Nombres y apellidos

Capcom sigue rememorando viejos tiempos con otra colección excelente aunque con algún asterisco a tener en cuenta.

Hay muy pocas compañías que lleven tantos años como Capcom siendo, de una forma u otra, cabeza de cartel del mundo del videojuego. Muy pocas, realmente; os animo a comprobarlo. Las hay más o menos reconocidas o reconocibles; las hay más o menos longevas; pero casi ninguna tiene el historial de Capcom, que durante décadas desarrolló y publicó una cantidad abrumadora de juegos. Algunos no los recuerda casi nadie; otros son literalmente iconos fundamentales del videojuego, tan influyentes y memorables como los que más. Tanta historia tiene Capcom que parece razonable que muchos de sus juegos clásicos vayan relanzándose de vez en cuando, cada tanto tiempo, algunos más a menudo que otros; hace nada se lanzó la Capcom Fighting Collection, más específica (centrada en juegos de lucha, género del que Capcom sabe mucho, con especial énfasis en Darkstalkers) pero igual de poderosa a la hora de recordarnos que en gran medida han sido la creatividad, el talento y la audacia lo que han mantenido el lustre de la compañía japonesa.

Pocas semanas después, le toca el turno a Capcom Arcade 2nd Stadium, un recopilatorio bastante más abierto temáticamente y que parte de la experiencia del salón recreativo para completar y complementar al Capcom Arcade Stadium del año pasado. Como aquel, esta segunda parte reúne 32 juegos que quieren ser una muestra representativa de la producción capcomera desde mediados de los 80 hasta los primeros 2000. Hay de todo: desde Street Fighter Alpha 3 o Knights of the Round hasta SonSon o Hissatsu Buraiken, juegos menos conocidos pero que juegan un papel importante a la hora de darle a esta colección su interés y consistencia.

Podemos partir de SonSon, el juego que se ofrece en esta ocasión como muestra de cortesía. (Igual que en la primera parte, donde la descarga inicial gratuita incluía el legendario 1943, aquí recibes SonSon sin coste pero debes comprar el resto de juegos en un pack que los desbloquea todos y cuesta cuarenta euros. Es una propuesta bastante más sencilla que la del primer recopilatorio, que buscaba ser más versátil agrupando los juegos en distintos packs semitemáticos aunque a mi parecer no consiguiera otra cosa que enfangar y generar confusiones, imprecisiones y fricciones innecesarias; el pago individual, personalmente, me resulta menos sospechoso y sobre todo más cómodo.) Es posible que no conozcas SonSon, o que lo conozcas solo de refilón, o que te suenen algunos de los guiños que hay a SonSon en otros juegos pero no hayas jugado nunca a esta curiosa «adaptación» de Viaje al Oeste, el clásico de la literatura china que también inspiró Dragon Ball, por ejemplo. Es un juego curioso en el que manejas a un muñequito que sube y baja por los cinco carriles que componen el mapa casi en su totalidad; el scroll se mueve automáticamente y tú solo tienes que moverte y disparar, eliminando a los enemigos que puedes y esquivando a los que no. Hay variaciones, por supuesto, pero casi todo el juego es fundamentalmente eso: esquivar y disparar, casi como un shoot ‘em up sobre raíles, por mucho que puedas saltar y pueda ser tentador decir que es un plataformas.

Es también el más antiguo de los juegos de Capcom Arcade 2nd Stadium: hace casi cuarenta años que se publicó, y se nota en su aspecto tosco y sus mecánicas simples, quizá más de lo que hoy es apetecible para mucha gente. Pero si le dedicas unos minutos (es así de viejo: ni siquiera una hora hay que regalarle para que enseñe sus cartas), empiezas a ver pequeñas ideas interesantes; ni siquiera muy revolucionarias o radicales, simplemente recursos discretos pero efectivos con los que SonSon anima a jugar un poquito más. El último enemigo de un grupo da más puntos; de las frutas, que no dan más que unas pocas decenas de puntos, a veces salen unos brotes muy valiosos, pero la única forma de encontrarlos es arriesgarte a estar en movimiento todo el rato; el movimiento constante al mismo tiempo multiplica las puntuaciones y la probabilidad de morir por cualquier tontería, o sea, por no conseguir controlar lo que ocurre en los aparentemente escasos cinco carriles que componen el campo de juego.

