Derrapes y amor Seguero en Drift Stage

No sé, la verdad, cómo se me había pasado la existencia de este juego. Charles Blanchard y Chase Pettit llevan ya unos meses trabajando en Drift Stage, un homenaje evidente a los clásicos arcade de conducción, que estos días estrena tráiler y campaña de financiación en Kickstarter.

Sorprende poco que estén a nada de conseguir ya los 30.000 dólares que piden: el aspecto visual es bastante fenomenal, con esas texturas pixeladas tapando los polígonos que dan forma a coches y carreteras. Le doi mi dies como aproximación moderna a la estética de OutRun, que encaja de maravilla con las aspiraciones del proyecto. «Para resumir mi inspiración en dos palabras: Yu Suzuki. Consideraría Drift Stage un éxito tremendo si captura ni que sea una fracción de la magia que había en algunos de los mejores juegos de carreras de Sega: Super Hang-On, Daytona USA o el infravalorado OutRun de 2006, por decir unos pocos», decía Pettit —mi mejor amigo, desde ya mismo— en Kotaku el pasado mes de julio.

Y lo mejor de todo es que sí, que esta pequeña demo demuestra que han captado la esencia de todas esas maravillas. La conducción es simple, cómoda, pero también inflexible: cuando chocas, el velocímetro baja como si fuera una barra de vida. La clave del asunto está en el derrape, por supuesto, que recuerda poderosamente al de ese magnífico OutRun 2 —más o menos el mismo que Sumo Digital, responsable de varios ports, guardó bien para usar después en los Sonic All-Stars Racing.

La versión de prueba está bastante pelada (un coche, un circuito, un fantasma y, eso sí, ¡modo foto!), pero el juego final tendrá todo lo que se me ocurriría pedirle: modalidades varias, carreteras procedimentales, desafíos diarios, editor de pistas, una banda sonora cojonuda y multijugador, tanto online como local para cuatro a pantalla partida.

Drift Stage debería estar listo en diciembre de 2015, aunque si pones más de 15 dólares en el crowdfunding, como de costumbre, podrás darle antes a la beta.