Nuevos caminos

Podcast Reload: S15E28 – Stellar Blade, Open Roads, Ereban: Shadow Legacy

Seguimos hablando sobre los rumbos y los tumbos de la industria de los jueguicos, después de la entrevista de Phil Spencer a Polygon (¿La Epic Games Store en Xbox? ¿Al final va a ser verdad lo de la portátil?) y también después de haber visto el informe de Newzoo en el que se destacan las muchas, muchísimas que en 2023 dedicamos a juegos publicados varios años atrás.

Toca hablar, además, de la demo de Stellar Blade —más de la frontera entre el hack’n slash y el soulslike que de los muslos de Eve— y de Open Roads, el juego publicado por Annapurna Interactive que empezó siendo de Fullbright y ha acabado lejos, por desgracia, de importarnos como nos importó en su momento Gone Home.

¡Ah, y la entrevista! Esta semana charlamos con Baby Robot Games sobre su inminente Ereban: Shadow Legacy.

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ÍNDICE:

00:00:00 – Introducción
00:03:20 – La resaca de la GDC y las dudas de la industria
00:41:50 – Ahora sí, ya está disponible la demo de Stellar Blade
01:04:35 – Entrevista: Baby Robot Games y su Ereban: Shadow Legacy
01:51:00 – ¡Juegos!
01:51:25 – Un poquillo de Balatro para calentar
02:06:35- Open Roads
02:42:10 – Picadito (Minishoot’ Adventures, Felvidek, Tekken 8)
03:15:40 – Fe de erratas y despedida
03:24:50 – Prórroga

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Colaborador
  1. Juan Salas

    Siempre es un placer escuchar a Marta. Fue un gusto aún mayor compartir análisis.

  2. matraka14

    Ahora que caigo, mi ex profe de programación publicó un juego de tenis para la playdate.

  3. Majin

    Interesante debate del combate del stellar. Yo lo sentí más sekiro-souls que hack’n slash, entre otras cosas por la poca relevancia del salto (como mero instrumento de evasión ante ciertos ataques y por el nulo combate aéreo que eso conlleva), por la pesadez de la prota y por el acercamiento al enemigo, que es normalmente el que lleva la iniciativa y nos invita a un juego algo más de espera-esquive-contraataque.

    Son conclusiones un poco limitadas por comparación con los hack’n slash más populares, de la escuela DMC, eso sí.