Fortnite, lo próximo de Epic, reaparece con este vídeo

Muchas cosas han cambiado desde que Epic anunciara este Fortnite en los VGA de 2011. Varios se le han adelantado con el uso de Unreal Engine 4 y el bueno de Cliff Bleszinski, que entonces presentaba y diseñaba el proyecto, está ahora con sus movidas en Boss Key.

Sin embargo, seguramente es más importante lo que sigue igual, dos años y medio después. El juego se mantiene fiel a su concepto inicial, lo que en su momento podía parecer un diseño oportunista sigue estando vigente —Minecraft, en disco y para PS3, fue el juego más vendido en España durante el mes de junio— y lo del free to play, para bien o para mal, ha resultado ser bastante más que una moda.

Tal y como se había dicho, hay dos parte bien diferenciadas en Fortnite. Cada partida empieza con el equipo buscando y recolectando materiales que, con los planos adecuados, servirán para construir armas, trampas y estructuras de todo tipo. El objetivo principal es defender una suerte de portal que, una vez activado, atrae zombis y bichos raros que da gusto. Nada de ciclo dinámico para que anochezca: tú decides cuando dejas de fabricar y empiezas a disparar. Darren Sugg, diseñador jefe, contaba a Eurogamer que lo de no utilizar un límite de tiempo había generado división de opiniones en el estudio; acabaron optando por la opción más inclusiva, al ver que los jugadores más jóvenes preferían estar más tiempo construyendo. «Para los jugadores que quieran recompensas y que quieran progresar de forma óptima, podemos marcar objetivos», añadía.

Con ese planteamiento, no queda otra que ajustar el reto a la complejidad del fuerte. Para eso está una inteligencia artificial dinámica, algo como ese Director en Left 4 Dead, que decide tanto el número y el tipo de enemigos en la oleada como su estrategia de ataque, en función de cómo se hayan colocado las defensas.