Juegos rancheros

Análisis de Guacamelee

Análisis de Guacamelee

Supongo que bautizar a un subgénero como «metroidvania» era el paso lógico en 1986, cuando los videojuegos eran un mero juguete del que los niños podrían olvidarse la siguiente navidad cuando Mattel relanzase los muñecos de He-Man o Hasbro se sacara de la manga una nueva facción de Transformers. Digamos que, aunque la industria apuntaba maneras, la etimología le importaba tanto como a la mayoría de su target demográfico, ese que dormía bajo colchas de Spider-Man y prefería la luz del pasillo encendida. En aquel año dos bestias fundacionales como Metroid y el Castlevania de MSX (Vampire Killer, por aquel entonces) se liaban a cabezazos como dos machos cabríos en lucha por una hembra, pero tal era la excelencia de sus mecánicas y tan concretos sus rasgos (exploración, avance no lineal, rutas secretas, poderes y armas que habilitaban caminos antes bloqueados, mucha acción, mucho plataformeo…) que nadie tuvo narices a decidirse por un nombre. Como si lo hubiera planeado una retorcida deidad griega, ambas franquicias se vieron convertidas en gemelos siameses, condenadas a compartir para siempre un pedazo de tejido de la historia del videojuego.

Al amparo de una etiqueta tan específica llevamos algunos años viendo un pequeño renacer progresivo. Espasmos de genialidad como Megaman ZX, Shadow Complex, Cave Story o Aliens: Infestation han hecho que el cuerpo decrépito del subgénero siga manteniendo la lucidez, al menos a ratos. Ahora llega Guacamelee, otro abrazo al paradigma metroidvaniano que no solo cumple con todo lo exigible, sino que además lo hace con una personalidad absolutamente arrolladora en cada una de sus vertientes.

Y es que, joder, es imposible no sonreír con lo nuevo de Drinkbox. Ambientado en un hiperbólico folclore mexicano que nunca existió —uno similar al de Nacho Libre o The Haunted World of el Superbeasto—, controlamos a Juan Aguacate, un aspirante a luchador de lucha libre mexicana al que nadie ha tomado nunca muy en serio en la mexicanísima aldea de Santa Luchita. Solo cuando el esqueleto del Más Allá Carlos Calaca se introduce en el mundo de los vivos para secuestrar a La Hija del Presidente (sí, así se llama) y el Fray Ayayay nos conmina a sacar al luchador que llevamos dentro para rescatarla, será cuando Juan eche mano de la Máscara del Luchador y se enfrente a las hordas del otro mundo con tal de traer de vuelta a su amor platónico de la infancia.

El mundo de Guacamelee es un desenfadado ejercicio de xenofobia bien entendida, un universo plagado de tópicos en cada píxel, donde todos los hombres parecen mariachis o borrachos de enorme sombrero, las mujeres son amas de casa sufridoras y abnegadas, y la comida se resume en huevos rancheros, enchilada y tacos. Los pollos viven sueltos por el pueblo, los niños son seres polvorientos que corren de aquí para allá y todo el mundo habla en un inglés tan mal mexicanizado que sonrojaría a Danny Trejo. Es una ambientación reduccionista y descarada, pero muy divertida y con un sentido del humor no deja pasar ni una oportunidad, y esto es algo que invita a la exploración hasta el extremo y a interactuar con todo ser que nos crucemos. Por poco importante que sea, seguro que tiene un buen chiste bajo el poncho.

Análisis de Guacamelee

Otra pata de la mesa —una mesa cuadrada, de madera gastada, con señales de cuchillos y cercos de tequila— es un despliegue de referencias que se te va la puta cabeza. Guacamelee lanza homenajes a docenas de videojuegos (desde Super Mario, Metroid, Donkey Kong o Zelda hasta Super Meat Boy, Journey, Mark of the Ninja o VVVVV entre muchos otros) y decenas de memes y personajes de internet, como el Grumpy Cat, el Pedobear, el Me Gusta y otros tantos. Es un no parar de guiños y codazos, colocados con gracia y complementándose muy bien con el propio sentido del humor del juego. Es un poco como si ese amigo que se sabe tantos chistes graciosos aprendiera también cuándo debe parar. ¿Os imagináis qué maravilla? Pues ahí está Guacamelee.

