Robin Arnott es el diseñador de sonido de Antichamber, además del creador de Deep Sea, un terrorífico juego que usaba como peculiar periférico una suerte de máscara de gas, con intención de crear una experiencia lo más terrorífica y opresiva posible. Su siguiente proyecto es SoundSelf, un juego de exploración vocal que parece también bastante intenso.
En SoundSelf usamos nuestra voz para controlar el flujo de imágenes en pantalla, que van modificándose a medida que cambiamos el tono o incluso la cantidad de voces que recibe el juego. La idea es explorar un mundo que no viene predefinido, sino que está formado por «imágenes que parecen emerger directamente de tu cuerpo»: es un juego tan experimental como se puede ser, claro, «un experimento fascinante que intenta crear una experiencia de juego no intelectual, sino física», como dicen en Gamasutra.
Cada partida dura «una intensa hora» que hace que el juego vaya evolucionando y ampliándose, porque hay tantas posibilidades de juego como voces que pueden generar las imágenes abstractas en que se basa SoundSelf. «El mayor riesgo es también la mayor recompensa: que SoundSelf te sorprenda», dice su creador.
Todo esto lo dice en la página de Kickstarter en la que está llevando a cabo una campaña para recaudar los algo menos de 30.000 dólares que necesita para lanzar a tiempo la versión completa del prototipo que ya ha ido enseñando a algunos usuarios y prensa; faltan 6 días y lleva casi 20.000, así que no va del todo mal. A ver si un último empujón le consigue el dinero que falta, porque el proyecto pinta muy interesante.
Se puede probar el prototipo para Windows aquí (enlace alternativo aquí), aunque, avisa Arnott, es sólo una muestra con interacciones limitadas, aunque sirve para ver el tipo de trance hipnótico que pretende inducir SoundSelf.
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Muy curioso, casi tanto como el buen gusto del diseñador para escoger tintes de pelo…
Que lo venda como visualizador de WMP