So don’t be afraid to let them show

La tercera entrega de la franquicia busca volver a unos orígenes que se han quedado pequeños. Sin embargo, el equipo de Deck Nine sabe encontrar el encanto en sus limitadas posibilidades.

La primera entrega de Life is Strange es, en el mejor de los sentidos, un juego adolescente. El título de Dontnod se construye a través de las mismas piezas que forman ficciones de culto como Gossip Girl o Pretty Little Liars, poniendo en el centro un misterio que muestra la subyacente podredumbre de sus más que idílicos escenarios. Sin embargo, y a pesar de que los secretos nos mantienen pegados a la pantalla, son sus atractivos protagonistas los que logran convencer realmente a los fans. En el caso de Life is Strange, la relación entre Max y Chloe se convirtió en uno de sus elementos más recordados, por encima, incluso, de los poderes sobrenaturales que añaden ese extra en la narrativa y la jugabilidad.

Pero hablemos un momento de poderes.

Una de las primeras cosas que conocemos de Max Caulfield es su capacidad para «rebobinar» el tiempo, pudiendo deshacer sus acciones y anticiparse a ciertos imprevistos. Y siendo Max una persona insegura, dolorosamente introvertida, esta habilidad (al igual que la fotografía) funciona como una metáfora de su necesidad de control y libertad para actuar. Pero como en toda buena historia de superhéroes, los poderes de Max resultan tan imprescindibles como peligrosos. Por un lado, volver atrás puede ayudarnos a obtener valiosa información sobre nuestros compañeros o la misteriosa desaparición de Rachel. Por otro, alterar el tiempo tiene serias consecuencias en el funcionamiento del universo que pueden afectar, precisamente, a aquellos a quienes deseamos cuidar. 

A pesar de que el componente adolescente fue lo que hizo de la primera parte un juego tan popular, de cara a la secuela los desarrolladores de Dontnod se decantaron por una aproximación bastante más ambiciosa y compleja. La celebrada inclusión pasaba al centro, con una trama política en la que la América de Trump, la cultura y la familia eran revaluadas bajo la mirada de un adolescente biracial en un viaje de huída tras un incidente relacionado con la brutalidad policial. En lugar de inspirarse en las ficciones juveniles al estilo de los de la cadena norteamericana CW, en esta segunda parte los desarrolladores recurren a los tropos de la road movie, haciendo que cada uno de los episodios tengan una temática y ambientación totalmente diferentes que, en conjunto, representan las diferentes enseñanzas que necesita Daniel, el hermano menor del protagonista.

Una de las decisiones más inteligentes en esta secuela pasa por trasladar los poderes telequinéticos del personaje principal a su hermano. De esta manera, la lección que aprendimos en el primer juego, la de que estas habilidades tienen también un reverso tenebroso, adquiere aquí nuevos matices al convertirnos en los responsables, no de su uso, sino de la educación del joven que los tendrá que utilizar. La responsabilidad —personal, social y civil— es uno de los temas centrales del argumento y, de nuevo, las habilidades sobrenaturales están ahí para apoyar el discurso narrativo y la caracterización del personaje principal.

Entonces llegamos a Life is Strange: True Colors. Desarrollado por Deck Nine, responsables de Before the Storm, toma la decisión consciente de apartarse del camino señalado por la segunda parte para volver a los parámetros de la ficción adolescente que tan bien funcionaron en el primero. La protagonista —en este caso mayor de edad— es Alex, una joven huérfana, criada en una serie de casas de acogida, con el poder de entrar en contacto con los sentimientos de los otros. La historia se inicia cuando Alex abandona el hogar para jóvenes en el que ha pasado los últimos años para mudarse con su hermano mayor a un idílico pueblo de las montañas de Colorado. Desde el punto de vista dramático, el reencuentro de los hermanos, separados ocho años atrás, tiene el suficiente interés como para impulsar la primera parte de la historia, en la que Alex tiene que hacerse a los nuevos vecinos, a su trabajo de camarera y a las nuevas amistades. Sin embargo, todo cambia cuando un sospechoso accidente acaba con la vida de su hermano. A partir de ese momento, los elementos más costumbristas del relato se entremezclan con la investigación de lo que podría ser un grave encubrimiento. 

