Super Nintendo Wii U

Avance de New Super Mario Bros. U

Avance de New Super Mario Bros. U Poco a poco voy amontonando monedas en New Super Mario Bros. 2, un poco por inercia y otro poco por los retos que me van llegando vía StreetPass, y estoy muy cerca del millón pero me lo tomo con calma; el juego salió a mediados de agosto, pero ya faltan poquísimo más de veinte días para que vuelva el fontanero con New Super Mario Bros. U, estrenando, además, consola; la nueva de Nintendo, Wii U, llega con esta nueva entrega del ya menos nuevo Super Mario, que esta vez tiene el ojo puesto en ese World que de tanta alegría nos llenó en los locos años de Super Nintendo. Viene con mapa, viene con Yoshis, viene con tantas de aquellas cosas que tanto nos gustan; viene, también, con el uso del nuevo mando con pantalla integrada, que no pasará sin polémica, como seguramente ocurra con tantos juegos de Wii U: qué aporta y qué tiene de gimmick es algo sobre lo que se hablará mucho, sin duda. Hace no tanto escribí sobre New Super Mario Bros. U y el segundo comentario que recibió el texto fue
ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO ES UN MARIO NO ASE FALTA QUE DISES NADA MAS PORQUE ES UN PUTO MARIO
Entiendo que es un comentario muy exaltado y que está bien razonar las cosas un poco más, pero hay un punto de verdad en ese pequeño arrebato de demencia: los hay mejores y los hay no tan mejores, pero los juegos de plataformas protagonizados por Mario nunca son malos. Es comprensible cierto cansancio, a pesar de los tres años que han pasado desde el New Super Mario Bros. de Wii; es comprensible sobre todo después de haber visto al fontanero explorando los cuadros de un castillo, limpiando las playas de una isla tropical o de paseo por la galaxia. La vieja fórmula es un paso fácil que se vio con buenos ojos la primera vez, y repetirlo cuatro veces puede parecer excesivo. Lo difícil es hacer algo como Galaxy. También entiendo que estos juegos, no obstante, tienen ciertas cualidades que no envejecen. New Super Mario Bros. U también las tiene: tiene la jugabilidad de hierro que hace que todavía sea posible jugar a los Mario de finales de los ochenta y primeros noventa sin que les pesen los años; tienen cierto estilo a la hora de no pasarse con los añadidos, no desviar más de la cuenta la atención de lo principal, lo importante; tiene ese diseño de niveles por cuadrícula cuidadísimo y tan de Nintendo, ese del que se dice que se examinan los diseñadores que quieren entrar a trabajar en la compañía, como si fuera un test de matemáticas; tiene de su lado, claro, la magia de la nostalgia, la que nos hace emocionarnos un poco examinando el mapa, que tan relacionado está con el de Super Mario World, aunque no exclusivamente. Es en estos dos últimos puntos en los que se resume esa magia de la que tanto se habla (de la que tanto hablamos) al referirnos a Nintendo: esa magia matemáticamente diseñada para atrapar nuestra atención como la atrapan los cartomagos expertos. No hay nada de místico ni de espiritual en todo esto: nosotros jugamos con sus juegos y ellos gestionan nuestra ilusión.
New Super Mario Bros. U, como todo el concepto de Wii U, tiene bastante que ver con eso. Se ve en cuanto comenzamos a recorrer el mapa, lleno de bifurcaciones que llevan a niveles (con sus respectivos nombres: otra referencia) diseñados con firmeza aunque, y a falta de ver lo muchísimo que me queda por ver, menos experimentación que la última entrega para 3DS; de algún modo se nota la mano joven en la creación de la versión portátil. Es bastante impresionante ver a cinco adultos emocionados cuando de un bloque amarillo salen los huevos que anticipan a Yoshi; tampoco impacta poco vernos con la sonrisa incontrolable cuando nos subimos al dinosaurio verde y empezamos a comer cosas.Avance de New Super Mario Bros. U
Hablando de diseño, sí sabe soltarse un poco más la melena el juego fuera de la aventura principal, en los modos extra: Desafío, Partida Turbo y Caza de monedas. No sólo es más fácil ver aquí más experimentación estética (muy chulo el nivel con La noche estrellada de Van Gogh de fondo): también los niveles se prestan más a formas de juego alejadas de lo habitual. Funcionan bien los grupos de niveles de Partida Turbo, donde la clave está en el tiempo y el avance automático del scroll, porque como en la Fiebre del Oro de la segunda parte para portátiles demuestra que los niveles principales están pensados no sólo para ser disfrutables jugados dentro de su contexto (y en parte, luego hablaremos más sobre esto, con hasta cuatro jugadores más) sino también