Donde Kraven dos, Kraven tres

La buena mano de Insomniac y el magnetismo exagerado de los Hombres Araña —de Peter, de Miles y de Venom— compensan sin mucho problema la falta de novedades relevantes.

Fuera máscaras. Hace ya cinco años, cuando escribía sobre mi relación con el Hombre Araña para arrancar el análisis del primer Marvel’s Spider-Man, evité mencionar un detalle importante: no tantos meses atrás había estado enganchado a Spider-Man Unlimited, un atroz endless runner de Gameloft que no pude borrar antes del móvil por lo mucho que me gustaba la carta de Superior Spider-Man. Fue ese mi primer contacto con los mundos paralelos, con el ombligo asomando sobre las mallas azules y con las historias menos populares de la franquicia, que iba contextualizando torpemente a golpe de Wiki y vídeos de YouTube. Y aunque parece que Insomniac no tiene intención de cruzar el multiverso, más allá de las obligadas referencias en forma de trajes alternativos, sorprende la cantidad de cartas que pone sobre la mesa esta secuela.

Hechas las presentaciones en entregas anteriores, Peter Parker y Miles Morales son un dúo especialmente dinámico en Marvel’s Spider-Man 2. Sin cambios verdaderamente relevantes en la fórmula, la estructura o la duración, el juego necesita subir un poco el ritmo para dejar sitio a todos esos personajes, buenos y malos; no desaparecen los objetivos secundarios, el vandalismo emergente ni las excusas para gastar telarañas sin rumbo fijo, pero es cierto que la trama va marcando con relativa firmeza la ubicación de la siguiente misión principal. Hay, tal vez, demasiado por hacer y por contar; algunas relaciones respiran más y mejor que otras, no todas las heridas cicatrizan con la misma naturalidad y es evidente que el guion, de momento, no tiene planes para todo el que pasa por aquí a saludar –sí, recordamos el DLC del original y sospechamos que se repetirá la jugada con éste. A ratos suena prometedora la idea de explorar la nueva vida de un villano reformado, pero la mayoría de subtramas buscan solo un pequeño golpe de efecto y esto va, en realidad, de esperar a que salga el maldito Venom.

Los tentáculos del simbionte se van alargando de varias maneras, claro, a medida que avanza la partida. De entrada, sin embargo, suena más inminente la amenaza de Kraven el Cazador, que se presenta en Nueva York con su tigre next-gen en busca de presas –quiere colgar la cabeza de Spider-Man en su salón, por supuesto, pero también la del Lagarto y alguna más. El propio Sergei Krávinov intimida, funciona, y para él es el tema más reconocible de la banda sonora. Su circo de masillas, en cambio, empuja algunas escenas hacia la frontera de lo ridículo.

Nada muy grave dentro de una historia de superhéroes, supongo, sobre todo cuando hacen falta excusas, pequeños ejércitos, para pelear durante horas. La acción en Spider-Man 2 vuelve a ser excepcional por control, mecánicas y presentación, hasta el punto de que cuesta recordar cómo se hacía esto antes de que Insomniac –o Beenox, con sus notables The Amazing Spider-Man— se fijara en los sistemas de Batman Arkham. Lo dicho: el sentido arácnido y las esquivas, las ágiles coreografías para combos y ejecuciones, el uso de artilugios para enganchar, zarandear y atraer oponentes… Todos los elementos que definen este estilo de combate encajan de fábula con Peter y Miles, pero además hay aquí una exquisitez especial al pasar de la teoría a la práctica. Una vez más, van tres, las animaciones, la respuesta del mando y, en defnitiva, las sensaciones durante esos momentos de la partida son poco menos que inigualables.

Historia de dos modos gráficos

No hay mucho Mysterio, toma ya, con los modos gráficos de Spider-Man 2. Tanto en Fidelidad como en Rendimiento, los reflejos con trazado de rayos y la excelente iluminación añaden una cohesión brutal en una ciudad con tanto cristal. Las diferencias en resolución y en framerate se notan, como de costumbre, pero yo me quedé con la primera opción —a 40 fps en pantallas compatibles con los 120 Hz— durante toda la partida. La fluidez me parece más que suficiente y, aunque el grano peliculero disimula bastante la pérdida de nitidez, con el modo Rendimiento se me hizo un poco molesto el cambio brusco en el detalle de los árboles.

Las novedades, acertadas y bienvenidas, hay que entenderlas como matices. El parry con L1, que sirve para bloquear cualquier golpe a pesar de ser la única defensa válida contra los ataques más fuertes, añade variedad a todos los enfrentamientos y un punto más de tensión contra los jefes finales. Es el mismo botón que debemos mantener pulsado para las técnicas: las nuevas patas mecánicas de Parker son equivalentes a los puñetazos electrificados que ya tenía Morales y ambos acaban con más poderes de los que imaginaba —unos crecen en el árbol de habilidades y otros se aprenden cuando toca, después de una cinemática concreta. Nada de esto es decisivo en términos de profundidad y de reto, pero el juego de barritas y recargas, lo de recorrer la interfaz con la mirada para decidir si te curas, si te has ganado un triángulo más círculo o si lanzas a tres pandilocos hacia arriba para continuar la paliza a tres metros del suelo, se vuelve más divertido con estos iconos adicionales. Más notas, al final, para tocar la misma maravillosa canción.

