Se lía, chavales

Persona 5 Strikers

El nuevo spin off  de Persona 5 integra a la perfección el ADN de la franquicia y sus personajes con las características propias del musou, consiguiendo un resultado totalmente sólido.

Persona 5 construye sobre las bases de la saga. Manteniendo la jugabilidad y el tema de la diferencia entre quiénes somos y cómo nos presentamos al mundo, la quinta entrega de la franquicia consigue añadir sus propias ideas, introduciendo los deseos ocultos del alma en forma de «tesoros» y añadiendo toda una capa narrativa sobre el poder de la opinión pública y la necesidad de replantearnos las normas y nuestro sentido de la justicia. Por todo esto, los Ladrones fantasma de corazones son diferentes. Aunque Joker, Panther, Skull y compañía, puedan parecer protagonistas intercambiables, lo cierto es que se identifican como ladrones y eso, en la ficción, tiene una serie de características asociadas entre las que se encuentran la propensión a dejar de lado la fuerza bruta para moverse entre las sombras usando estrategias inteligentes y astutas.

Es precisamente la idea del sigilo y la infiltración —el lore alrededor de la figura del ladrón— la que nos introduce por primera vez en el juego. Controlando a Joker en un escenario aún desconocido, y guiados por un personaje al que todavía no identificamos, Persona 5 nos anima a movernos de forma silenciosa, saltando por los tejados a salvo de todas las miradas. Nuestras aventuras en el metaverso no se presentan como un ataque sino como una misión de reconocimiento en la que las emboscadas son indispensables para llegar al final sin ser detectados. El problema es que, sobre el papel, el musou es todo lo contrario. Nacido como como una variación de hack and slash, el género nos permite controlar a un héroe mucho más poderoso que sus contrincantes, que es capaz de enfrentarse y vencer a varias oleadas de enemigos. El propio término «Musō» puede traducirse como «el único» o «el sin igual», dejando claro la evidente fantasía de poder en la que quiere sumergirnos. Uno de los retos de Persona 5 Strikers pasaba por combinar la imagen del ladrón —inteligente y astuto, pero no bueno con el combate— con la idea del protagonista todopoderoso que define a los musou. Y lo cierto es que lo consigue. Persona 5 Strikers es de una contundencia sorprendente.

Sin dejar espacio para los spoilers del juego original, Persona 5 Strikers se ambienta durante las vacaciones inmediatamente posteriores a los eventos de la trama principal. Tras regresar a su habitación en el café Leblanc, Joker y el resto de personajes (sin Yoshizawa, ya que los eventos de Royal no aparecen) se preparan para aprovechar el verano organizando una acampada. Sin embargo, durante un viaje a Shibuya para hacerse con todas las provisiones, Joker, Ryuji y Morgana se encuentran con una presentación de Alice, la idol del momento, que les invita a añadirla como amiga en la aplicación EMMA. Como si del MetaNav se tratara, al usar el código de amigo de Alice los protagonistas son trasladados a una especie de palacio inmenso en el que la chica mantiene encerrados a sus seguidores, robandoles sus deseos. Sin tener muy claro si encontrarán un tesoro al final del camino, los protagonistas deciden «despertar el corazón de Alice» como forma de hacer justicia.

Como es normal en cualquier spin off , Persona 5 Strikers simplifica o elimina los elementos del juego que en un primer momento no son necesarios de cara a la nueva historia. Al ambientar la aventura en verano, todos los elementos relacionados con la Academia Shujin no aparecen, de la misma forma que gran parte de las mecánicas de simulación de vida (salir con los amigos, ir al cine, leer, visitar un restaurante) han sido directamente eliminadas con la excusa de que, por un lado, los personajes ya se conocen y mantienen vínculos estrechos, mientras que, por otro, las vacaciones han hecho que muchos establecimientos se encuentren temporalmente cerrados. Las ausencias en Persona 5 Strikers resultan orgánicas porque los creadores se han preocupado de presentar  una narrativa a su alrededor en vez de confiar directamente en que no notaríamos la falta. Un ejemplo de esto lo encontramos en el personaje de Takemi, que ha abandonado la ciudad para ir a una convención de medicina, o en el cierre de Airshop durante un par de semanas debido al descanso del personal. Muchos elementos del juego original que anticipan la infiltración en los diferentes palacios —como la investigación alrededor del objetivo— se reducen a un par de escenas bien desarrolladas, al igual que sucede con las conversaciones entre el equipo de ladrones que, directamente, se encuentran sin aviso previo cada día en el café Leblanc.

Liberado de las partes de la jugabilidad relacionadas con la gestión de tiempo, Persona 5 Strikers se concentra plenamente en el combate, convirtiendo elementos importantes de la franquicia, como los vínculos entre los personajes o la fusión de personas, en formas de mejorar nuestra habilidad para repartir hostias. Para dar el salto desde los enfrentamientos por turnos al combate cuerpo a cuerpo multitudinario, el juego reduce al mínimo nuestros SP, haciendo que las invocaciones al estilo tradicional —las que pasan por seleccionar a una de nuestras personas y utilizar un ataque concreto que aproveche las vulnerabilidades del oponente— sean un recurso escaso y valioso, que debemos reservar para momentos clave. Incluso los objetos que nos permiten recuperar SP están limitados para obligarnos desde el primer momento a mirar a las sombras con una perspectiva diferente a la que estamos acostumbrados. 