para aguantar un buen montón de vueltas en busca de superar nuestros tiempos con la mecánica de cuantas más monedas coges, más rápido avanza el nivel. Los Desafíos son niveles cortitos donde se nos propone un reto de, hasta donde vi, tiempo, con sus medallas y demás; aquí lo importante es ir a por el super play, a por apurar los saltos al milímetro como aquellos que se graban terminando el primer Super Mario Bros. de NES a velocidades absurdas: no es casualidad que se guarden automáticamente nuestras mejores partidas para que las podamos consultar cuando nos apetezca. Es la Caza de monedas lo que menos me convenció, en gran parte por estar indudablemente pensado para que sean cuatro los personajes que hay en pantalla, peleándose por conseguir el mayor número de pipitas. No soy especialmente fan de jugar a según qué cosas con más gente, y aunque sé que hay muchos fans del multijugador de la versión de Wii de New Super Mario Bros. el caos que se forma en la mayoría de partidas, o quizá lo complicado que resulta lidiar con ese caos para que ocurra algo que no sea totalmente frustrante, no le va demasiado bien a la filosofía de plataformeo de Super Mario. Quizá lo veo así porque el juego vira irremediablemente hasta una experiencia mucho más social, más de party game, menos rígida y más enfocada a la partidita ligera y familiar, pero ya digo: no me convence.
Avance de New Super Mario Bros. UEn Wii U tenemos, además, otro agente del caos involucrado en las ya bastante ruidosas partidas a cuatro mandos: el GamePad, la nueva forma de control con pantalla integrada. Además de poder usarlo como mando normal, y como ya sabíamos, cuando hay alguien jugando con el GamePad su función consiste en, básicamente, colocar bloques en la pantalla en los que los otros personajes pueden subirse; hay más mecánicas, como distraer (o atacar, en algunos casos) a los enemigos o activar algunos bloques sólo accesibles para el que tiene la pantalla entre sus manos, pero el eje fundamental es la colocación de bloques. De ese jugador depende usar sus poderes para el bien o para el mal: ayudar a los demás a alcanzar zonas complicadas o a salvarse de caídas fatales o bloquear tuberías, poner trabas al avance o interponerse en saltos peliagudos para, hablando en idioma llano, tocar las pelotas. Me di cuenta jugando ayer de que sólo cuando el papel de ese jugador pasaba inadvertido era realmente útil; cuando sus bloques, sin dejarse ver más de la cuenta, aparecían en el momento justo cuando les tocaba, sin alborotos ni apariciones frecuentes en la zona de atención de cada otro de los jugadores. Esto es muy aburrido para él, claro. Al contrario, cuando la cosa va de joder al prójimo sí es divertido utilizar el GamePad, pero la experiencia se vuelve pesadillesca para todos los demás. Cuatro jugadores ya me parecían mucho en Wii; uno más, por muy invisible que sea, lo veo inviable para cualquier cosa que no sea el cachondeo puro y duro. Nada más lejos de mi intención que insinuar que a Mario hay que tomárselo muy en serio; a mí, eso sí, lo que me gusta de estos juegos es la sensación de flow que le sobreviene a uno cuando se enlazan muchas plataformas pequeñas seguidas, esquivando bloques con pinchos y cogiendo alguna moneda por el camino; la realización de superar los niveles sin perder vidas y con cierta habilidad de por medio. La experiencia caótica y descocada del multijugador de New Super Mario Bros. U es extraordinariamente coherente con la filosofía de consola para el salón de casa y la captación de atención de públicos tradicionalmente menos interesados por los videojuegos que ha seguido Nintendo con sus últimas consolas, pero a mí me interesa poco y me divierte sólo un poco más.
No falta demasiado, pero de momento sólo hemos visto la punta del iceberg. El buen rato que estuve con New Super Mario Bros. U me dejó ver un juego tan bien hecho como siempre, sobrio en lo que tiene que serlo pero sin cerrarse en banda a cierta desenvoltura muy de agradecer en algunos momentos; Miyamoto estuvo muy fino llamando a su personaje Jumpman cuando lo puso a pegar brincos en busca de la princesa que se había llevado Donkey Kong. Será uno de los más interesantes de Wii U para los aficionados a las plataformas bidimensionales, especialmente para aquellos que guarden con cariño el recuerdo de esas Super Nintendo que se presentaron al mundo con Super Mario World. Incluso ahí hay referencia: no creo que sea casualidad que precisamente el New Super Mario Bros. que más bebe del primer juego de Super Nintendo salga también de lanzamiento con la nueva consola.
  1. sauron