Funciona tan rematadamente bien esa base que el diseño de misiones va sobrado intercalando algo de sigilo —menos que antes, me temo; igual ahí sí falta alguna idea nueva—, otra persecución o un poco de investigación de estar por casa entre hostias y hordas.

Lo de los trajes alternativos es cosa seria. Sin ser yo mucho de pasar por el vestuario, hay que aplaudir la cantidad de efectos, guiños y tejidos; puede uno hasta maravillarse con las físicas de una capa. Lo ideal sería tener un par de apuntes sobre el origen de cada modelito en cómics y películas, pero para eso están —sé de lo que hablo— las Wikis y los vídeos de YouTube.

Sí se acaba haciendo evidente el efecto de los ajustes en el otro gran pilar del juego: el desplazamiento. El icónico balanceo es ahora más rápido, sobre todo cuando terminas de potenciar los movimientos de «travesía», y las alarañas para planear, que no me hacían mucha gracia en vídeos promocionales, las despliegas casi sin darte cuenta a los pocos minutos. Son un recurso útil cuando no tienes edificios cerca y sobre todo, gracias a los túneles de viento que forman las corrientes, la mejor manera de cruzar el río hasta Queens y Brooklyn. La ampliación del mapa hacia el este no molesta, porque resalta la diversidad de una ciudad apasionante, pero sí se queda un poco a medias. Como zona de juego para Spider-Man no tiene nada que hacer contra los rascacielos, las azoteas y las alucinantes vistas de Manhattan; como hogar de Peter Parker, necesita tirar de unos flashbacks ya muy vistos para acordarse de la pobre tía May y de los líos en el instituto junto a Harry Osborn. No dejan de ser escenas medio apañadas, ojo, pero hay una brecha considerable entre esas situaciones sin máscara —ya hablaremos otro día del paseo por la feria de Coney Island— y los momentos brillantes de notar los superpoderes al usar un SUPERTIRACHINAS. Os cuento: resulta que el ayuntamiento ha instalado una suerte de varillas flexibles el tejado de algunos edificios para multiplicar el impulso inicial con las telarañas. Pura magia. Vota Ted Price.

Es verdad que el viaje rápido en Spider-Man 2 es instantáneo y elegante como ninguno, pero la alternativa del balanceo, casi perfecto, siempre gana. Por eso se echa en falta más variedad en las actividades de mundo abierto y en los crímenes que aparecen como alerta dos calles más arriba. Después del quinto camión cisterna a punto de explotar, pasaba a echar una mano solo por la posibilidad de coincidir con el otro Spider-Man; hay menos redes a cuatro manos de las que imaginaba, aunque no me parece mal cómo se van cruzando y separando los caminos de Peter y Miles, intercambiables fuera de las misiones específicas para cada uno.

Espectacular y decidido, como casi todos los trabajos del estudio, Marvel’s Spider-Man 2 es continuista de una forma casi radical; no tengo claro si insiste con los minijuegos, tristes hasta el punto de que se pueden omitir, por convicción o por miedo a tocar su receta para el éxito. Y aunque ahora es fácil imaginar un Spider-Man mejor —llevo desde junio pensando a diario en Across the Spider-Verse; los trepamuros de Insomniac siguen razonablemente lejos de tener ese efecto—, no lo es tanto pedirle más a un juego así de rotundo, con tantos detalles que sin duda echaremos de menos en otros títulos durante los próximos meses o años. Comprensible, pues, que después del subidón del tramo final se apunte con tanto descaro a la próxima entrega. Para allá —*thwip*— que vamos.

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Redactor
  1. JT'Salas

    Tengo que superarme del juego de palabras inicial antes de poder leer el análisis.

    1. sodom

      @zoro
      Estoy exactamente igual.
      Se han otorgado premios literarios por mierdas peor escritas…

  2. sodom

    Estoy llevando muy bien lo de no pillar juegos de salida teniendo el plus extra (en un año sólo he caído con FF16). Viendo lo bien que pintaba este, me estaba guardando el Morales para estos días, que lo tenía pendiente. Me está gustando mucho, más que el primero, pero sé que cuando lo termine su fórmula me habrá empachado lo suficiente como para no querer volver a ella en un tiempo. Dentro de bastante tiempo lo cogeré con muchas más ganas seguro.
    Soy un genio, lo sé, pero ahora a ver lo que me invento para el Alan Wake 2…

    1. Tigrolvo

      @sodom
      Píllate el nuevo juego de King Kong y se te quitarán las ganas de comprar cualquier novedad. Ojo, puede que abandones las ganas de jugar a videojuegos e incluso las de vivir.

      1. sodom

        @tigrolvo
        Hostias, no lo conocía y acabo de cometer el error de ver un vídeo.
        Esa imagen sustituirá a la ballena en mis pesadillas…

  3. gonzalo_ht

    Estupendo análisis, me alegra que el juego haya salido tan bien.

