<em>Va te faire foutre, France</em>: Avance de Red Faction: Armageddon

<em>va te faire foutre  france</em> avance de red faction  armageddon» title=»red_faction_armageddon_avance_h.jpg» width=»569″ height=»200″ class=»aligncenter size-full wp-image-96246″ />  Es fácil tener buenas vibraciones sobre algo si justo antes de ello estás bebiendo una pinta en el último piso de la Guinness Storehouse de Dublín. El cielo es de un azul demoledor en algunos momentos, pero por lo general las nubes grises dominan: desde las enormes cristaleras del Gravity Bar, la ciudad parece sacada de una película, y que la encantadora señora que hace de maestra de ceremonias cante cumpleaños feliz a viva voz mientras un equipo de rugby de Sicilia, vestidos todos con estrafalarios polos blancos y rosas, ruge mientras enfilan a la velocidad de la luz el camino hacia la borrachera no aporta demasiada realidad a la situación. Estamos aquí para jugar a <strong><a href=Red Faction: Armageddon, me digo, intentando mantener los pies en el suelo. Las azafatas que THQ ha plantado en la puerta de la sala donde se celebra la presentación tampoco ayudan a concentrarse en lo que hemos venido a hacer. Sólo unas horas, me digo. Sólo unas horas y podrás centrarte en experimentar el lifestyle dublinés: beber cerveza y hablar con gordas. Que no se diga. Formamos grupos de cuatro para probar el modo Infestation después de haberle dado un tiento a la campaña individual (en otro momento os hablaremos de esto, estad atentos). Las horas previas nos habían servido para familiarizarnos con los controles del juego, algo nada difícil para cualquiera que haya jugado al anterior Red Faction o, en realidad, a cualquier juego de acción reciente («hemos trabajado mucho para implementar ciertas convenciones de control para que cualquiera se sienta cómodo con el mando», según me dijo Tim Boone, de Volition); lo que sí requiere un poco más de tiempo es acostumbrarse al caballo ganador de este nuevo Red Faction: la Magnet Gun, la compañera perfecta para los entornos destructibles del juego. La Magnet Gun es un arma que dispara proyectiles magnéticos. Tan fácil como suena: si disparas a un enemigo y luego disparas al techo, el enemigo saldrá disparado hacia arriba; si disparas a un barril explosivo y luego a un edificio, se monta una fiesta que no veas. Cualquiera que no tenga horchata por sangre aprenderá rápido a aprovechar y disfrutar las virtudes de la Magnet Gun, hasta el punto que resulta fácil usarla como arma principal, aunque no sea lo más práctico en algunas ocasiones: sencillamente es tan divertido que es difícil resistirse. Cuando le comenté a Tim Boone que no estaba usando ninguna otra arma, una sonrisa enorme le llenó la cara: en Volition están tan emocionados como yo por las posibilidades de hacer el cabra que tiene su juguete. <em>va te faire foutre  france</em> avance de red faction  armageddon» title=»red_faction_armageddon_avance_1.jpg» width=»569″ height=»320″ class=»aligncenter size-full wp-image-96247″ />  El modo Infestation es una versión sin demasiadas variaciones del modo Horda que popularizó la serie Gears of War: somos cuatro pobres diablos que tenemos que enfrentarnos a un montón de enemigos que se nos abalanzan con intenciones hostiles. Seamos nosotros el foco de la violencia o los edificios (quizá la mayor novedad de Infestation: en algunos mapas tendremos que eliminar a los enemigos mientras protegemos no sólo nuestro pellejo sino también algunos edificios, que podemos reparar momentáneamente gracias a las habilidades de los personajes), el <em>leitmotiv</em> sigue siendo el elevado componente cabra del juego: los combates contra las hordas acaban invariablemente convirtiéndose en una orgía de columnas cayéndose, enemigos haciéndose papilla contra las paredes, explosiones y disparos por todos los sitios.  Los alienígenas enemigos en este Red Faction: Armageddon tienen una variedad que sirve perfectamente a los propósitos del modo Infestation: cada nueva horda incluye no sólo más enemigos más feroces, sino también nuevos tipos con habilidades diferentes que nos obligan a adaptar la estrategia. Puede que las primeras hordas podamos solucionarlas con la ametralladora y la Magnet Gun, pero más adelante tendremos que utilizar las armas que se van desbloqueando (la pistola potente es un must, digo ya) para solucionar las situaciones con soltura mientras asistimos a nuestros aliados caídos e intentamos salir del paso sin perder todas las vidas.<div id=<em>va te faire foutre  france</em> avance de red faction  armageddon» title=»red_faction_armageddon_avance_2.jpg» width=»569″ height=»320″ class=»size-full wp-image-96248″ /><p id=Wild bunch.

