Avance de Teenage Mutant Ninja Turtles: Desde las sombras

No sé si es la manera más encomiable de afrontar el regreso de una serie, pero fijarse en el Teenage Mutant Ninja Turtles de Konami como inspiración es un primer buen paso. Este nuevo juego de las Tortugas Ninja que lanzará Activision, Teenage Mutant Ninja Turtles: Desde las sombras, comparte filosofía arcade e intención de ser una experiencia compartida; cierto tipo de juegos agradecen la opción de zurrar a los malos con los colegas, y recuerda a la época en que las Tortugas Ninja eran lo más: poco más necesitan Red Fly, encargados del desarrollo, para conseguir que prestemos atención a su juego.

Aunque la build que pudimos ver no estaba en un estado demasiado avanzado (motivo por el cual no pudimos jugar: todavía le quedaban una serie de bugs inevitables que hicieron que la partida que vimos tuviera que ser reiniciada por no haber seguido exactamente los pasos de eficacia probada) la cosa no pintaba nada mal. Estamos ante un beat ‘em up que sólo quiere complicarse lo mínimo: la base de todo, la chicha, está en calentar a los malos, y ahí es donde parecen estar centrados los esfuerzos de Red Fly.

El dojo, un modo de entrenamiento al que accedemos a través del centro de operaciones de las Tortugas que sirve de menú con el que explorar los contenidos del juego (y que incluye una máquina recreativa con un remake del de Konami del 89, rehecho con la tecnología Desde las sombras), sirve para hacerse una idea de este énfasis en las palizas. Cada Tortuga tiene cierto set de características que hace que elegir a una u otra tenga sentido, en función de cuál se adapte mejor a nuestras preferencias: de si queremos más agilidad pero menos fuerza, o una distancia de ataque más grande, o mayor resistencia a los golpes enemigos. También me gustaron los ataques contextuales: si hay una farola cerca, por ejemplo, podemos usarla para hacer una patada voladora circular que les recuerde a los villanos nuestro número de pie.

Aunque se basa en la serie actual de animación de las Tortugas Ninja, el juego parece ser algo más oscuro, algo más atento al legendario tebeo del que salieron los personajes que hoy conocemos. Personalmente me habría gustado más ver algo más de color, un estilo más cercano al cartoon bienintencionado y alegre de los 90, pero entiendo que eso no es lo que se lleva: ahora a los críos les gustan unas cosas muy jodidas. Más preocupante, desde luego, fueron ciertos tirones, cierta falta de fluidez, que no me quita el sueño (hasta su lanzamiento no me cabe duda de que pulirán este asunto) pero que siempre queda feote en un beat ‘em up.

Hay que esperar al verano para ver cómo acaba saliendo la cosa, pero promete. No sé si apoyarse demasiado en la nostalgia será un arma con un doble filo demasiado evidente, pero las intenciones son las mejores; la apuesta de Nickelodeon, actual propietaria de las Tortugas Ninja, es grande, y Activision parece querer ser la encargada de devolver al cuarteto a su época dorada en los videojuegos con Teenage Mutant Ninja Turtles: Desde las sombras. Alf volvió en forma de chapa: las Tortugas Ninja han vuelto en forma de todo. Preparémonos para la marea verde.

Teenage Mutant Ninja Turtles: Desde las sombras sale para Xbox 360, PlayStation 3 y PC en verano.