Forjarán mi destino / Las piedras del camino

Surprise Attack pasa a llamarse Fellow Traveller Games y se centrará en publicar indies narrativos

La historia de la fundación de Surprise Attack, una distribuidora australiana de juegos independientes, es simple pero llena de significado: su fundador, Chris Wright, trabajó durante unos años en THQ, concretamente en la parte de marketing relacionada con dos estudios australianos —Blue Tongue (responsables de De Blob) y THQ Studio Australia (dedicada sobre todo a adaptaciones de cine y televisión)—, y cuando en 2011 las altas esferas de THQ decidieron cerrara ambos estudios (dos años después se confirmaría su bancarrota final y la liquidación de propiedades intelectuales en una famosa subasta), Wright sintió la necesidad de dejar ese mundo y entrar en el sector independiente, con presupuestos más manejables y la creatividad como eje. Y así nació Surprise Attack.

En estos siete años no le ha ido del todo mal, lanzando juegos de cierto interés como Orwell y su segunda temporada, Orwell: Ignorance is Strength, o la bilogía Framed, que se llevó algún premio la diseño en los IGF y salió a hace unos meses en Switch, pero lo cierto es que tampoco ha sido capaz de destacar ni colocar sus juegos en la escala más alta de la jerarquía indie de cada año.

Quizá por eso, porque, asegura Wright, «cada distribuidora indie debería tener un «sonido distintivo»», un rasgo particular o una forma de hacer las cosas reconocible que le ayude a distinguirse y a hacer que el jugador espere algo más o menos concreto de los desarrollos con lo que se asocia, acaba de convertir Surprise Attack en Fellow Traveller Games, un nombre para su empresa que señala perfectamente el camino creativo que quieren seguir en adelante: juegos que hablen de historias, indies eminentemente narrativos.

Que use la expresión «sonido distintivo» no es casualidad: dice Wright que «las discográficas indies nos inspiraron para fundar esta compañía, y ahora queremos construir una reputación y dotar de cierto aroma a nuestros juegos», explica. «Creemos que el siguiente paso para las distribuidoras indie es ayudar a los creadores a destacar y distinguirse en un mercado cada vez más masificado».

De momento, con un vistazo a su catálogo de títulos en la web antigua (aún activa; la nueva es bastante más bonita), y sobre todo si uno se fija en los lanzamientos aún pendientes de efectuarse, es fácil notar esa repentina atención particular por lo narrativo: Genesis Noir (una aventura poética sobre detener el Big Bang para salvar a tu amada), The Invisible Hand (la experiencia de ser un broker en busca del éxito y el precio a pagar por conseguirlo) o The Stillness of the Wind (sobre una anciana que es la última habitante de un pueblo ya abandonado) tienen ese toque que dice Wright, esa lámina artística y centrada en las historias y quizá en la reflexión sobre temas sociales.

Fellow Traveller ha firmado ya con Chance Agency (que trabajan ahora en Neo Cab, el juego ciberpunk de ser taxista y hablar con los pasajeros) y Jump Over the Age (inmersos en la gestación de In Other Waters, un juego minimalista de exploración submarina extraterrestre a través de una suerte de interfaz similar a un radar) para afianzar este cambio de rumbo centrado en explorar «cómo los juegos cuentan sus historias» y con la nada fácil misión, confiesa Wright, de «atraer tanto a jugadores como a desarrolladores para que se unan a nosotros en este viaje».

Redactor
  1. KilgoreT

    Pues me gustaba más el nombre de antes. Soy más de juegos jugativos que narrativos, pero mucha suerte a estos muchachos.

  2. KilgoreT

    Curiosamente hoy está Western Press de esta gente, rebajado a dos eurillos en la Quisbol