    Entiendo que es una saga que puede permitirse ser continuista porque además en esta segunda entrega tenían muy a huevo como expandir el juego juntando a Peter y Miles, haciendo una ciudad más grande y jefes finales más impresionantes.
    El clásico bigger and better de toda secuela.

    Supongo que para una tercera parte ya tocará darle una pequeña vuelta. Pero el mérito de tener una fórmula tan adictiva está ahí, no por nada Spiderman y Miles Morales son de los juegos que más gente ha completado al 100%, o donde menos usamos el viaje rápido y aunque las misiones secundarias sean repetitivas cuando vamos balanceándonos y vemos un atraco decimos «Venga uno más antes de dejarlo»

    A mí de momento es el primer juego que me dan ganas fuertes de tener una PS5, a ver si resisto o no. Sony va a tener buenas navidades.

    No hay mucho Mysterio, toma ya, con los modos gráficos de Spider-Man 2.

    Qué magia es esta?

    1. Shalashaska

      @airrel
      El único platino que tengo es el de Marvel’s Spiderman, pese a no estar probablemente ni en mi top 10 de juegos de PS4.

  4. casidios

    ¿Es igual de chapas que el primero con las secundarias? Porque la historia en el primero y en el Morales es más o menos aceptable, pero las secundarias de tejaditos, las palomas, las de sigilo y las de persecuciones random son lo peor de lo peor de los mundos abiertos.

    1. Pep Sànchez

      @sexodrogasyvideojuegos
      Son similares. No me he puesto a contar, pero igual hay menos recados –casi todo ese contenido opcional son grupos de misiones que funcionan como subtramas. Y no son brillantes, desde luego, pero tampoco podría señalarte uno muy muy muy malo o muy muy pesado. De hecho, hay un encargo que al principio sí parece una chorrada gorda y, sin ofrecer nada destacable en lo jugable, se remata muy hábilmente con una conversación bastante bonita frente a un lago.

      Sigue habiendo altibajos muy evidentes, vaya, pero creo que se paran un poco mejor las caídas.

    2. FERIFO

      @sexodrogasyvideojuegos
      El primero fue un 7 amarillo de manual. Si te gusta el personaje lo disfrutas, y si no es un juego del montón con un 98 en gráficos y sonido FX. Y este tiene pinta de ser lo mismo.

    3. darthbender

      @sexodrogasyvideojuegos
      Me quedan 4 o 5 misiones principales para terminarlo y tengo todo completado en cuanto a secundarias grandes, las de la aplicación, coleccionables, etc

      Y puedo decir con mucha rotundidad que son mucho mas amenas y mejor llevadas que las del primero, hay similitudes por ejemplo la infame de las palomas tiene su equivalente pero esta mucho pero mucho mejor llevada aquí.

      los laboratorios también tienen su contrapartida pero son mucho mas amenos, las de brooklin que solo puedes hacer con Miles tal vez son las mas tediosas..

      De sigilo hay bastante menos y también se llevan mejor, no son tan largas.

  5. Leto

    Estupendo análisis. Parece que se confirma la mejora, si es que era posible, en al menos dos de los tres pilares básicos del primero que ya eran excepcionales (combate, balanceo e historia). Mantiene además esa duración bien ajustadita que le vino de perlas al primero, así que nada, reservado ya de cara al viernes y con las ganas a mil. «Boltgun» tendrá que quedarse una temporadilla en stand by, toca salvar Nueva York una vez más.

  6. molekiller

    Clásico 8 verde. Tengo el Morales muy reciente, así que seguramente ya me espero a la versión de PC esperemos que con todo el DLC.

  7. Salva Otero

    ¿En qué dificultad recomiendas jugarlo? Con el Miles y rejugando al remaster tuve que ir de cabeza a «difícil» ya que los combates en normal lo veía con poco reto, más allá de intentar jugar bonito 😛

  8. elsirca

    Me lo estoy gozando bastante, he superado creo que una parte importante ya del juego después de lo de Lagarto que se vio en una demostración del juego. Tiene momentazos y es super épico. Ahora, las fases manejando a Miles o Peter (no a los spiderman) siguen siendo tan malas como las de los dos anteriores, si no le dan un giro al tema, espero que en el 3 las eliminen por completo, porque torpedean el juego

  9. darthbender

    Estoy intentando ir a por platino, seria mi primer platino, normalmente paso pero aquí es bastante asumible y me hace ilusion por ser el spiderman, pero hay dos trofeos que se me resisten, el de volar con las alaarañas y el de las acrobacias.

    He ido volando ya 3 veces del punto a al punto b y no salta el dichoso trofeo, ya no se que hacer…
    Sobre el otro no veo como me puede dar tiempo a hacer las 30 acrobacias aun desde la torre de los vengadores que creo que es el punto mas alto del juego.

    1. darthbender

      @darthbender
      Me respondo a mi mismo… Nada conseguidos ayer en un rato muerto entre misión y misión. Viendo videos al final el de las acrobacias no era como yo creia y es facil de sacar, y tambien al reves de como yo creia el de las alarañas que ese se complico pero bueno sacados. Tecnicamente ya tengo el platino, lo que queda es facil de conseguir.