Esto es un sueño de artes marciales

Análisis de Evoland

Análisis de Evoland

Es complicado hacer una parodia. Hacer homenaje también; en ambos casos, la línea que separa el éxito de la catástrofe es delgada; no es difícil acabar cayendo en lo grotesco, en lo poco elegante, en lo excesivamente estúpido. Hace falta inteligencia. Evoland es un juego bastante inteligente; inteligente e hipersensible, nunca decidido por la parodia o la celebración, siempre un poco entre dos tierras. También es un documental de la evolución del RPG a lo largo de los años, y en parte de la evolución del videojuego en general.

No es especialmente largo, por fortuna, pero aun así los mejores momentos de Evoland están al principio, cuando nuestra capacidad de movimiento va mejorando, de lateral a 90 y a 360º, cuando los gráficos pasan de ser bicolor a añadir más y más colores a su paleta, cuando la música va desarrollándose e incluyendo una mayor variedad de sonidos. No creo que sea nostalgia: parte del interés de Evoland está en cómo sabe escoger con bastante buen ojo los elementos clave que han ido moviendo la evolución del videojuego a lo largo de los años, y por eso es al principio, cuando todavía estaba todo el camino por andar, cuando más rápido se ve el progreso.

Mientras avanzamos en el juego, vamos encontrando cofres que desbloquean mejoras, tanto técnicas (bastante genial el paso de 2D a 3D, o las mejoras en texturas, sonido o tiempos de carga) como mecánicas. El mayor interés de Evoland está en ir consiguiendo cofres y viendo cómo evoluciona el juego; es interesante cómo ciertos avances resultan absurdos dentro del contexto de Evoland, y cómo esto nos hace reflexionar sobre todos los videojuegos: el looteo delirante cuando el juego rinde homenaje a Diablo, lo innecesario de los combates aleatorios cuando la cosa se parece más a Final Fantasy, lo inexplicable de la corta edad de los protagonistas de los RPG de acción noventeros y la facilidad con que los tenderos vendían todo tipo de artilugios letales a estos chavalines.

Análisis de EvolandNo le faltan momentos de humor inteligente, referencias bien traídas y conocimiento del medio sobre el que reflexiona, pero aun así no he podido evitar tener la sensación de que Evoland se queda corto. Se moja poco. Hila más fino que DLC Quest, pero la reflexión que suscita poco tiene que ver con él, no surge de él; no deja poso, no tiene apenas discurso. Algunos momentos de Evoland son tediosos o ridículos por sí mismos, y no porque aquellos en los que se fija lo sean, aunque también; en lo que falla Evoland, lo hace por mérito propio. Falla en más de una ocasión. En cierto momento en que le da por ponerse creativo y proponer una pequeña mazmorra original, y bastante bien diseñada, es cuando más se le ven las costuras: es un momento interesante, pero absolutamente estéril, está apartado y frena la parodia, el homenaje, el sentido primero del juego.

Donde más radiante se muestra es en lo visual. Ahí no hay peros: el paso de 8 a 16 bits, y luego a un 3D que va haciéndose más vistoso poco a poco, es simplemente genial. Estupendo ver los pixolotes de dos colores al principio, y un alivio cuando el color entra y la cosa mejora; no sólo por el placer estético, sino por cómo afecta la (simulada) progresión visual a las mecánicas de juego, a las posibilidades que ofrece el mapa y los elementos que lo pueblan. Da que pensar.

Evoland acaba cojeando por no decidirse por la parodia ni por la celebración ni por el homenaje, por estar a caballo entre todas ellas y por confiar un punto más de la cuenta en la fuerza de sus referentes. No creo que tenga mucha más ambición, en cualquiera caso, y aunque a veces la casualidad quiera formar momentos muy divertidos (como, cuidado los que no se hayan pasado el juego, el de esta imagen, donde se mezclan referente y mecánica para formar una buena escena cómica) se acaba apoyando demasiado en la complicidad del jugador, que tiene que poner más de la cuenta de su parte para parchear las carencias del juego. Al final, Evoland se queda como una curiosidad interesante; es fácil disfrutarlo, es fácil que resulte evocador para cualquiera que haya jugado a aquello a lo que homenajea, pero también es fácil echar en falta un poco más, un poco de decisión. [6]

  1. razker

    Hubiera sido interesante convertir el chiste de evolucionar en una mecánica de la jugabilidad, dejando que pudieras volver a un «tiempo» que ya has desbloqueado, con un poco de inventiva hubiera dado unos cuantos puzles y combates interesantes. Pero claro ya sería un curro muy loco.

  2. Víctor Martínez

    @razker
    Hay un momento en el que ocurre algo así, el que digo que tiene más o menos poco sentido dentro del juego.

  3. Lockeric

    Vamos, que lo interesante del juego es lo que se puede ver en la version Classic que se puede jugar gratuitamente en su web, no?

    Pues una lástima, pero aún así lo pillare en unas rebajillas solo por lo bonito que es.

  4. uncualquiera

    Jugué la primera hora esperando encontrar un cofre con el que desbloqueara la diversión.
    No lo encontré.

  5. Oldtaku

    Muy buen analisis @chiconuclear .
    Pese a todo, le voy a dar un tiento en cuanto este de rebajas, solo por la curiosidad que me da el mero hecho de probarlo.

  6. ubmss

    La verdad es que tu análisis habla exactamente de lo que esperaba de él. Si te queda esa sensación al jugarlo quizás caiga en una oferta loca o una hipotética segunda parte mejor parida.

  7. Lokewen

    Aun no me termine el juego, aunque no creo que me falte mucho de todas formas. Y si, lo que mas me ha ido gustando han sido las referencias, la evolucion, y las mazmorras que he encontrado, me han parecido largas, tediosas y algo sobrante

  8. AdrianXunkeira

    @uncualquiera dijo:
    Jugué la primera hora esperando encontrar un cofre con el que desbloqueara la diversión.
    No lo encontré.

    :mrgreen:

  9. Aruvaro

    Gracias por el análisis, has resuelto todas las dudas que tenia sobre si pillarlo o no, desgraciadamente me temo que solo lo cogeré en algunas rebajas de Steam o algún Bundle…

  10. Jose_Strife

    Ganas de catarlo, sólo por la curiosidad.

  11. Galvan

    Yo lo he jugado de principio a fin con una sonrisilla constante dibujada en mi cara, y eso no me lo quita nadie.