Popurrí fantástico

Rondita de Reseñas (XXIII): Last Day of Spring, Hell is Other Demons, Divination

En el ajetreado día a día del crítico de videojuegos, hay algunos juegos a los que es difícil dedicarles las mismas líneas que al resto. Sin embargo, por aquí jugamos a muchas cosas de las que nos gustaría hablar pero que se nos acaban escapando; para enmendar ese disparate, en estas Ronditas de Reseñas haremos críticas más breves, pero igual de rigurosas, de aquellos juegos que por hache o por be no nos entran en otro sitio. Un popurrí de nuevos lanzamientos, reediciones, juegos más antiguos… Aquí vale todo, o casi.

Last Day of Spring | por Marta Trivi

 Entre las muchas excusas que en ocasiones nos ponemos para pasar por alto la misoginia, la homofobia o la transfobia en los juegos japoneses —estoy pensando en este momento en Catherine, por ejemplo— está la del retraso en cuanto a medidas de igualdad y derechos que estos colectivos enfrentan en el país. Lo cierto es que tanto las mujeres como las personas LGBT+ enfrentan cada día grandes retos debido tanto a la tradición (en una serie como Aggretsuko se hace patente la presión para casarse a la que se enfrentan, incluso, las jóvenes profesionales) como a un sistema legal que desprotege sistemáticamente a los más indefensos. A día de hoy, el matrimonio igualitario no está aprobado en Japón y, aunque la mayoría de la población se muestra favorable a la idea, con algunas ciudades implantando una especie de unión simbólica, lo cierto es que una medida del estilo se sitúa, según los expertos, en un horizonte lejano. La situación de la población trans es aún más alarmante. Aunque el país permite cambiar legalmente el género impuesto al nacer, las personas que deseen hacerlo deberán, no solo pasar por cirugía de reafirmación sino por una esterilización que se empeñan en llamar voluntaria. Pero aunque las leyes definen al país y afectan a la población, no pueden usarse para justificar la opinión de los creadores. Porque, de la misma forma que algunos desarrolladores japoneses permanecen atados a sus ideas discriminatorias otros, como Hidetaka Suehiro en The Missing, sin ir más lejos, nos han dado una de las representaciones queer más evocadoras de los últimos años. Entre estos desarrolladores pro derechos se encuentra la misteriosa npckc, que dedica su carrera a crear pequeños títulos con los que narra el día a día en la vida de las personas del colectivo LGBT. Su primer juego reconocido internacionalmente fue One Night, Hot Springs, en el que acompañabamos a Haru, una chica trans, a través de las dificultades que encontraba al intentar pasar un fin de semana tranquilo en un baño termal con dos de sus amigas. Last Day of Spring es la continuación de ese título pero, en vez de tener a Haru en el papel principal, aquí seguimos a Erika, la chica que conoció a Haru por primera vez durante el viaje a los baños. Last Day of Spring nos sitúa un año después del viaje a las aguas termales. Haru ha terminado los estudios y se enfrenta a su primer día como «adulta» en un trabajo serio. Erika, por su parte, sigue siendo una estudiante dispuesta a aprovechar las últimos días de vacaciones antes de empezar el tercer año de universidad. Cuando Erika se entera de que la fecha del cumpleaños de Haru se encuentra muy cerca, decide organizarle una celebración por todo lo alto. Sin embargo, y como podíamos prever, las cosas no son tan sencillas como esperaba. Al cambiar el foco en esta ocasión de Haru a Erika, npckc consigue que Last Day of Spring sea un título aún más didáctico que el anterior. El desconocimiento de Erika ante lo que supone ser una mujer trans y los errores que de eso se derivan se representan siempre como algo bienintencionado, mientras que se critica de manera muy sútil a la sociedad japonesa al ser capaz de asumir sin problemas el cambio de era con el nuevo emperador (lo que conlleva un cambio de nomenclatura), pero no el cambio en el nombre o en los pronombres de una persona anónima. En Last Day of Spring vemos como hay planes —en este caso ir a un hotel con spa, una de las ideas más populares en cumpleaños—, situaciones y lugares que, lamentablemente, permanecen vetados para cierta parte de la sociedad. También entendemos un poco mejor la baja autoestima de Haru al verla tener que dar explicaciones constantes sobre su género legal o por qué su nombre no es el que aparece en su DNI. Last Day of Spring sigue la senda que abrió One Night, Hot Spring con personajes adorables, situaciones cotidianas y una clara intención de apelar a la empatía. La desarrolladora ya ha confirmado estar trabajando en una tercera parte que cerrará tanto el viaje de Haru por salir del cascarón como las tramas románticas que se presentan en esta segunda novela visual. Mientras tanto, no solo podemos repetir con One Night, sino que podemos seguir apoyando gracias a itch.io a los creadores que se empeñan en mostrarnos una cara mucho más abierta del tradicional Japón. 

