Gotta go fast

Juegos Olímpicos Tokio 2020: El Videojuego Oficial

SEGA se aleja del realismo de los simuladores deportivos para ofrecer un party game desenfadado y para todos los públicos.

Casi dos años después de su lanzamiento original en Japón, llega ahora a las tiendas de todo el mundo el videojuego oficial de los Juegos Olímpicos de Tokio. SEGA no ha especificado el motivo del considerable retraso en su publicación internacional, pero es fácil intuir que la posibilidad de que el evento se cancelase ha tenido algo que ver. Por suerte, si todo sale según lo previsto, el próximo 23 de julio la capital nipona vivirá al fin sus segundos Juegos; y es por eso que en el resto del mundo ya podemos dejarnos las yemas de los dedos aporreando botones en este desenfadado simulador deportivo. 

Como en todos los títulos de esta temática, Juegos Olímpicos Tokio 2020: El Videojuego Oficial tiene un importante componente de celebración. Es como un souvenir jugable. De forma optimista y evocadora, la cinemática de introducción muestra imágenes icónicas de la ciudad y enseña las diferentes pruebas, mientras que la pantalla de título incluye un indicador de los días que quedan para el inicio del evento. Esta presentación contrasta con los vídeos promocionales del juego, en los que el énfasis está puesto en el cachondeo de los disparatados trajes con los que podemos vestir a los atletas, en los movimientos especiales de fantasía y, claro está, en el tremendo disfraz de Sonic.

Precisamente, el equilibrio entre la celebración y el meme es una de las características más llamativas del juego. Es un contraste que sorprende, ya que lo habitual en este tipo de títulos desde mediados de los 80 era que apostasen por una estética más realista. De hecho, comparar su aspecto visual era una forma de comprobar la propia evolución tecnológica del medio interactivo. Juegos Olímpicos Tokio 2020: El Videojuego Oficial, en cambio, rompe con esa regla no escrita y apuesta de forma decidida por un aspecto visual más desenfadado y caricaturesco.

En lugar de encargar el juego a una de sus divisiones, como fue el caso de London 2012: The Official Video Game, desarrollado por SEGA Studios Australia; en esta ocasión la producción ha corrido a cargo de los estudios internos de SEGA en Tokyo. De hecho, el título comparte gran parte del equipo con Mario & Sonic at the Olympic Games Tokyo 2020. Me parece algo significativo, ya que, al fin y al cabo, son los Juegos que se organizan en su propio país. Mientras navego por el menú principal, me viene a la cabeza que, quizá, desde SEGA se ha planteado esta edición como algo personal, casi como una cuestión de orgullo propio.

Y quizás va siendo hora de hablar de las pruebas y de los modos de juego. En total se incluyen 18 disciplinas deportivas (ver cuadro adjunto), un número correcto si tenemos en cuenta la gran variedad que hay entre todas ellas. No faltan las imprescindibles pruebas de atletismo, como los 100 metros lisos, el salto de longitud o el lanzamiento de martillo; como tampoco un par de pruebas de natación u otras disciplinas típicamente olímpicas, como el judo. Sorprende, eso sí, el gran número de deportes de equipo que también se incluyen en forma de minijuego, como fútbol, baloncesto, beisbol, rugby o vóley playa.

Personalmente, echo de menos algunas disciplinas que siempre han sido bastante habituales en este tipo de producciones, y que muy difícilmente podrían acabar teniendo cabida en otro contexto. Me refiero a pruebas como la gimnasia, la halterofilia, el salto de altura o el tiro con arco, por poner algunos ejemplos. Creo que representan una carencia importante dentro de un título que, en cambio, incluye varios deportes de equipo que sí cuentan con videojuegos propios que recrean con mucha más profundidad y realismo esos deportes en cuestión. Diría que la elección de las diferentes disciplinas se ha realizado teniendo más en cuenta la naturelaza party game del título que a partir de la voluntad expresa de reproducir la variedad de pruebas de los Juegos Olímpicos. Considero que el diseño general de la experiencia tiene más en cuenta la pachanga multijugador de pruebas como el fútbol, el baloncesto o las carreras BMX, que minijuegos más individuales y de precisión como las disciplinas mencionadas anteriormente. En cualquier caso, no creo que sea una decisión fallida. Después de unos días jugando mi percepción es que SEGA ha logrado un equilibrio adecuado entre las pruebas individuales y las de equipo; y al mismo tiempo, las diferentes disciplinas son muy diferentes las unas de las otras.

Las disciplinas que incluye el juego:

– 100m lisos
– 100m vallas
– Relevos 4x100m
– Salto de longitud
– Lanzamiento de martillo
– 100m estilo libre (natación)
– 200m estilos individual (natación)
– Judo
– Escalada deportiva
– Tenis de mesa
– Tenis
– Béisbol
– Baloncesto
– Fútbol
– Vóley playa
– BMX
– Boxeo
– Rugby

Atrás han quedado los tiempos en los que los simuladores olímpicos era simples machacabotones al estilo Track & Field. Efectivamente, las pruebas de velocidad siguen dependiendo en gran parte de este viejo esquema de control, pero el número de variables a tener en cuenta se ha multiplicado. Cada disciplina se juega de forma diferente y cuenta con su correspondiente tutorial. Hasta aquí nada realmente nuevo. Lo que sí es interesante es cómo el juego va presentando nuevas mecánicas y trucos de cada disciplina a medida que se va jugando. De esta manera, una prueba que las primeras veces podía parecer de sencilla ejecución se va enriqueciendo con más posibilidades que el jugador debe ir desbloqueando. Todo ello sin olvidar el componente fantasioso y exagerado de los movimientos especiales con los que cuenta cada disciplina.

