena fue modificada en Royal —para su lanzamiento occidental, no así en Japón— solo para cambiar el diálogo y que los hombres pasaran a asegurar que querían llevarse al chico para que fuese drag queen. En fin.

En la adaptación al anime, la polémica escena sigue presente

Al igual que el resto de orientaciones queer, la bisexualidad está bastante invisibilizada en el medio. En la mayoría de los casos, cuando aparece es simplemente para que el jugador tenga más alternativas, mientras que en otras ocasiones lo hace camuflada una vez más en una ambigüedad diseñada para no incomodar a los intolerantes de siempre. Esto lleva a que Jacob Fryre, el protagonista de Assassins: Syndicate, sea canónicamente bisexual según Ubisoft, aunque luego en el juego —más allá de pequeños diálogos e insinuaciones— la única escena es la que se intuye es un beso con el líder de la banda rival, que inicia el otro hombre y que —¡spoiler!—, se produce en su  lecho de muerte. Porque ya sabemos que los romances LGTB+ solo pueden acabar de tragedia. Además de esto, el hecho de que el asesino victoriano tenga una nieta ha llevado a especular bastante a determinados jugadores sobre su verdadera orientación… como si el hecho de casarse con una mujer invalidara su bisexualidad. Afortunadamente, en entregas más recientes como Assassin ‘s Creed Odyssey el usuario tenía total libertad a la hora de elegir con quién mantener relaciones de forma mucho más explícita. Por poner otro ejemplo, en Fire Emblem Fates, la controvertida Soleil es mostrada teniendo interés en otras chicas (sobre todo en la versión japonesa del juego), aunque luego las mecánicas solo permiten que tenga romances con personajes masculinos, lo mismo que ocurre de forma más sutil con el personaje de Tharja. En muchas ocasiones, este ambigüedad bi es mostrada a través de personajes descarados, que parecen flirtear con todo el mundo, aunque nunca quede del todo claro si lo hacen simplemente por molestar y reírse de los demás, o si van en serio, ya que nunca se muestra explícito en pantalla. 

Esto nos lleva al siguiente punto porque, siguiendo con los clichés, uno de los estereotipos más extendidos en el entorno online y offline sobre la bisexualidad tiene que ver con la promiscuidad y el asociar la posibilidad de verse atraído por cualquier género a la obligatoriedad de sentirlo por toda persona. O lo que es lo mismo, la idea de que los bisexuales atacan a cualquier cosa que se mueva, lo que da lugar a personajes ligones que han dejado un catálogo de romances a sus espaldas. En Borderlands, Mad Moxxi habla sin tapujos de sus ligues con hombres y mujeres, haciendo alusión a que su lista de conquistas es muy extensa. En Tales of Vesperia Raven intenta ligar con todo el mundo, con independencia del género… y edad. E incluso en el juego de lucha Super Street Fighter IV, Juri Han se dedica a molestar a sus adversarios con comentarios de tinte sexual.

Una variante es que esta promiscuidad vaya asociada a cierta perversión y, por tanto, a los roles de villanos. Es lo que encarna Trevor Philips de Grand Theft Auto V, un hombre malhumorado e inestable que se acuesta con mujeres, hombres y un osito de peluche, perpetuando el cliché de que los bisexuales se acostarían con cualquiera. Otro sociópata que incomoda con su sexualidad al jugador es Reaver de Fable II y Fable III, que incluso le intenta chantajear para que participe en una orgía. En Metal Gear Solid 3: Snake Eater tenemos al Coronel Volgin, un sádico capaz de traicionar a sus aliados del cual se dice que “tiene un gusto amplio”, una alusión a su orientación, que se evidencia en que mantiene una relación con su subordinado Raikov y en que se intuye que viola a una mujer. Otro caso destacado de la franquicia es el de Vamp, el villano de las entregas dos y cuatro, del que en Sons of Liberty se dice que es a la vez el amante de un Comandante y de la hija de este. Y, como ejemplo extremo de depredadora, Morinth de Mass Effect 2 se dedica a asesinar a víctimas de cualquier género mientras mantiene relaciones con ellas. Por su parte, Niles de Fire Emblem Fates —el primer juego de la franquicia en permitir desarrollar relaciones homosexuales— no es un villano per se, pues dependerá de la ruta elegida, pero es otro hombre despiadado, que disfruta del sufrimiento ajeno y que puede casarse con el protagonista sin importar su género. Mientras, en Ultima VII Part II: Serpent Isle, la maga Fridigazzi intenta seducir siempre al jugador, e incluso llega a utilizar hechizos para desnudarle si el personaje rechaza sus avances. 