Pero como buen metroidvania, aquí lo que os interesa es cómo se juega, y lo cierto es que hay poco que decir más allá de esto: Guacamelee lo hace todo bien. Es así de simple. No solo tiene una estructura del mapeado inteligente, fácil de entender y muy variada, sino que también la distribución de cada nuevo poder está pensadísima y en ningún momento llega ese temido momento en que a uno le pesan tantos viajes arriba y abajo. Cosas como poder convertirnos en pollo o pasar de una dimensión a otra ya deberían seducir a cualquier hombre de bien, pero en Drinkbox han ido todavía más allá implementando un excepcional sistema de combate a base de combos y movimientos especiales que iremos desbloqueando al avanzar. Lo más curioso e insólito es cómo la separación entre poderes de movimiento (doble salto, por ejemplo) y poderes de combate (el upper-cut o la embestida) prácticamente se diluye. Ambas categorías hacen un high five y nos regalan momentos en los que maniobras de combate nos ayudan en el movimiento y viceversa. Es un cóctel de solo dos ingredientes, pero está delicioso y puede que sea precisamente por eso. Como el ron con cola, como el gintonic, como el café con leche, como el ass-to-mouth.

En lo visual es donde Guacamelee apuntala su propia idiosincrasia, entre el videojuego retro y la serie de animación, pero sin caer de ninguno de los dos lados. En manierismos gráficos en los que a veces tropiezan las joyas de Klei Entertainment, Drinkbox ha sabido distanciarse de la estética flash sin olvidarse del colorido extremo, de la línea recta y estilizada y de la animación expresiva dando a luz una pieza que a pesar de su aparente sencillez sabe mostrarse preciosista en muchas ocasiones.

Elementos RPG como la compra de movimientos, una banda sonora fabulosa y un modo cooperativo aportan riqueza a un título magnífico y vibrante en cada aspecto. Creo que la palabra sería «vigoroso». Guacamelee demuestra conocer al dedillo el subgénero en el que se encuadra, dominando cada resorte de la mecánica y entremezclando ideas para un resultado fresco que por si fuera poco soporta Crossplay con la versión de Vita. Quizá el único defecto de Guacamelee es una duración algo ajustada, pero esto es como rechazar a Elisha Cuthbert por bajita: o no te gustan las mujeres, o eres un necio. [9]

Análisis de Guacamelee

Redactor
  1. Dalmore64

    Me lo acabé ayer al 100% y creo que se están exagerando mucho las notas. Está bien, pero es corto de narices y le falta un algo que el Mutant Blobs (siendo juegos muy diferentes) sí tenía. Además da la sensación de que el sistema de combate está algo desaprovechado.

    Ahora, mucho más merecido este 9 que el de Retro City Rampage. Dónde va a ir a parar.

  2. kermit

    No pinjed, no party.

    Y el juego parece una delicia. Me encanta la estética muchaluchiana.

  3. SuGonsis

    Para PS Vita, ¿existe versión física o sólo descargable? Imagino que lo segundo, ¿verdad?

  4. Pep Sànchez

    Qué ganas, mamasita.

    Lo único que me echa un poco para atrás, viendo los vídeos, es el tamaño de los personajes. ¿No son un poco más pequeños de lo que deberían, @pinjed?

  5. rorschacht

    @sucalvo
    Tanto para PS3 como Vita es solo descargable.

  6. Napo2k

    Muy bien el análisis, tengo unas ganas tremendas de pillarme este.

    Sólo un apunte. Has nombrado a los desarrolladores como Juicebox primero y como Drinkbox después 🙂

  7. pinjed

    @pep_sanchez

    En los vídeos lo parece, pero jugando no tuve esa sensación en ningún momento.

  8. Hank_Chinasky

    @pinjed

    Genial análisis, como de costumbre. Una pregunta, se sabe lo que ocupa en la mermory card? porque la tengo apretadita ya…

  9. pinjed

    @napo2k

    Ay, coño, perdón. ¡Gracias!

  10. Antonyo

    Maldita sea, por fin un Metroidvania donde ganar poderes no significa dar hostiacas más fuertes sino una jodida dificultad añadida para pasar niveles de estructura cada vez más compleja, los minutos que me he echado intentando pasarme una sección de plataformas combinando el doble salto, cambio de dimensión, agarre en pared y gancho rojo me ha hecho recordar los niveles más excelentes del Super Metroid, que parece algo que ni todos los indies ni la mayoría de los Castlevania parecen comprender. Un 10.

  11. Kaneda_0079

    Lo estoy jugando (PS Vita), y me ha resultado toda una sorpresa. Un metroidvania con identidad propia.

