My Flappy Bird in a box

Siguen los homenajes a un muerto prematuro como fue el adictivo a la par que rematadamente tonto Flappy Bird. Lo de hoy va todavía más allá que aquel «port» al mundo Minecraft, porque montar una versión analógica y física del juego en una caja de cartón es un puto disparate que a muchos nos daría miedo enseñar a los compañeros de trabajo si queremos seguir aparentando que somos normales. No tiene contador de puntuación y el sistema de colisiones va regular, pero el mérito de la adorable artesana Fawn Qiu está ahí. Lástima que no lo titule My Bird in a Box.