Es un juego precioso, pero Capcom sabe que no es un motivo para pagar cuarenta euros; por eso lo regalan. Es una pieza interesante de la historia de la compañía, sin embargo. El director de SonSon fue Yoshiki Okamoto, que un par de años después dirigiría Gun.Smoke, otro de los juegos incluidos en este 2nd Stadium. Gun.Smoke es una auténtica joya; es un juego divertidísimo y de una solidez técnica increíble, un motivo de peso para enamorarse de las máquinas recreativas para cualquiera que lo tuviera delante en 1985. Ese mismo año, por comparar, uno de los juegos más populares fue el influyente Kung-Fu Master, protobeat ‘em up de influencia incalculable pero también mucho menos vistoso que Gun.Smoke. El director de Kung-Fu Master, por otro lado, fue Takashi Nishiyama, que en 2nd Stadium está representado con otros dos juegos dirigidos por él. Por un lado, tenemos Hissatsu Buraiken, un juego muy peculiar por lo que tiene de «yo contra el barrio» en estado embrionario: manejando a un justiciero relativamente anónimo (sabemos su nombre, Ryu, pero nada más, aparte de su método favorito para repartir justicia: la hostia fuerte), debemos hacer frente a hordas de macarras hasta rescatar de su cautiverio a seis chicas secuestradas por el grotesco villano que amenaza Paradise City. Hissatsu Buraiken es básicamente Gun.Smoke con puñetazos y patadas en vez de disparos de revólver; personalmente prefiero eliminar masillas a tiros que cuerpo a cuerpo, así que me inclino más por el juego del oeste, pero Hissatsu Buraiken (que fuera de Japón se conoció como Avenger, aunque en 2nd Stadium no está la ROM norteamericana; solo la japonesa, que en todo caso está en inglés) es un experimento del que se pueden sacar unas cuantas cosas valiosas, entre ellas varias horas divertidas.

Poco antes de irse de Capcom, Nishiyama dirigió otro que igual os suena: un tal Street Fighter. La idea del Street Fighter original era hacer un juego como Kung-Fu Master pero centrado en los combates contra jefes; los masillas y trampas de la primera parte de cada nivel se iban y todos los recursos se centraban en hacer peleas uno contra uno, como las que había en la versión para NES de Trojan, el primer juego de Nishiyama para Capcom. El resto es historia, como se suele decir: todavía hubo que esperar un poco hasta que la segunda parte de Street Fighter se convirtiera en referencia básica para todos los demás de su género —el primero se hace bastante indigesto; me gusta que Capcom no se olvide de él, pero el bueno es el II, obviamente—, pero qué duda cabe de que sin los ladrillos que puso Nishiyama no tendríamos hoy el imponente templo que lleva décadas siendo lugar de peregrinación obligada para cualquier fan de los juegos de lucha. El caso es que Nishiyama se fue a SNK (donde dirigió Fatal Fury, toda una declaración de intenciones) y el proyecto que acabó siendo Street Fighter II pasó a manos de Yoshiki Okamoto, director de SonSon y Gun.Smoke, con Akira Nishitani (después fundador de Arika, ¡los del Tetris 99!) como game designer. Si te fijas, verás que en los niveles de Ryu de Street Fighter Alpha y Super Puzzle Fighter II Turbo hay una tienda que se llama SonSon.

Este tipo de conexiones están por todos lados en Capcom Arcade 2nd Stadium, pero tienes que buscarlas. Es un recopilatorio muy interesante, lleno de opciones de usabilidad y lo que hoy llamamos quality of life que lo hacen muy conveniente. Tiene más o menos todo lo que se puede esperar de un emulador de estas características, y las ausencias que ya se echaron de menos en el primer Arcade Stadium a mí, personalmente, no me han afectado tanto; hablo de cosas como los filtros, todo un tema entre las comunidades de fans de lo retro. Más grave puede considerarse la ausencia de juego online. Aquí sí podría haber hecho Capcom más distinción entre estos Arcade Stadiums y otras recopilaciones parecidas, quizá orientando de manera más clara unas al juego en línea y otras al multijugador local o incluso a las partidas individuales, que al final suelen ser las que más importan. Mencionaba al principio de este texto Capcom Fighting Collection no solo porque haya salido hace menos de un mes, sino porque muchos juegos están en los dos recopilatorios; hemos pasado de creer que Capcom casi se había olvidado de Darkstalkers o Hyper Street Fighter II y de pronto salen dos veces en un mes.

Ya digo que estas cosas podrían importar menos si la comunicación hubiera sido distinta, o si los propios juegos se comunicaran mejor. Como en el primero, en Capcom Arcade 2nd Stadium también hay una serie de desafíos que proponen distintas maneras de jugar, cada una aprovechando de una forma específicas las reglas de los juegos y con tablas de puntuaciones en las que competir con la comunidad. En cierto momento, antes de que saliera el primer recopilatorio, estos desafíos parecían una oportunidad para multiplicar por tres o cuatro las posibilidades de estos títulos tan antiguos, explorando partes muy específicas de su gameplay o retorciéndolos para crear situaciones sorprendentes y nuevas; algo, salvando las distancias, que pudiera recordar a lo que hacían los formidables NES Remix. No fue el caso entonces y no lo es en 2nd Stadium, donde parecen haber puesto el piloto automático a la hora de diseñar los retos: a los comunes, los de puntuación y tiempo, se suman unos cuantos especiales que en la mayoría de casos hacen poco más que aumentar la dificultad o la velocidad y poner un mínimo de puntos más o menos arbitrario para entrar en los leaderboards; en algún caso se activa el modo espejo, por ejemplo, pero poquito más. Supongo que en favor de la coherencia tiene sentido que Capcom Arcade 2nd Stadium no haga mucho más de lo que hizo el primero, pero vuelve a notarse como una oportunidad desaprovechada; recuerdo haberlo comentado ya el año pasado, y esta vez, tanto por la selección de juegos como por la cercanía en el tiempo de otros recopilatorios que pueden solaparse hasta cierto punto, vuelvo a hacerlo porque creo que sería una buena manera de definir mejor la propuesta y darle un valor jugable que supliera la falta de valor documental.

