Apetito por la destrucción

Aguafiestas | Rain on your Parade

El juego de puzles de Unbound Creations pretende reinventarse una y otra vez. Sin embargo, funciona mejor cuando se limita a abrazar su llamativa premisa.

La violencia en videojuegos puede ser catártica. Tomar el control de una adrenalínica escena de acción para, libres de cualquier tipo de cuestiones morales, acabar con el enemigo y ponernos a salvo, transmite cierta sensación empoderante que los desarrolladores se encargan de enmarcar gracias a la música, los trofeos y las distintas animaciones de victoria. En este sentido, no me interesan tanto las teorías que apuntan a que la violencia en videojuegos nos ayuda a canalizar los impulsos agresivos como el hecho de que sumergirnos en una fantasía de poder puede ser especialmente reconfortante cuando nuestra realidad se define por su carácter inestable. Frente a lo supuestamente problemático de encadenar disparos a la cabeza o amputar extremidades, encontramos la satisfacción de recorrer un entorno que podemos dominar, con unos peligros que pueden eliminarse aplicando el combo adecuado. Sin embargo, la violencia en videojuegos no tiene el mismo efecto para todos. Es muy posible que aquellos que somos especialmente sensibles a las imágenes agresivas no consigamos la catarsis que acompaña a la victoria, encontrando estresante la propia existencia de un enemigo que quiere dañarnos y al que queremos dañar. Para todos nosotros esta catarsis se traslada a la destrucción.

El canal de YouTube Hydraulic Press (Prensa Hidráulica) tiene en este momento casi 3 millones de suscriptores. Sus vídeos, todos de menos de 10 minutos de duración, se limitan a mostrar un objeto siendo aplastado lentamente por la susodicha prensa hasta quedar reducidos a la más absoluta nada. Desde muñecas a velas, pasando por balas, tuercas y verduras variadas, en este canal nada resiste, de la misma forma que el jabón, la plastilina o el maquillaje son los protagonistas de otro tipo de canales en el que son deformados, rasgados o cortados en pos del placer del consumidor. Frente a la paz mental que buscan los juegos ordenados y rutinarios como Unpacking o la gran mayoría de simuladores, títulos como Untitled Goose Game o Donut County apelan a la diversión intrínseca de la destrucción y al humor inherente a fastidiar a los demás, saltándonos cualquier tipo de normas. 

Aguafiestas es un juego de joder. Aunque cada uno de sus puzles presenta una serie de objetivos perfectamente acotados, los desarrolladores son conscientes de que gran parte del divertimento y del humor nace de dejar experimentar al jugador con el escenario. El título está protagonizado por una nube capaz de usar el agua, la nieve, los rayos y la lluvia ácida, entre otros fenómenos meteorológicos, para romper farolas, mojar a las personas o echar a perder regalos de cumpleaños. Pero aunque los diálogos y las situaciones que encontramos están diseñados para potenciar el tono humorístico, es el propio jugador el encargado en última instancia de crear gran parte de los gags del juego. Como en el conocido título del ganso, aquí los desarrolladores nos equipan con los medios pero, al final, somos nosotros los propios encargados de hacernos reír. 

Si algo caracteriza el diseño de puzles de Aguafiestas es la reinvención constante de la forma de jugar y las ganas de sacarle todo el partido posible a una mecánica tan sencilla como empapar diferentes puntos del escenario. De arruinar una boda mojando a los invitados, el juego nos lleva rápidamente a extender el fuego por un almacén cargando la nube con gasolina o a aterrorizar a toda una ciudad usando los rayos de nuestra tormenta.  En sus poco más de dos horas de duración, el juego consigue mantenerse fresco en todo momento saltando de retos basados en el tiempo o en el sigilo a otros más reposados y contemplativos en los que podemos explorar el escenario buscando simplemente crear el caos y la destrucción. A diferencia de títulos similares, como los mencionados Donut County o Untitled Goose Game, Aguafiestas opta por pegarse de una manera mucho más estricta al género de puzles, guiando estrechamente las acciones del jugador en cada uno de los escenarios. Es posible que este diseño con objetivos explícitos y directos sea ideal para todos aquellos que no terminaran de encontrar un reto en el juego del ganso. No obstante, para los que disfrutamos simplemente con el placer de interaccionar con el escenario y provocar ciertas reacciones a nuestro paso, Aguafiestas puede llegar a ser en algunos puntos irregular.