Desde el mismo momento en el que fue anunciado, los poderes de Alex se convirtieron en uno de los elementos más llamativos y comentados. Según los desarrolladores, su intención es explorar la forma en la que nos afectan nuestros sentimientos a través de un personaje con el don de la superempatía. En los primeros tráilers, el funcionamiento de los poderes se mostraba a través de un aura multicolor que, en parte, buscaba justificar la elección del título mientras funcionaban como apoyo visual a un concepto complejo. Sin embargo, dentro del juego los poderes de Alex no están correctamente desarrollados. Los colores de las auras no salen del tópico «rojo es enfado, azul es tristeza» y no nos sirven de ninguna forma para entender mejor a los personajes y descubrir nuevos secretos. De forma efectiva, la superempatía de Alex funciona a modo de telepatía que nos permite leer los pensamientos de los secundarios, siempre que se encuentren en un estado emocional alterado. Así, la rabia del duelo en la mujer de nuestro hermano nos servirá para ayudarle a superarlo, de la misma forma que la tristeza de Steph nos dará la clave para acercarnos a ella y ganarnos su confianza. 

Extrañamente, no solo podremos «leer» los sentimientos de las personas sino los asociados a diferentes tipos de objetos, sirviendo esto para aprender más sobre nuestros nuevos vecinos y sus vidas antes de nuestra llegada. No obstante, este detalle convierte los poderes de Alex en una amalgama de conceptos bastante caótica. De base, la protagonista es capaz de conectar con otras personas gracias a la posibilidad que le dan los sentimientos para conocer sus secretos. Sin embargo, en contadas ocasiones podemos ver cómo esta empatía puede usarse para «absorber» conscientemente estos sentimientos, liberando a la persona de su carga, o cómo puede llevar a que perdamos el control, al sentirnos dominados por los sentimientos de los demás. 

Las pequeñas inconsistencias en el funcionamiento de los poderes, que parecen adaptarse a las necesidades narrativas de resolver el misterio de la muerte de Gabe, se hacen mucho más evidentes al notar que ninguno de los amigos de la protagonista parecen realmente afectados al conocer que es capaz de «leer» sus emociones y secretos sin ningún tipo de consideración en relación al consentimiento y la privacidad. A pesar de que el diario de Alex nos informa de algunos problemas pasados en relación a su superempatía (la depresión de un compañero hizo que pasara días sin comer y la rabia de otro la metió en más de una pelea), estos poderes carecen de sentido metafórico en relación a la trama y la caracterización de la protagonista, que parece desde el principio una buena chica sin ningún tipo de dificultad para conectar con los demás. 

La trama, como pasaba en la primera entrega de la saga, mezcla historias secundarias y escenas de corte mundano con la investigación y la resolución de la muerte de Gabe. Y aunque True Colors tarda bastante en despegar debido a los diálogos sobrexplicativos de su primer capítulo, conforme pasamos más tiempo en Haven más idílico nos parece. Los personajes, especialmente los secundarios, tienen un carisma y unas historias interesantes que nos invitan a conocerlos poco a poco, olvidándonos incluso de las necesidades de la historia principal. La vida en el pueblo, así como sus costumbres y peculiaridades, se van revelando a buen ritmo culminando en un encantador tercer capítulo que podría funcionar (al estilo de The Awesome Adventures of Captain Spirit) como un inolvidable standalone.

