Aunque nosotros, que a pesar de elegantes también somos muy así, hubiéramos preferido uno cubierto con los cristales que quedaron por el set de La Jungla de Cristal, es con cristales Swarovski con lo que está cubierto este Kinect. ¿Jugar a Dance Central mientras te ciega el reflejo incontrolable del bling-bling? Hecho. ¿Temer por tu vida cada vez que tu novio llega a casa borracho y, en su camino hacia la cama, se choca contra todos los muebles? ¡Joder, hecho! ¿Gastar 631 dólares en 5.000 cristales Swarovski cuando podrías gastártelos en salir de fiesta con Britney Spears? ¡RROOAARRRGG!
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Ahora si que si, me lo compro, pero fijo fijo, hoy mismo, o sea lo quiero en mi casa para antes de ayer, no puedo vivir sin el.
Entiendase que es ironia.
¿soy el único que en general (no solo por esto) maldice el día en el que al señor swarowsky le dio por ponerse a hacer cristales? joder, podría haberse dedicado a picar piedra para que ahora se considerase lo más de lo más tener un bolso forrado en cantos rodados en vez de en la mierda cristales de los cojones
Kinect Crepúsculo. Eso sí que es acercarse al mercado femenino.