La industria de videojuegos en el Reino Unido muestra preocupación por el Brexit

Según los datos de UKIE, el único organismo de comercio profesional de la industria de los videojuegos en el Reino Unido, el desarrollo, la venta y el consumo de videojuegos —incluyendo eSports— es uno de los motores de la economía británica y, de cara al futuro, solo puede mejorar. El mercado de los juegos es superior al del cine y la música, tanto dentro como fuera de sus fronteras, y ha producido éxitos mundiales, como Grand Theft Auto V, Hellblade y Monument Valley que han cambiado la industria desde el punto de vista económico, social y artístico. Sin embargo, tanto estudios como distribuidoras son conscientes de la importancia de Europa para aumentar y mantener estas cifras. El Brexit, por tanto, puede suponer un antes y un después en su forma de hacer juegos.

«La industria de videojuegos en el Reino Unido depende del acceso al mercado, el libre intercambio de datos y el talento europeo», ha comentado a GamesIndustry la Doctora Jo Twist, CEO y fundadora de UKIE. «[la industria] se mueve gracias a una fuerza de trabajo global y por eso está a la delantera de la innovación digital y tecnológica». En relación al pacto del Brexit ha comentado que, aunque «no es ideal» al menos presenta la certeza de que el mercado internacional continuará funcionando, especificando que el intercambio de datos seguirá activo, algo que define como «importante para el sector».

El pacto al que hace referencia Twist es el acuerdo al que Theresa May ha llegado con la Unión Europea para pactar la salida del Reino Unida de la comunidad política. May consiguió que la mayoría de sus ministros aprobaran el 15 de noviembre unas condiciones ruptura prenegociadas a pesar de las críticas de los autodenominados conservadores euroescépticos, que piensan que el acuerdo es injusto y compromete la libertad del país para la autodeterminación. Entre las claves del documento que pueden afectar a la industria del videojuegos se encuentran los derechos de los trabajadores con pasaporte comunitario, el libre intercambio de datos que mencionaba Twist, y las nuevas regulaciones de mercado.

En cuanto a los trabajadores, Reino Unido se ha comprometido a respetar los derechos de residencia, trabajo, estudio y asistencia sanitaria para los europeos allí asentados desde antes del 29 de marzo del 2019. No obstante la libre circulación quedará restringida, por lo que la salida y entrada al país será más dificultosa y requerirá de pasaporte. «Estamos contentos de la que contribución de los ciudadanos de la UE en la industria del videojuegos y en el Reino Unido en general vaya a continuar», ha declarado el Doctor Richard Wilson, CEO de la Independent Game Developers’ Association (TIGA), a la vez que expresa serias dudas sobre si los estudios podrán «jugar en igualdad de condiciones» frente a otro tipo de compañías que no son tan dependientes de trabajadores extranjeros. 

«No estamos de acuerdo en que las ayudas a la industria por parte del estado tengan restricciones», ha comentado indicando que quizás esto suponga mayor intervención del gobierno en los estudios, ahora que las ayudas solo proceden de las arcas del Reino Unido. Concluye criticando el actual acuerdo, asegurando que una relación más cercana entre Europa y Reino Unido beneficiaría al final a ambas economías.

Entre UKIE, que actúa en nombre de grandes estudios como Activision Blizzard UK, 505 Games, Take-Two o Microsoft, además de cientos de indies y estudiantes universitarios, y TIGA, que se centra más en los intereses comerciales de la industria del Reino Unido en relación a Europa, ya se representan los intereses de la mayoría de empresas y profesionales del país. Sin embargo, y a raíz de la futura ruptura con la Unión Europea, ha surgido el movimiento anti-brexit Games4EU que, liderado por profesionales, anima a particulares del sector a contactar con sus representantes políticos para intentar evitar lo que para ellos será «un daño serio y sin precedentes a la industria».

Mediante la publicación de un extenso libro blanco han señalado que el brexit será especialmente nocivo para los pequeños estudios aunque todos, desde el comprador al ejecutivo, se verán afectados. Según los datos de Games4EU el cese del libre comercio supondrá un aumento de la burocracia que traerá graves trabas al funcionamiento de los estudios. La incertidumbre durante los primeros meses y años provocará que los estudios de mercado sean imprecisos y aumentará las disputas legales por el uso de marcas, así como por los derechos relativos al consumidor (como las devoluciones).

Señalan que al final todo se traducirá en un sobrecoste que pagará el consumidor y que se producirá tanto en hardware y software como en servicios no relacionados directamente con los juegos, por lo que es más que probable que muchas empresas, especialmente las más grandes, terminen por relocalizarse en otros puntos de Europa, a la vez que muchos trabajadores europeos optarán por no trabajar en el Reino Unido tras el cese de la libertad de circulación. «El brexit supondrá una fuga de cerebros y un retroceso cultural» aseguran. George Osborne, uno de los cofundadores, añade que en el excesivo periodo de transición establecido en el pacto añadirá aún más incertidumbre, lo que para él supondrá una desventaja competitiva a nivel global. «La verdad es que este acuerdo nos deja en una posición aún peor y no agrada ni a los que quieren irse ni a los que queremos quedarnos. Desde luego, no nos es más beneficioso que mantenernos en la UE», continúa, recordando que han iniciado una campaña para recaudar firmas para la renegociación.

Parece que todos los representantes y asociaciones en la industria, se pronuncien de forma más o menos diplomática, coinciden en señalar que la salida del Reino Unido de Europa irá en contra de los intereses de la industria. Producción local para un mercado global en donde las trabas las absorben, en muchas ocasiones y a falta de intermediarios, los propios creativos.