Análisis de Assassin’s Creed Unity
El debut de la saga en nueva generación sorprende por su forma de echar la vista atrás y de ignorar los últimos capítulos, pero también por perder de vista sus errores.
El debut de la saga en nueva generación sorprende por su forma de echar la vista atrás y de ignorar los últimos capítulos, pero también por perder de vista sus errores.
Volver a Hoenn se hace más agradable gracias a los nuevos gráficos, pero sobre todo gracias a las novedades que heredan de las últimas generaciones estos remakes.
Yacht Club firman el mejor plataformas del año por mérito propio, sin necesidad de sobreestimular la nostalgia y sin formar un pastiche de referencias.
El título de This War of Mine, “esta guerra mía”, es una declaración de intenciones: ver la guerra como algo propio, una experiencia sufrida en las carnes.
El flujo de información es tan brutal que FM2015 vive al filo de la navaja en cuestiones como la rentabilidad del tiempo invertido o la fluidez en el diseño de su interfaz.
Revisando el trabajo ya hecho, Nintendo lleva a su portátil esta lección de historia, donde repasa y juega (de nuevo) con algunos de sus clásicos de los 8 bits.
Podría ser más, como arcade y como sandbox, pero no como juego de Insomniac. Sería un error menospreciar el concepto de los cielos azules.
Cosmic DJ bebe de su simpatía, sus historietas de psicodelia, lásers y perritos voladores, y su genial narrador, un Andrew W.K. con un bajón de azúcar.
Un FPS roguelite a medio camino entre Serious Sam y Nuclear Throne que está a un chispazo de personalidad de ser imprescindible, y no solo muy recomendable.
En vista cenital y 2D, Door Kickers es un juego de estrategia que nos ofrece preparar nuestro asalto hasta donde nuestra capacidad de planificación nos permita.