    Genial como siempre @chiconuclear! Que ganas de echarle el guante a la Wii U y a este, Dios!

  2. SavageSteak

    No tengo pensado comprarme la wii u de salida, pero este juego me esta llamando mucho. Se que es otro mario mas, pero sin ser simplemente uno mas. Y el hecho de que tenga un rollo al mario world me la pone «tope dura» sabesh.

  3. KNT

    Pues yo he visto un video mostrando el mapa y no me parece que sea en plan SMW ni de coña…Los mundos siguen siendo los mismos (Colinas, desiertos, zona de nieve, zona de jungla, cañón…) pero no creo que tenga tantas posibilidades como el macro-mapa de SMW.

    Aun asi el juego pinta bien.

  4. tomimar

    Está claro que tiene ese «algo» que tienen todos los Mario Bros: nunca te cansas de jugarlo y rejugarlo por más que pasen los años.
    Y ese «algo» es tan antiguo como los propios Mario Bros, el cual han sabido mantener a lo largo de los años incluso en su paso a 3D hasta el momento presente. Y no es tan fácil como a buen seguro pensarán algunos, solo hay que girar los ojos hacia el pequeño erizo azul de enfrente…

  5. Mendigagarza

    Parece que va bien el asunto, me esperaré a las revisiones para ver si el hype sube, todavía estoy indeciso de comprarla día uno. Veremos…

  6. ikky

    ganazas!
    Me hare con el quizás mas tarde que temprano, pues me gusta espaciar los marios para que no saturen, y aún tengo pendiente el de las monedacas de oro.

  7. mio_tony

    ¿Me estás llamando demente, @chiconuclear?, cuidaíto que tengo hamijos entre los admins, CUIDAÍTO.

  8. eDipo

    niveles diseñados con firmeza, aunque, y a falta de ver lo muchísimo que me queda por ver, menos experimentación que la última entrega para 3DS; de algún modo se nota la mano joven en la creación de la versión portátil.

    Esta impresión ya me sorprendió en el análisis del de 3DS porque es contraria a la impresión que yo tuve. A mí los niveles de NSMB2 me parecen muy sólidos, como dices, pero más convencionales que, por ejemplo, los del primer New Mario. De hecho muy,muy convencionales, como faltos de imaginería, con alguna excepción, eso sí, especialmente en los niveles que hay que desbloquear.

    Claro está que no me he puesto a hacer un análisis comparado y sólo hablo de impresiones, pero con el mono de Mario las semanas antes del lanzamiento del New2 dediqué a rejugar un poco por encima al primero, que hacía años que no lo tocaba, y la sensación es que casi cada nivel tiene algún atrevimiento, o propone alguna mecánica, o condición o algo nuevo. Los niveles de New 2 parecen un poco en plan: mirad chicos, esto es un nivel de Mario, esto lo hace divertido y quien se mueva no sale en la foto.

  9. Trevinho

    You always write damn good, nuclearkid. Damn good (con acento texano).