  12. uncualquiera

    Seguramente caiga (es carne de cañón de PSN Plus y el Mutant Blobs estaba bien) pero me está cansando muchísimo ya el tema del mal uso de los memes en los videojuegos. No hay nada de malo en poner referencias a otros videojuegos porque al fin y al cabo están dentro del metacontexto, pero poner un cartelaco con un ME GUSTA XD sólo tiene como objetivo llegar a la audiencia de jóvenes sin personalidad.

  13. Marston

    A mi me está encantando, es una perla de juego CARNAAAAL!!

  14. Radical Ed

    :bravo: Me has vendido el juego, Pin.

  15. Tito Almo

    QUESALGA EN PC360QUESALGA EN PC360QUESALGA EN PC360QUESALGA EN PC360QUESALGA EN PC360QUESALGA EN PC360QUESALGA EN PC360QUESALGA EN PC360QUESALGA EN PC360QUESALGA EN PC360QUESALGA EN PC360QUESALGA EN PC360QUESALGA EN PC360QUESALGA EN PC360QUESALGA EN PC360QUESALGA EN PC360

  16. Marston

    leído, grandioso análisis! por añadir alguna cosa, decir que puedes usar la psvita como mando para jugar en ps3 y tienes en todo momento el mapa abierto en la pantalla de la portatil, lo cual se agradece y te evitas entrar en menu, yo estoy usando el crossplay por primera vez y mola poder seguir la partida en el curro y viceversa 😉

  17. Hank_Chinasky

    @mrmarston

    your boss must be so proud.

  18. charlescolgao

    Podría ser más largo (que tampoco es corto), pero también es verdad que es un juego sin fases o zonas de relleno, todo esta bien pensado y el ritmo es alto.

    Para mi el mejor juego de Vita después de Gravity Rush y desde luego no creo que las notas estén infladas.

  19. VaciadoMortal

    Lo único que Elisa Cuthbert lleva unos cuantos años de MEH.

  20. ChicoZ

    El único problema, y por lo cual no le cascaría un 10 como un piano es por su duración, pero el juego es prácticamente perfecto en todo lo que hace, es una gozada.

  21. Marston

    hank, por suerte yo soy mi jefe! 😉

  22. Orgullo gamer.

    http://i.imgur.com/ZW3b7.gif

    Na, parece un gran juego y a mi me divierten los bobos estereotipos basados en mi patria. Si estuviera para etsbods o para pici, me lo adjudicaría de inmediato.

  23. Pep Sànchez

    @tito_almo

    Saldrá, saldrá. Como mínimo en Steam, donde han acabado llegando todos los juegos en los que Sony ha puesto pasta con su Pub Fund (Papo & Yo y Eufloria son los últimos, me temo).

    Verlo en 360 igual es un poco más complicado, pero existe una versión para esa plataforma: de hecho, es la que se presentó en la PAX del año pasado (mira los botones).

  24. Cybercalamar

    A lo mejor me he perdido algo, pero no creo que nadie hablase de «metroidvanias» en 1986. Los primeros Castlevania no tienen nada que ver con Metroid. El primero que le copió el rollo fue el Symphony of the Night, que salió en 1997. Además, tanto en éste como en el Super Metroid ya se habían diluido las fronteras entre movimientos de plataformeo y de ataque, por lo que no entiendo tanto éxtasis coctelero al final del artículo. El cual, dicho sea de paso, está muy bien escrito, como siempre.

    El juego no lo he probado pero, en cualquier caso, pinta bien.

  25. ChicoZ

    @pep_sanchez

    Siendo el mando «oficial» de PC y el único con este tipo de soporte, ahora mismo no importa demasiado que ponga los botones, actualmente es raro el juego que no tiene los botones del pad de 360 en PC. Ya se han estandarizado.

  26. Tito Almo

    @pep_sanchez
    Me acabas de dar un alegrón, sobre todo por lo de PC. Respecto a lo de las teclsa del mando de X360 opino lo mismo que @chico_zombye , esa versión que enseñaron en el PAX bien puede ser la de PC.

  27. Selinkoso

    Ya vengo… voy a comprar una tarjeta playstation network.
    Por cierto me acorde de Samurai Jack.

  28. Kirblue

    Elisha Cuthbert / 10

  29. Cooper

    Hola, vengo del podcast. Prometo no posponer textos de Pinjed nunca más. Compren Guacamelee, señores (y señorita).