Pero en Red Faction: Armageddon no sólo está este modo para aquellos que quieran algo más aparte de la campaña. Mi ganador de aquella tarde mágica en Dublín fue el Ruin Mode: un modo de juego cuya columna vertebral es la destrucción indiscriminada, y que además incluye un sistema de puntos y multiplicadores. Efectivamente, en cuanto lo vi empecé a sangrar por la nariz y caí fulminado en el suelo, desmayado ante tanta gloria. El Ruin Mode nos planta en un escenario y nos dice: venga, rompe todo lo que puedas, pero tienes un tiempo muy limitado para hacerlo. Aunque ciertos descontroles respecto a la potencia de algunas armas hacen que no exista demasiada estrategia en lo que toca a las armas que utilizamos (la pistola de plasma es una ganadora segura, y la Magnet Gun pierde un poco de protagonismo), aquí la cosa es ser preciso y conocer muy bien los entornos: puede que nuestra táctica de romper esas torres y derribar esos muros parezca la mejor, pero generalmente hay algunas cosas más escondidas que hacen que nuestras puntuaciones suban como la espuma. Descubrir esos puntos concretos del mapeado es esencial para tener algo que hacer en las tablas de clasificación, que deberían hervir en cuanto salga el juego si es que aún queda algo de bondad en este planeta. El Ruin Mode no es un modo de juego fino y elegante: es engorilamiento absoluto, destruir sin límite (hay munición infinita) con el único propósito de escalar posiciones en un ranking, y quizá ni eso: habrá quien decida centrarse en romper todo, y bien que harán. Una delicia. <em>va te faire foutre  france</em> avance de red faction  armageddon» title=»red_faction_armageddon_avance_4.jpg» width=»569″ height=»320″ class=»aligncenter size-full wp-image-96249″ />  Dejadme que termine con una anécdota. Al final de la presentación, se quiso poner un poquillo de emoción en el ambiente de la sala de la Guinness Storehouse donde estábamos reunidos todos los periodistas (un ambiente en el que se respiraba sudor y pánico, desidia y feromonas) celebrando una pequeña competición: el que más puntos consiguiera en el Ruin Mode se llevaría la trilogía Saints Row, Red Faction: Guerrilla y este nuevo Red Faction: Armageddon. El premio era lo de menos: la auténtica recompensa era marcar paquete y alcanzar la gloria infinita que sólo puede dar ganar el oro olímpico y una competición del Ruin Mode con varias pintas de cerveza entre pecho y espalda.  La tensión era palpable. Empezamos la competición dominando: Alfonso, compañero de VaDeJuegos, se puso en cabeza fácilmente, consiguiendo una robusta puntuación por encima de los veinte millones de puntos. De algún modo, yo no lograba hacer una partida decente: empecé a maldecir en ese momento lo pobremente que estaba jugando y la cerveza que había sustituido a la sesión de entrenamiento. Cada minuto contaba: un señor de THQ de cuyo nombre no quiero acordarme iba locutando la situación, con las azafatas a su lado y una Guinness en la mano, haciendo hincapié en el límite de tiempo que tenía la competición. De pronto, <strong>¡blam!</strong>, consigo ponerme en cabeza. 