Dentro de los enfrentamientos, el juego diferencia claramente entre las sombras «inespecíficas» que se representan simplemente como una figura de guarda oscuro que podemos eliminar a decenas machacando constantemente el cuadrado y las sombras que resultan ser demonios recurrentes en la franquicia y contra las que tendremos que enfrentarnos prestando especial atención. A las múltiples combinaciones de ataques (que incluyen el «one more» y el «todos a una» típicos del juego original) se unen ataques especiales del personaje y de sus personas, que podemos utilizar de manera limitada, así como las habilidades pasivas y de baton pass, que en esta ocasión nos permitirán controlar todo el tiempo (incluso durante la exploración) a otros personajes del grupo más allá de Joker. Precisamente por esto, Persona 5 Strickers introduce a un nuevo personaje en el grupo, Sophia, que está perfectamente diseñado para la aproximación al hack and slash. Usando un yoyo y un ataque especial que hace uso de los elementos del escenario, la adorable IA resulta tan divertida y destructiva que incluso podemos pasar por alto el hecho de que el juego necesite inventar solo para ella un nuevo tipo de arcana.

La estructura de Persona 5 Strikers se divide en pequeñas misiones entre las cuales se nos permite volver a la realidad desde el metaverso una y otra vez (en esta ocasión no escatiman los puntos de guardado) sin necesidad de preocuparnos por las fechas límites y el cambio de los días, lo que hace que nos arriesgamos más durante los combates y que apostemos por la espectacularidad por encima de la autopreservación. Sin embargo, y para mantener la imagen canónica del ladrón, el juego presenta sus enormes escenarios divididos en zonas que tendremos que explorar con cuidado haciendo uso de las alturas, las zonas cubiertas y nuestro «tercer ojo» para permanecer atento a los detalles. El movimiento de Joker y sus compañeros fuera de las batallas sigue estando al servicio de la infiltración silenciosa a pesar de los centenares de enemigos que pueden desplegarse en cualquier momento, sin que esto cause necesariamente una contradicción en la lógica interna del juego.

Persona 5 Strikers es un juego muy divertido. Por si matar a decenas de sombras a garrotazos no fuera suficiente, el título se reinventa constantemente para dejarnos atropellarlas con un monopatín, saltar sobre ellas de forma inesperada o permitirnos sufrir un poco ante las incesantes oleadas que buscan evitar que Oracle nos abra paso. Aunque en un primer momento la variedad entre los diferentes personajes y sus ataques, así como entre las diferentes sombras, pueden hacer los combates incomprensibles, el juego es lo suficientemente agradecido como para acoger a los jugadores con menor habilidad y hacerles creer que son toda y una máquina de combate. De nuevo, esta vez con Omega Force, P-Studio demuestra que no solo tiene totalmente bajo control las ideas de su saga principal sino que también, no importa si se basa en el rol, la música o en los puñetazos, no hay género que se le resista.

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Redactora
    1. Marta Trivi

      @kyle
      Está justificada, hay una historia interesante pero hasta la salida no la puedo comentar en profundidad.

    2. AdrianXunkeira

      ¿Que raro que se publique el análisis con 11 días de antelación no? Lo esperaba peor, Messirve, aunque yo lo que quería era el Persona 5 en Suichi.

    3. AdriM21

      Pues de maravilla, No tenia pensado comprarlo debido a que P5 se me hizo demasiado largo….. Pero tras leer el análisis es justo lo que busco fuera relaciones personales y Historia + Hostias.

      Muy buen análisis Marta.

    4. Trelldoom

      Entre coñita y coñita, la gente de omega force me están callando la boca.
      como buen fan de Persona, muchas ganas de hincarle el diente!

    5. Renki111

      Le tengo muchas ganas. Pero me gustaría jugar antes Persona 5 Royal en PC, no pierdo la esperanza…

    6. TizonaES

      Me lo voy a fumar con más ganas que el Kojima sus pitis virtuales.

      Me agrada ver que se está llevando buenas críticas. Puedo decir que yo siempre creí

    7. Albert Flaujat

      Me da un poco de pereza…lo que más me gustó de Persona 5 fue toda la parte social, la vida de instituto, quedar con la gente, etc. Y esto lo quitan aquí. Le tenía ganas pero creo que esperaré a pillarlo. Crees que la historia justifica las partes de combate (el combate me motiva muy poco)? Se notan espacios de paja como en Persona 5? Gracias!!!!

    8. Ganbare

      Otro melocotonazo que se viene para casa!

    9. juanhg

      Pues nunca he jugado un Musō, pero con lo que cuentas aquí me lo tengo que plantear seriamente.

      Muchas gracias por el análisis, Marta 🙂

    10. AdrianXunkeira

      Buff, oportunidad histórica pérdida para que donde pone «se lia chavales» se pudiese leer «los ladrones van a la oficina» 😭