Una de las novedades de este True Colors es que el diseño nos permite explorar el pueblo a placer, como un minúsculo mundo abierto en el que podemos ayudar a un vecino a encontrar a su perro entre nuestro turno en el pub y nuestra visita a la tienda de discos. Aunque las ocasiones de «auténtica libertad» son menos frecuentes de lo que podríamos desear, desde luego resultan muy agradables y genuinas, especialmente si las disfrutamos lentamente, inmersos en la exploración y la apuesta musical del juego. Desde el punto de vista técnico, este True Colors es un verdadero paso adelante, en el que la expresividad de Alex y los secundarios marcan un nuevo techo en la franquicia. En este sentido, también hay que destacar el trabajo de la debutante Erika Mori, capaz de hacer de Alex un personaje mucho más carismático de lo que marcan sus líneas de guión.

Life is Strange: True Colors supone una vuelta a los orígenes de la franquicia que busca conectar de nuevo con todos aquellos que no terminaron de encontrarle el gusto a las aventuras de Daniel y Sean. Sin embargo, en ocasiones los paralelismo con el título de Max y Chloe son demasiado evidentes, y restan rotundidad a un juego que, por otra parte, cuenta con bastantes aciertos. El cambio de estudio no ha sentado nada mal a Life is Strange. Deck Nine ha sabido encontrar aquello que necesitaban los más fervientes fans de la saga.   

[ 7,5* ]

*Si tu favorito es Life is Strange 1 redondea para arriba. Si prefieres Life is Strange 2, para abajo.

Redactora
  1. Sergio

    Muy fan de la mecánica de redondeo en las notas

    1. Lucas S

      @sergio-2
      +1

      Editado por última vez 22 septiembre 2021 | 00:43
  2. lukiat

    Excelente el análisis, lo estaba esperando para terminar de convencerme (lol). Como fan del 1, creo que este me va a gustar bastante.
    Lo que si una duda, @martatrivi , entre la historia y el deambular por el pueblo, ¿cuantas horas puede llevar? Saludos!

  3. Von Braun (Baneado)

    Creo que me toca redondear para arriba. Nice!

  4. MrHanekoma

    Como alguien que se compró Life is Strange 2 y se quedó por el camino por el tiempo tan largo que tardaron en sacar los capítulos, me alegra mucho que hayan dejado la estructura de sacarlo a trozos y que salga todo del tirón.
    No sé si me gustará este y creo que me voy a esperar al texto con spoilers que Marta ha mencionado en twitter.
    Me habría gustado que hubiera sido mas redondo desde el principio, ya que este juego es un poco la declaración de intenciones de Deck Nine y si no consiguen ese impacto narrativo que consiguieron Max y Chloe es posible que la franquicia solo sirva para cumplir y ya está

    Edito esto solo para decirle a Marta que chapó por poco a poco irse cargando el sistema de notas

    Editado por última vez 9 septiembre 2021 | 18:51
  5. NahuelViedma

    Jode bastante que la mecánica de la superempatía no haya llegado a buen puerto. Suerte para nosotros que no se carga el juego.

  6. Nanomaxine

    Me encantaron los dos anteriores y aunque me toca redondear a la baja, creo que True Colors no me va a decepcionar.
    Hubiera preferido no saber sobre la muerte del hermano de Alex, aunque suceda pronto en la historia y pueda ser en cierto modo previsible 🙁
    Buena análisis @martatrivi

    No se sabe nada de si saldrá en Game Pass, no?

    Veo que en el primer tráiler que se mostró del juego ya se menciona la muerte del hermano, pero no lo recordaba…😅 sorry!

    Editado por última vez 9 septiembre 2021 | 23:25
  7. Mominito

    Muy interesante la nota, me gusta más este formato.

  8. fnxvandal

    Juro que me lo leo conforme me lo termine, que quiero leer el análisis mientras lo analizo también jajajajjajaa en definitiva todos los análisis están coincidiendo en esa valoración final, a mi me da miedo porque lloré muchísimo con el 1 y el 2 más de lo mismo, desde la perspectiva de Sean… que mal lo pasé joder, mi pequeño Daniel u.u pero a ver que tal este, a ver si saco tiempo y me lo puedo empezar esta semana…

  9. EldelbarHax

    Que gracia lo del redondeo, en mi caso redondeo hacia arriba