Desarrolla y publica: npckc 
Plataformas: PC, Mac 
Lanzamiento: 30 de abril de 2019

Hell is Other Demons | por chiconuclear

 Dame un arcade y llámame tonto: pocas cosas hay en esta vida que me atraigan más que un juego de acción directo, compacto y que con cuatro cosas te monta un tinglado con posibilidades de ser infinito. Por eso lo que propone Hell is Other Demons me resultó atractivo al instante: un arcade que mezcla los disparos frenéticos de un run and gun, plataformeo exigente y rayano en lo masocore y unos gráficos pixeladísimos y muy barrocos que representan un infierno de esos que solo pueden existir en un videojuego. Y se nota que Cuddle Monster Games, el estudio sueco que firma el juego —formado básicamente por una persona, Hannes Rahm, con apoyo en la música y el sonido; este es su debut comercial—, conoce bien sus referentes. En Hell is Other Demons se pueden reconocer piezas de muchos otros arcades recientes, destiladas y cosidas de, da la sensación, la libreta de obsesiones jugables del propio creador para crear una experiencia que aglutine lo mejor de cada casa. Está la afición por el combo y la exigencia del arcade con niveles hiperdiseñados, en los que los enemigos aparecen justo en el momento en el que tienen que aparecer; está la extensa campaña individual, con su mapa y sus jefes finales y sus tiendas en las que comprar mejoras —que amplían tus capacidades pero solo en la medida en que te lo permiten los slots que tienes disponibles para equiparlas, lo que obliga a pensar qué necesitas o a crear diferentes builds, según la situación— y el modo infinito que empaqueta todo el andamiaje mecánico del juego en una serie de niveles generados procedimentalmente a los que haces frente con distintos personajes, cada uno con una serie de características iniciales específicas; está el pixel art recto y legible pero también la música llena de capas y los efectos visuales vistosos y recargadísimos hasta el punto de la ralentización. Es un greatest hits que se queda a las puertas de labrarse una personalidad propia, de ser por sí mismo sin necesidad de apoyarse en sus referentes. No es algo que tenga que ser necesariamente negativo: muchos juegos, y muchos de ellos firmados por grandes figuras del desarrollo de videojuegos, viven y mueren en sus referencias. En última instancia, el problema de Hell is Other Demons —un juego, por lo demás, inocuo y al que con poco esfuerzo se le puede sacar su jugo, aunque sea menos del que parece al principio— está en algo parecido a la ambición mal medida, más que desmedida, que acaba rebajando con agua su propuesta y haciendo que, juntas, sus piezas sumen menos del interés que tienen por separado. No todos los juegos tienen que ser, por decir uno, Devil Daggers, pero entre esa pureza absolutamente esencial y lo que propone Hell is Other Demons hay una distancia; a Cuddle Monster Games se le ve el potencial, y hay unos cuantos juegos buenos aquí dentro: solo hace falta, para la próxima, desenmarañarlos.

Desarrolla: Cuddle Monster Games
Publica: Kongregate
Plataformas: PC, Mac, Switch
Lanzamiento: 18 de abril de 2019

Divination | por Marta Trivi

 Lo opuesto a la adivinación, al tarot y a otras pseudociencias como el espiritismo o la astrología no es el conocimiento sino la seguridad. No es casual que sea ahora, en una situación crónica de crisis económica que se ceba especialmente en los más jóvenes, cuando vuelven a florecer y a ponerse de moda el horóscopo, la sanación con piedras o la apertura de los chakras. Queremos control. Tener cierta certeza sobre lo que depara el futuro cuando lo que nos rodea son salarios bajos, alquileres imposibles y una situación de emergencia climática con unas consecuencias que, a corto plazo, son imposibles de prever (a largo plazo es la muerte, claro). En Divination la adivinación se presenta como lo que es realidad: un mecanismo manipulatorio que puede resultar peligroso si cae en las manos menos indicadas. Ambientado en un futuro cercano en el que la violencia y el caos dominan las calles, controlamos a una misteriosa figura, posiblemente robótica, conocida por tener un ratio del 100% de acierto en sus lecturas de runas. A lo largo de cuatro semanas podremos realizar cuatro lecturas muy diferentes a seres que buscan alguna certeza entre la incertidumbre que les rodea pero, claro, si conocer lo que les depara el futuro afecta a sus acciones, entonces, ¿hasta qué punto somos responsables de manipular a los demás con nuestras respuestas? Aunque tanto las mecánicas como la narrativa del juego se encuentran un tanto limitadas a causa de su duración, es el worldbuilding del título lo que lo convierte en una experiencia fascinante. En la ciudad en la que se ambienta Divination, Madre, la inteligencia artificial encargada de dirigir a la población, impartir justicia y tomar decisiones gubernamentales ha decidido suicidarse, dejando atrás un texto que anima a otros, robots y humanos, a hacer igual. Este fascinante contexto se dosifica de tal manera que en las diferentes partidas no cambiamos de decisiones solo por ver los distintos finales, sino por comprender un poco más un universo que puede dar mucho de sí. Divination es un juego muy cuidado que en su escasa media hora de duración toca temas como el libre albedrío, la necesidad de buscar un sentido a la vida, o el valor de las acciones individuales. Un título experimental que, al venir firmado por Mojiken Studio, cuenta con el atrevido diseño visual que caracteriza al equipo indonesio aunque en un tono mucho más oscuro que el que acostumbran sus anteriores trabajos. ¿Necesita la sociedad una mano oscura que la dirija o está todo perdido y carente de significado? En Divination, ambas respuestas pueden ser afirmativas.

Desarrolla y publica: Mojiken Studio
Plataformas: PC, Mac
Lanzamiento: 22 de mayo de 2019

Redactora
  1. serxi

    one night, hot springs es el juego más cuqui que hay y no me había enterado de que ya ha salido una segunda parte (porque, al parecer, no está en Steam). A jugármelo ahora mismo que voy.

  2. Howard Moon

    Me deprime que juegos que me molan muchísimo por los temas que tratan me tiren irremediablemente para atrás por su diseño, estética y mecánicas.
    Si el Divination fuera un WRPG feo con mecánicas cutres era compra segura para mi. XD