Aunque la gran mayoría de «puzles rápidos», como el basado en conseguir hacer estallar una bomba o el inspirado por Metal Gear, resultan en un cambio de ritmo agradable, me parece evidente que el juego consigue sacar aún más partido a sus ideas en aquellos escenarios amplios en los que, más allá de los retos, encontramos inteligentes sorpresas si nos dedicamos a explorar. Un ejemplo de esto lo tenemos en la ambientación de la granja que, precisamente, protagonizaba la mayor parte de su primera demo. Aunque los objetivos en la granja nos invitan a mojar a los trabajadores, asustar a los cuervos y estropear la cosecha de trigo, si dedicamos el suficiente tiempo a regar los campos o a perseguir a los animales, podremos producir una serie de efectos inesperados que potencian el slapstick y el humor absurdo que caracterizan la mayor parte del juego.

Al igual que sus sencillas mecánicas y el pulido diseño de puzles, el arte del juego invita a experimentar sin ningún tipo de reticencia. Los detalles «artesanales» de los diferentes escenarios desdibujan la línea entre realidad y maqueta, transmitiendo la sensación de que nuestras acciones en el juego están libres de consecuencias. En este caso, la narrativa —impulsada por la historia de buenas noches que un abuelo le cuenta a su nieto— también ayuda a potenciar la idea de que Aguafiestas sucede en la mente de un niño y se apoya en sus juguetes y humor infantil. Por eso mismo, el placer de quemar coches, o llenar de árboles un parque urbano se despegan de segundas lecturas y de cualquier tipo de interpretaciones desligadas del humor.

En un primer vistazo, es dificil relacionar un título como Aguafiestas, en donde el diseño de puzles y la reinvención de su sencilla mecánica son la clave de la diversión, con un estudio como Unbound Creations en donde, a través de títulos como Headliner o Postmorten: One Must Die, han intentado dejar muy claro que quieren centrarse en juegos con un evidente comentario político. No obstante, el juego de la nube tiene alguna que otra sorpresa guardada bajo la manga y, junto con las múltiples referencias a los videojuegos, no se corta en introducir algún metacomentario a las políticas de Donald Trump o a los efectos del cambio climático.

Aguafiestas es un juego que nos permite desconectar gracias a su sencillez y brevedad, consiguiendo apelar al placer de la destrucción en cada una de sus variadas viñetas. Aunque no llega al genial nihilismo del título del ganso, «el juego de la nube» resulta mucho más accesible para todos los jugadores al rechazar los componentes de mayor experimentalidad.  Unbound Creations nos ha proporcionado un precioso campo de juegos y, lo mejor de todo, nos ha dado las herramientas necesarias para dejarlo reducido a la nada. 

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Redactora
  1. Hernik420

    Me bajé este juego el fin de semana despues de escuchar tus comentarios en el Reload, Marta. Y que buena decisión… que manera de reirme en algunas partes! Me alegró lo que venía siendo una semana horrible, gracias por la recomendación y el artículo está genial tambien. Un saludo desde Argentina

  2. Gordobellavista

    Habrá que darle.
    La portada me encanta del juego me encanta. Es de esas que te cruzas por la e-shop y es imposible no pinchar pa ver de qué va.

  3. rotoso

    Bienvenido a la lista de juegos Burrakukis / Burracos Bonicos.

  4. Mominito

    Curioso título, lo apunto por si hay chance de darle un tiento, siempre son bienvenidas y enriquecedoras las mecánicas que ofrecen algo nuevo.

  5. Baladre

    Si los juegos de matar te agobian, recuerda que hay juegos de romper.

    Hay canales de Youtube de peña rompiendo cosas a lo burro en vez de siendo super hacendosos.

    A este juego se viene a joder.

    Análisis más claro de la historia. Si te da por poner que la nubecita es hipermegacuquidelamuerte me compro un sombrero para poder quitármelo al saludarte. 😀
    Gracias por recordarnos que los juegos chiquititos molan.

  6. jk_eye

    Para los que sois padres, añadid este juego a la lista de «controles fáciles para niños» junto con los otros dos comentados en el artículo: Donut County y Untitled Goose Game. Muy adecuados en tono y nivel de slapstick que aseguran risotadas sin crear mucha frustración con el tema controles. Hacen falta más de estos.