Mucho ojo al nuevo juego de Increpare

Slave of God nos lanza de cabeza a lo más hondo de la discoteca

Slave of God nos lanza de cabeza a lo más hondo de la discoteca Para PC y Mac es este Slave of God, el nuevo juego de increpare (al que ya conocíamos de Pirouette). La premisa es más sencilla que su compleja ejecución: entramos, algo alterados por las sustancias, a una discoteca. A partir de ese momento toca explorar: como cualquier sábado noche, vaya. El espectáculo de colores y distorsión visual es singular, y está lleno de pequeños detalles; merece más la pena que lo probéis por vosotros mismos, y que os deis unas vueltas por esta discoteca intentando, ya que estáis, intentar controlar la ansiedad, el pánico y la sensación de estar perdido: esto sí que es un simulador cojonudo. Lo podéis descargar gratis aquí.
  1. Adrià Kent

    A juzgar por la imagen, debe de ser como estar dentro de un cuadro del puto Andy Warhol.

  2. ikky

    dorion dijo:
    A juzgar por la imagen, debe de ser como estar dentro de un cuadro del puto Andy Warhol.

    o la cabeza de Amy Winehouse…

  3. Gatotos

    Simulador de discotecas definitivo para los gordopeceros.

  4. TromboneMan

    ikky dijo:

    dorion dijo:
    A juzgar por la imagen, debe de ser como estar dentro de un cuadro del puto Andy Warhol.

    o la cabeza de Amy Winehouse…

    Ya no.

  5. Yipee

    tromboneman dijo:

    ikky dijo:

    dorion dijo:
    A juzgar por la imagen, debe de ser como estar dentro de un cuadro del puto Andy Warhol.

    o la cabeza de Amy Winehouse…

    Ya no.

    Viene como fase bonus: sólo tienes que bajar el contraste y brillo de la pantalla a tope.

  6. Haaaarrrgg

    yipee dijo:

    tromboneman dijo:

    ikky dijo:

    dorion dijo:
    A juzgar por la imagen, debe de ser como estar dentro de un cuadro del puto Andy Warhol.

    o la cabeza de Amy Winehouse…

    Ya no.

    Viene como fase bonus: sólo tienes que bajar el contraste y brillo de la pantalla a tope.

    pues yo lo veo todo igual, he limpiado mis gafas pero nada