Un pueblo de Connecticut quiere recolectar videojuegos... para destruirlos

No quería insistir en la polémica porque ya hablamos de esto largo y tendido cuando tocaba, pero a veces la realidad se empeña en volarnos la cara y uno no puede más que presenciar atónito la sucesión de los hechos y escribir lo que ve. La última ya me parece como para beberse una garrafa de ácido y lanzarse por el balcón: por lo visto los bienintencionados habitantes de Southington, en Connecticut, quieren destruir todos los videojuegos. Atención a lo que le ha dicho el director de la escuela del pueblo, Joe Eradi, a Polygon después de preguntarle por la iniciativa del Southington SOS (un ente que representa a los comerciantes, educadores, clérigos, mandatarios locales y la asociación de jóvenes cristianos del pueblo), que consistirá en una colecta de videojuegos, películas y música considerados violentos que serán incinerados el día 12:

Lo que pasó en nuestra comunidad, como en muchas otras ciudades del mundo, es que todo el mundo quería hacer algo por Newtown. El SOS se reunió y buscó la forma de seguir rezando y dando apoyo a Newtown y cómo hacer algo importante por Newtown y nuestra propia comunidad. Hay jóvenes que parecen consumidos por los videojuegos violentos. No estoy seguro de que eso sea bueno. Si esto lleva a una conversación valiente entre padres e hijos, ya es un éxito. Estamos sugiriendo eso a los padres que tengan niños que juegan a videojuegos violentos, que antes de nada miren los juegos. Pedimos a los padres una mayor comprensión sobre lo que hacen sus hijos. Que tengan una conversación sobre el siguiente paso. Si los padres están cómodos con los hábitos de juego de sus hijos, nosotros también.

Bien es cierto que los niños no deben jugar a juegos violentos, o si lo hacen debe ser bajo supervisión paternal. Esto lo llevamos diciendo toda la vida y por eso hay un cuadradito con un número en la portada. El problema es la forma descarada y oportunista de señalar a la industria a sus productos (¡y a la música! ¡hemos vuelto a 1979!) como culpables indirectos de un problema muy concreto. Eso sí, el comunicado oficial esconde la mano bien rápido después de tirar la piedra:

El programa no sugiere que los videojuegos fuesen la causa del brote violento en Newtown el 14 de diciembre, sino que trae el foco de atención hacia la violencia en los medios de todo tipo, incluyendo cine y televisión que historia tras historia muestran un torrente continuo de violencia y asesinato, y en cómo esto contribuye a aumentar la agresividad, el miedo, a ansiedad y la insensibilización de nuestros niños.