20.701.301 puntos. Recuerdo esa cifra mejor que mi número de teléfono ((Creo que no fueron 20.701.301 puntos, así que imaginaos cómo recuerdo mi número de teléfono.)); el drama llegó cuando un periodista francés consiguió cien mil puntos más, poniéndose en cabeza de la forma más miserable que pudo. Mi corazón empezó a latir a un ritmo demencial, más de lo que me gusta aguantar; las brevísimas partidas se sucedían, intentando siempre encontrar el rincón del mapa cuya destrucción me llevara a la gloria por la vía de la puntuación máxima: en cierto momento, con muchísimo tiempo todavía en el reloj, rozaba los veinte millones de puntos y me pareció sentir cómo en el mundo se firmaba la paz eterna, cómo todos los niños del mundo sonreían al mismo tiempo y todas las embarazadas daban a luz sin ningún dolor, millones de bebés sonrientes y sanos y con madres satisfechas y sin secuelas post parto. Por supuesto, siempre tiene que pasar algo jodido: la consola se colgó. Ahí estaba yo, lanzando un proyectil de plasma al barril explosivo que iba a llevarme a la gloria. El proyectil congelado en medio del aire. Mi personaje saltando penosamente. Yo, con los ojos como platos, llevándome las manos a la cabeza. Durante unos momentos no supe reaccionar: me quedé mirando la imagen congelada en la pantalla sin demasiadas esperanzas: los bebés volvían a ser feos y dolorosos y a las madres se les seguían deformando las caderas. Pensé en las mujeres de Dublín y en la guerra. Pensé en Francia y en un DLC para el modo Ruin que fuera París entera, o sólo la casa del tipejo que me iba ganando. Pensé que <em>ruin</em> era precisamente la palabra que describía a ese tipo, ese pobre diablo que me iba ganando. Cuando me recompuse, reinicié la consola pero ya no hubo nada que hacer: la suerte estaba echada, el gabacho ganó.  Los periodistas españoles nos hicimos fuertes ante la derrota: hechos una piña y sintiéndonos como la Selección de fútbol, nos cagamos en las madres de media Francia y enfilamos las hermosas y decadentes calles dublinesas camino del primer bar en el que nos quisieran atender. No hubo demasiado problema: si algo es fabuloso de Dublín es la facilidad que hay para acabar bebiendo cerveza y comiendo hamburguesas. Justo eso hicimos aquella noche; por mi parte, ni la derrota ante Francia me pudo quitar el buen sabor de boca que me había dejado <strong><a href=Red Faction: Armageddon, ni las ganas de tenerlo en casa: nunca es tarde si la pandilocura es buena.
<em>va te faire foutre  france</em> avance de red faction  armageddon» title=»red_faction_armageddon_avance_3.jpg» width=»569″ height=»320″ class=»size-full wp-image-96250″ /><p id=La idea de que esa torre sea la Eiffel.

Víctor Martínez
Redactor
  1. Cooper

    Diane,

    apasionante relato. No importa nada que ganaran los sucios gabachos: te queremos y estamos orgullosos de tu formidable representación nacional. Y sabemos que merecías ganar. Tómate una pinta a mi salud, buen señor.

  2. Yipee

    Estáis sembrados ultimamente, ¿eh, muchachos? Grandísimo texto, aunque perder contra Francia sea algo doblemente doloroso. Por lo demás, lo tiene todo: pandilocura, épica, Guinness…Aplausos, caballero.

  3. KenzoMetal

    geras estaría orgulloso.

  4. javisoap

    Genial artículo!

    La referencia a los embarazos y saber que uno de tus GOTY es baby maker extreme me hacen pensar en una próxima paternidad? XD

  5. AMaldito

    La referencia a los embarazos y saber que uno de tus GOTY es baby maker extreme me hacen pensar en una próxima paternidad? XD

    Siendo redactor de anait debe tener retoños desperdigados por todo el pais.