Los personajes bi tampoco se libran de ofrecer una imagen nociva o errónea, acrecentada por los debates entre usuarios, que en ocasiones los consideramos heteros u homosexuales en función de las decisiones que hayamos tomado nosotros en la partida, cayendo en la trampa de pasar por alto el resto de alusiones que se han ido dejando a lo largo del juego. Buenos ejemplos de estos son los protagonistas de algunas sagas mencionadas, las adolescentes de Life is Strange o Hana en Fear Effect 2: Retro Helix, lo que demuestra de nuevo que las mujeres tienden a ser mostradas como bisexuales de manera más explícita. Con este repaso a los estereotipos, cerramos el análisis de la representación de la orientación sexual en los videojuegos (aunque no la sección Realidades silenciadas, pues todavía nos queda hablar de identidad y expresión de género), habiendo dejado claro que todavía es escasa y, encima, sigue repleta de clichés nocivos que perpetúan imágenes negativas del colectivo LGTB+. 

Es significativo que, de los más de 1.500 títulos con personajes queer de algún tipo, casi dos tercios hayan sido publicados a partir de 2014. Sin duda esto indica que algo parece estar cambiando, sobre todo porque cada vez más encontramos estos personajes como jugables en lugar de como NPCs. Pero no es suficiente. Por eso insisto en que es más importante la calidad de sus apariciones que la cantidad, para lo cual es necesario informarse y evitar que toda su identidad gire en torno a su orientación sexual, o que esta sea un motivo para convertirlos en villanos, pervertidos o pobres almas en pena que han perdido al amor de su vida. Si la heterosexualidad no necesita justificación, la homo y bisexualidad tampoco, igual que estos personajes no necesitan un motivo para existir, y menos que este sea el de perpetuar roles nocivos.

Colaboradora

Periodista cultural y guionista peleona en busca de su propia narrativa. En «Diario de un NPC» explorará cómo se crean las historias en videojuegos y por qué funcionan las escenas que nos emocionan.

  1. Hechss

    ¡Tremendo texto! Y ojalá te oigan. No se trata de meter el tema con calzador (coff, cof Netflix), sino de que cuando se trate, se aborde de una forma correcta, que no se despache en 2 líneas de diálogo y que no fomente el estereotipo bi=vicioso.

  2. codenar

    @martatrivi Creo que ha habido algún tipo de fallo que hace salgas tú de autora del texto en vez de Elena.

    1. Marta Trivi

      @codenar
      Mierda! Ya habéis descubierto quién pone los artículos en la web!

      Gracias por avisar. Ya está cambiado!

  3. landman

    Creo que la «invisibilización» no es mala de por sí si el juego muestra una sociedad que se la soplan nuestros estereotipos, en Fable no canta que Reaver sea bisexual (que también es zoofílico y no me extrañaría que necrofílico) cuando un gran porcentaje de la población lo ha sido durante siglos.

    También creo que pillar a «las» Asari como bisexuales es un poco así así, no es que sean bisexuales, es que su biología les permite tener un hijo con un árbol pensante si se pueden conectar mentalmente a este, y la hija heredará rasgos del padre, sea de la especie o que sea, el género ni entra en la fórmula.

    Por lo mismo acusar de Morith de asesina «bisexual» que mata en actos sexuales… bueno, es que es una mutante Asari que durante el acto de procrear absorbe el 100% de la vitalidad del «padre», eso le otorga un poder extraordinario, la mutación es bien conocida por la tradición Asari de ahí a que haya un clan de asesinas especializadas en cazarlas si estas no deciden pasar el resto de su vida reclusas sin hacer daño a nadie.

    En fin que a mi me parece bien ver sociedades ficticias donde «nuestras» tradiciones no son la norma, y es una forma de normalizarlo todo sin que nos parezca anormal.