Las mecánicas secundarias hacen que cada prueba gane un plus de complejidad y son las que acaban marcando la diferencia en los niveles de dificultad más altos o en las partidas competitivas en modo local u online. Es una idea interesante para hacer que el juego sea accesible para todo tipo de jugadores, pero al mismo tiempo ligeramente más complejo para los más entusiastas. Por otro lado, la traslación de las acciones de los atletas a los botones del mando está bien planteada. En muchos casos las mecánicas no son completamente nuevas, pero sí están pensadas para quitarnos de la cabeza que esto es simplemente un juego de machacar botones. De hecho, cuenta con un pequeño elemento de estrategia desde el momento en el que es posible modificar atributos de los atletas como la técnica, la potencia o la velocidad.

En general, el diseño de las disciplinas individuales es más satisfactorio que el de los deportes de equipo. Por decirlo de otra manera, ni el minijuego de tenis es como Virtua Tennis, ni el de futbol es como Virtua Striker, ni mucho menos el de baloncesto llega al nivel de un NBA 2K. Es evidente que este tipo de comparación no tiene ningún sentido, pero al mismo tiempo es inevitable. Aproximarse al juego como un party game es la opción más recomendable.

A esto último contribuye enormemente el editor de atletas, una de las características más llamativas del título y en la que se aprecia el tono desenfadado que SEGA ha querido darle al producto a pesar de la “seriedad” de contar con la licencia oficial del Comité Olímpico Internacional. De hecho, una de mis divertimentos favoritos durante estos últimos días ha consistido en personalizar a mi atleta de las maneras más estrambóticas posibles. ¿Llevar armadura medieval en los 100 metros lisos? ¿Escalar enseñando las nalgas con un fudoshi de sumo? ¿Jugar a tenis de mesa vestido de traje? Y, claro está, el disfraz de Sonic; sin duda, la vestimenta estrella del juego. El estilo caricaturesco de los personajes y de los trajes, así como la forma estereotipada –pero inocente bajo mi punto de vista– con la que el juego representa los rasgos físicos de los atletas de cada país, le dan un toque cómico del que carecían anteriores entregas. 

Hubiese sido una lástima que los primeros Juegos Olímpicos que Japón celebra desde que existen los videojuegos comerciales –con la excepción de los Juegos de Invierno de Nagano del 98– no contasen con su correspondiente versión video lúdica. Por suerte, SEGA se ha hecho cargo del juego y ha dado forma a un simulador olímpico desenfadado y para todos los públicos que cumple perfectamente su función. A primera vista, Juegos Olímpicos Tokio 2020: El Videojuego Oficial puede parecer un título menor. Sin embargo, después de todo lo ocurrido desde que hace dos años se publicó originalmente en Japón, que ahora podamos jugarlo en el resto del mundo bien puede considerarse un pequeño triunfo colectivo. [7]

Colaborador

Periodista especializado en videojuegos desde hace casi dos décadas. Actualmente, coordina la sección de ocio electrónico de La Vanguardia y colabora en diversos programas de radio. Compagina su trabajo en prensa con sus clases de ‘Historia de los videojuegos’ en los grados universitarios y másteres de ENTI-UB..

  1. JuanCardReyn

    Albert una pregunta: si el Mario & Sonic no nos enganchó, ¿hay alguna razón para creer que este pueda hacerlo?

    1. AlbertGarlo

      @juancardreyn
      No he jugado suficiente a los Mario & Sonic y no sabría decirte. En este caso, es un juego muy parecido a otros que han salido sobre los Juegos Olímpicos, aunque con una estética más «cartoon». Como explico en el texto, me ha parecido muy correcto todo. Simpático, fresco, bien. Sale a precio reducido, que siempre ayuda.

  2. BlogdeBori

    El sexto párrafo está repetido en el séptimo.

    Por lo demás, como siempre Albert, gran texto. Yo llevo varios días jugando y pasándolo en grande con el juego. En dificultades altas se vuelve puñetero y es complicado pillarle el punto para ganar algunas pruebas. Por lo demás, está divertido, la personalización y los disfraces hacen que sea aún más loco y destila grandes dosis de cariño, que es lo importante.

    ¿Se sabe si habrá actualizaciones con nuevas pruebas? En los trofeos hablan de «las 18 pruebas originales» y han tenido tiempo de preparar algunas nuevas (las que tú mencionabas que faltan, por ejemplo) para llegar a tiempo a la inauguración de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 en 2021.

    1. AlbertGarlo

      @blogdebori
      Desde que el juego salió en Japón han tenido tiempo para preparar más pruebas, desde luego. xD

  3. ballan

    Ya tenían la mitad del trabajo hecho con los minijuegos de los Yakuza.

  4. Potajito

    Es complicado meterlo como «party game» cuando no pueden jugar más de dos jugadores en local. Es un buen juego, pero que podría ser excelente si se hubiera planteado más como party game, más como el Mario y Sonic.

    Además, es criminal que, teniendo un editor de personajes genial y con muchísima gracia (la mitad de las risas es ver a tu señor vestido de pirata haciendo escalada), el segundo jugador sea un «invitado» y no se pueda personalizar en nada su avatar.

    1. BlogdeBori

      @potajito
      En local se puede, pero es un poco rebuscado. Tienes que hacerle un perfil, conectar ahí el segundo mando y luego editarlo. Vamos, un lío.

  5. Ganbare

    Pues posiblemente cuando lo vea a 15 euribors me haga con el juego, porque pinta divertido.