Creo que es importante mencionar todas estas cosas malas, a pesar de que el público de este Capcom Arcade 2nd Stadium ya haya decidido exactamente cuál va a ser su postura y su relación con el recopilatorio antes siquiera de que se ponga a la venta. Me parece bien. Es, imagino, el tipo de público para el que puede funcionar una triquiñuela como la de ofertar Three Wonders, este sí desaparecidísimo hasta hoy, como incentivo de reserva… de Capcom Fighting Collection. (Es decir: si reservabas ese, en la «versión gratuita» de 2nd Stadium, la que solo trae SonSon, también viene Three Wonders; por lo demás, en el bundle con todos los juegos también está incluido.) De momento toca seguir esperando a que la industria del videojuego entienda que nos interesa su historia, la más superficial y también la que seguramente solo pueda contarse desde dentro, en primera persona; mientras eso pasa, colecciones como Capcom Arcade 2nd Stadium pueden ser una buena manera —lamentablemente no la mejor— de conocer de primera mano un pedacito del pasado de una de esas desarrolladoras tan veteranas e influyentes que casi parece que sus ideas no hayan venido de ningún sitio. Vinieron, vinieron; entre otros sitios, de los juegos que hay aquí: de los mejores y también de los menos mejores.

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  1. Gordobellavista

    Yo la manera de comercializar el primero, con los tres packs, sí que me gusta. Obviamente es una maniobra sacacuartos, preferiría todos los juegos a un precio decente y ya, pero como eso no iba a ser, mejor así compartimentado y pillas lo que te interesa.
    Porque además te da la posibilidad de comprar los juegos por separado. Los juegos que me gustaban están todos en el pack 2 menos uno del pack 1 que lo he pillado aparte por 1,3€.

    Lo de la falta de documentación y de historia de los juegos, un drama.

  2. Epetekaun

    No se porque ponen la versión normal del SF Alpha 3, y no la Upper, que también tuvo versión arcade.

    1. Yurinka

      @epetekaun
      Supongo que porque les es más sencillo y barato meter en consola un emulador de MAME (para emular la placa recreativa CPS2, la de Alpha 3) o basado en él que otro que emule Naomi bien (la que usa el Upper). Y bueno, el Zero 3 Upper creo que en arcade no lo sacaron en inglés.

      Editado por última vez 19 julio 2022 | 14:42
  3. Yurinka

    A mi me encantan que hagan recopilatorios de sus recreativas, pero preferiría que todos los recopilatorios de Capcom fuesen juegos standalone DLC de una misma colección: para así abrir uno y tener allí todos los otros juegos que has comprado.

    En Street Fighter 6 parece que hay recreativas de juegos viejunos, molaría mil que detectase los recopilatorios estos que tengas y puedas jugar allí a los juegos.

    En la review echo en falta una lista de los juegos que trae, ya que creo no se mencionan en ella todos.

    Editado por última vez 19 julio 2022 | 14:53
    1. Gordobellavista

      @yurinka
      Estos Stadium están separados entonces, ¿no? O sea, quieres jugar a 1943, abres un programa, quieres jugar al SonSon ese, necesitas cerrar y abrir el otro programa. ¿Es así?
      Pues vaya rollo si es así.

      1. Yurinka

        @gordobellavista
        Si no me equivoco, hay 2 programas separados, cada uno con bastantes juegos dentro: uno es el Capcom Arcade Stadium y otro el Capcom Arcade Stadium 2.

        Dentro de cada programa/recopilatorio puedes moverte dentro de un juego a otro, pero dentro de los que tiene ese recopilatorio.

        Si quieres jugar a un juego que está en el otro recopilatorio, diría que no te sale en el menú/no puedes lanzarlo desde el recopilatorio en el que estas, por lo que tienes que salir de ese recopilatorio y meterte en el otro.

        Es lo que supongo, vamos. Yo compré solo el primero pero hace meses que no lo toco.

  4. Xanday

    Ya me veo lanzando varios juegos hasta que encuentro el que estaba buscando…