  4. robertosf92

    Cuando pincho en el primer enlace, me manda a un google docs con el texto publicado, entiendo que es un error, por lo que veo, del propio documento original, que enlaza consigo mismo @martatrivi

    Editado por última vez 9 septiembre 2020 | 11:41
    1. Marta Trivi

      @robertosf92
      Lo he eliminado. Lo actualizo cuando Elena me confirme cuál es el link correcto (probablemente haya copiado mal al pasar el artículo del borrador a la versión definitiva y no nos hemos dado cuenta)

  5. Yussuf Jones

    Justo a partir del confinamiento me puse a jugar los Trails in the Sky y Olivier es totalmente ese tipo de personaje bi que le tira ficha a todo lo que se mueve aunque sea solo para incomodar a la peña…

    No sé, en cierta parte es mi personaje favorito de la saga (ahora me he puesto con la segunda subsaga, las de Zero no Kiseki y si no me equivoco tiene que hacer aparición por aquí también) pero también me jode que tenga que ser tan tópico en ese aspecto. Tiene cierto sentido en su evolución como personaje y su actitud bohemia respecto a la vida pero no puedo negar que varias escenas me chirriaron tanto por su comportamiento como por las reacciones de el resto de personajes, por suerte al final le hacen justicia y lo ponen como es, uno de los personajes más inteligentes y con mejor fondo.

    Sinceramente, a estas alturas casi prefiero que simplemente me dejen escoger con quién me quiero liar si el juego tiene romanceo de ese a que intenten dar representación explícita de la bisexualidad porque suelen hacerlo fatal.

    Por otro lado me pregunto ¿Tiene sentido exigir que se retrate a un personaje bi liandose explícitamente tanto con hombres y mujeres cuando llevamos tiempo reivindicando que uno no deja de serlo por tener mayoritariamente relaciones con personas del género opuesto?¿Cuantas mujeres que se sienten bi no han tenido prácticamente relaciones con otras mujeres?¿Tengo que justificar mi bisexualidad cuando solo me he liado con tios de forma esporádica? Es un terreno resbaladizo…

  6. Autarca

    «la idea de que los bisexuales atacan a cualquier cosa que se mueva»

    Hablamos de videojuegos, lo de «atacar a cualquier cosa que se mueva» es seña de identidad del medio desde antes incluso del Space Invaders.

    Bromas aparte, hay una cosa que me chirría. El color de la piel no hace a nadie bueno ni malo, las preferencias sexuales tampoco (mientras sean entre adultos y consentidas) tampoco su origen, su volumen de ingresos, su edad, etc…

    Si solo podemos representar a villanos blancos heteros estaremos no solo cayendo en un grave caso de racismo, si no haciendo a al resto de las especie humana uno de los mayores desprecios que se pueden hacer. El villano a menudo es el personaje mas cool de la película.

    Editado por última vez 9 septiembre 2020 | 15:13
  7. AMaldito

    Las referencias a Mass Effect y especialmente a Morinth yo lo veo casi al revés.

    Este personaje no es una asesino por ser bisexual (o sexualmente ultracompatible). La bisexualidad no es el factor que la define (ya que es una factor común de su raza, compartida por muchos otros ejemplos «positivos»). Lo que lo caracteriza es su faceta de asesina, el contexto de la misma y, sobre todo, su personalidad. Y esto es aplicable al muchos los personajes Asari con los que nos cruzamos.

    Al final es lo que se pide en la conclusión del texto ¿no? más personajes con personalidad y presencia propia, sin que esto dependa directamente de la orientación sexual.

    De hecho, en toda la saga Mass Effect se hace mucho hincapié en como las Asari son muchas veces repudiados socialmente: reducidos a instrumentos sexuales muchas veces o criticados por supuestas promiscuidades. Algo que es claramente una critica a los prejuicios.

  8. fonte

    Estupendo artículo que da para reflexionar.

    Sólo quería aclarar a @martatrivi (por si quiere consultar con la autora antes de corregirlo), que Axton en Borderlands 2 es un personaje jugable, no un NPC.

    Voy a seguir de cerca el resto de artículos de Realidades Silenciadas.

  9. Sams

    Todavía queda mucho por recorrer en la representación LGTB+ y desgraciadamente veo que la bisexualidad le queda mucho camino, precisamente por lo utilitario de su planteamiento que se comenta en el texto. Y ojo que lo entiendo, es la opción fácil para guionistas y desarrolladores pero… Creo que es el momento de avanzar y empezar a representarla como una sexualidad real y no como una opción.