1.387 despidos en seis meses

Embracer Group ha despedido al 8% de su plantilla durante el proceso de reestructuración

Embracer Group ha publicado su informe financiero referente al tercer trimestre del presente año fiscal, que corresponde con los meses de octubre a diciembre de 2023.

Los resultados de Embracer han confirmado el despido de 483 personas durante este período; sumados a los 904 empleados que despidieron durante el trimestre anterior —que incluía los cierres de Volition Games o Campfire Cabal, así como recortes en Crystal Dynamics o Zen Studios— resultan en un total de 1.387 trabajadores despedidos desde que comenzaron su plan de reestructuración. Esta cifra supone un 8% de la masa laboral de la editora. El informe financiero de la compañía también confirma que los despidos y cierres de estudios que se produjeron entre junio y diciembre de 2023 han supuesto la cancelación de 42 proyectos que no se llegaron a revelar de forma oficial.

Los datos confirmados por Embracer no incluyen las noticias que hemos podido conocer durante principios de 2024: los despidos también han afectado a trabajadores de Lost Boy Interactive, Black Forest Games, Nimble Giant Entertainment o Eidos Montreal, con la consecuente cancelación de un nuevo Deus Ex.

Lars Wingefors, CEO de Embracer Goup, ha confirmado que ya «se acerca la recta final del programa de reestructuración», y que venderán más de sus activos (Gearbox, recordemos, fue puesta en venta en septiembre) para seguir reduciendo sus costes. «Embracer aún tiene en marcha algunos procesos de desinversión estructurados de mayor envergadura que podrían reforzar nuestro balance y reducir aún más el gasto de capital», señalaba. «Los procesos están en fase de maduración. Es importante añadir que algunas empresas podrían iniciar una reestructuración antes de que se anuncie cualquier desinversión. Sin embargo, nuestro principio primordial es maximizar siempre el valor para el accionista en cualquier situación».

El programa de reestructuración de Embracer tenía el objetivo de reducir su deuda neta a 8.000 millones de coronas suecas (unos 711 millones de euros) para el 31 de marzo de 2024, con el cierre del año fiscal. Sin embargo, los resultados financieros confirman que aún se mantiene en los 16.100 millones (1431 millones de euros), y Wingefors ve «poco probable» que alcancen la meta que se habían marcado.