Primeras impresiones de Star Wars The Old Republic

El otro día, tras darme un garbeo por Double Fine, tuve a bien pasarme por LucasArts (gracias a la invitación de Electronic Arts) para saludar a la estatua de Yoda, a los cuadros de Indiana Jones, y también poder probar este esperado Star Wars: The Old Republic. ¿Y esto qué es? Pues el primer MMORPG desarrollado por BioWare y la continuación de la saga iniciada con Knights of the Old Republic, que estuvo nominado como «Juego del año»en los Game Developers Choice Awards, y fue uno de los grandes éxitos de la primera Xbox. En cambio, éste es un juego de rol multijugador masivo orientado al público de PC. Por así decirlo, es un juego sobre el que pesa una gran responsabilidad, pero que a la vez tiene muchas posibilidades para ser un bombazo. Tras haberlo jugado —cerca de una hora una misión en la que manejamos a una soldado— puedo decir que, si bien le falta un poco de trabajo y es necesario pulirlo, parece que BioWare sabrá afrontar el problema y aprovechar la oportunidad. Durante la aventura se plantean misiones —como en Knights of the Old Republic de toda la vida— mediante un gestor de conversaciones al más puro estilo Mass Effect. El control del personaje es cosa de las teclas WASD, pero además con el ratón podemos indicar hacia dónde dirigirnos o a quién atacar. Con los números elegimos qué ataque realizamos, además de tener otras habilidades e ítems. Técnicamente es bastante parecido a Mass Effect, con lo que podemos decir que tiene un nivel muy alto. Pero la pantalla que pude disfrutar tenía una cantidad de enemigos iguales anormalmente alta. Como si de un JRPG se tratase, cada diez pasos, básicamente, tenías algún enemigo que decidía atacarte. Por suerte, a diferencia de lo que ocurre en la mayoría de juegos de rol japoneses, podemos elegir responder al ataque o salir corriendo; vemos desde escenas donde un enemigo no llega a atacarnos cuerpo a cuerpo, pero con todo nos hace daño, hasta momentos en que acabamos con una legión de enemigos siguiendo nuestros pasos y al final en ocasiones tenemos que acabar con todos ellos. El combate a distancia está bastante bien resuelto, pero en cambio en las distancias cortas (recordemos que es un soldado lo que pudimos probar, no un guerrero Jedi) falla bastante. Sólo había una opción que tardaba como medio minuto en recargarse, con lo que si acababan rodeándonos esa legión de enemigos, a uno le atacábamos con ese ataque de cerca, pero a las espadas del resto había que responder con la pistola. De todos modos (supongo que el personaje era de bastante nivel relativo a los enemigos), no era difícil derrotar a los enemigos, y además la recarga de la vida es automática. En fin, lo dicho anteriormente: el juego parece que va a ser una buena secuela de Knights of the Old Republic. Falta ver qué aporta la posibilidad multijugador, pero queda mucho tiempo de desarrollo para que nos sorprenda.