Perlana voladora

Análisis de Crimson Dragon

Análisis de Crimson Dragon

Lo lógico sería empezar este texto con una pequeña introducción sobre la venerada franquicia del Team Andromeda, pero no me apetece. No le haré ese favor a Crimson Dragon. Lo siento, pero jódete. Por malo.

No lo quisimos ver, pero supongo que la cosa estaba clara para un juego nacido de la desesperación. Microsoft no sabía qué hacer con Kinect en Japón y los de Grounding, con Yukio Futatsugi a la cabeza, no podían decir que no; en 2010, cuando se anunció Project Draco, Kickstarter todavía no era una opción. El hambre y las ganas de comer, pues, se pusieron a trabajar en el sucesor espiritual de Panzer Dragoon. Y lo terminaron. Y después, no antes, decidieron cambiar la cámara de 360 por el mando de la One. Pero ya daba igual.

Crimson Dragon arranca mal, entregándote una «recompensa diaria» muy de Facebook, muy de free to play: unos pocos miles de monedas, alguna poción y toma, también, comida para el dragón. Mejor seguir y no hacer preguntas, piensas.

Análisis de Crimson Dragon

Es posible ignorar aquello durante un rato, cuando te cuentan una historia familiar sobre jinetes, bichos voladores y una extraña enfermedad que está convirtiendo Draco en un planeta especialmente inhóspito. Es posible ignorar aquello incluso cuando empiezas a jugar; ahí sigue ese shooter sobre raíles contemplativo, de control eficiente, orgulloso de ser simple, con la clásica de fijar varios objetivos primero y disparar después como mecánica principal. Ahora no se alterna eso con la pistola del muchacho, sin embargo, porque los dos ataques disponibles en cada momento —alternas entre uno y otro con el gatillo izquierdo, se usan con el gatillo derecho— son cosa de los dragones. Los hay de varios tipos, que pasan a estar disponibles a medida que vamos subiendo de nivel, con atributos ligeramente distintos y poderes elementales diferenciados; el fuego gana al viento, que a su vez es vulnerable a la luz. O algo así.

Análisis de Crimson Dragon

Bueno, va. Porque tampoco sería justo que esta mediocridad hiciera olvidar lo que vino antes, sí voy a rescatar el artículo que en 2008 dediqué a Panzer Dragoon. Entonces se hacía lo que se podía, pero creo que queda claro por qué es una de mis sagas favoritas.

La cuestión es que la variedad de habilidades y la posibilidad de aprender nuevas aporta menos de lo que podría parecer, porque la gran mayoría no son lo bastante divertidas y los combates no acaban de ser estimulantes.

En cierto momento, no sé si cuando crees haber repetido una pantalla por error, cuando la curva de dificultad parece hacer cosas raras o cuando descubres que te quitan dinero cada vez que seleccionas una misión, lo ves claro. El absurdo sistema de monetización y los peajes que obligan a volver atrás en busca de más objetos o experiencia destrozan totalmente la estructura y el ritmo del juego.

Incluso si consigues avanzar sin tropiezos, los entornos se reciclan una y otra vez para dejar claro que el diseño de niveles no importa lo más mínimo: visitas una y otra vez ese océano lleno de extrañas formaciones blancas, con ligeras variaciones el tipo de enemigo y en su patrón de aparición. Cada misión está dividida en tramos intercambiables y sin gracia, objetivos repetitivos —cárgate a todos esos, recoge las balizas flotantes, dale caña a un jefe final y poco más— que se puntúan sin que importe lo más mínimo; nunca sabes si se supone que estás listo para matar a ese enorme gusano o deberías evolucionar antes y por eso es normal que se te escape. Falta dinamismo, mucho, en vuelos desganados que ni se plantean lo de contar pequeñas historias con sus trayectorias y cambios de rumbo, como sí hacían de forma magistral Panzer Dragoon Orta o Kid Icarus: Uprising.

«LOS ENTORNOS SE RECICLAN UNA Y OTRA VEZ PARA DEJAR CLARO QUE EL DISEÑO DE NIVELES NO IMPORTA LO MÁS MÍNIMO».

El resto de nuevas ideas no funcionan mucho mejor. Las contadas secciones de vuelo libre son poco claras por culpa de una cámara horrible y el sistema de alquiler de compañeros se queda a medias; no está mal lo de poder contratar al dragón de otro jugador para que te ayude —hacen falta dos para hacer el ataque especial— durante un número limitado de misiones, pero ni siquiera puedes filtrar los resultados de la búsqueda aleatoria en función del daño elemental que más te conviene o mejor te complementa.

El resultado es uno de esos juegos pesados y cargantes donde la sensación de progresión se limita a números y a barras, a menús totalmente ajenos a la partida; no hay ningún vínculo con los personajes, que tampoco se relacionan entre ellos. Cómo iban a hacerlo, si lo único que ofrece Crimson Dragon a nivel narrativo son imágenes estáticas con subtitulos y diálogos con hologramas.

Y a pesar de unos pocos planos más o menos bonitos y de no muchas más criaturas moderadamente vistosas, el juego es más bien feo. Porque no se molesta para nada en disimular que es un juego para la anterior consola de Microsoft y porque la dirección de arte está lejos de la referencia; todo se da un aire, pero todo es menos elegante y más dejado que en Panzer Dragoon. De los veteranos que habían trabajado en esa franquicia, solo Saori Kobayashi cumple con sus melodías muy, muy parecidas a las de entonces.

Porque eso es lo que había que hacer: retomar el camino donde lo había dejado Smilebit con un título inteligente y concentrado, porque el formato descargable a precio reducido era ya la respuesta a la corta duración. Crimson Dragon renuncia a casi todo para poder tener lo que no necesita. Prefiere ser insignificante y largo, porque así sacará más partido de sus fabulosas microtransacciones. Lástima que por el camino se haya olvidado de nosotros, que éramos los únicos dispuestos a pagar por él. Así no. [4]

Análisis de Crimson Dragon

Redactor
  1. kalebra

    Decepción absoluta. Aún recuerdo mis buenos vicios con la Saturn al original. En fin, descanse en paz.

  2. SAINTS

    joer que bajon despues de leer esto….yo que le tenia esperanzas aun …^^U

  3. ikky

    madre mia…¿como coño pueden haberla cagado con el antecedente que tienen?

  4. Long Drong

    Muy mosqueado con la forma que se les ha ido de las manos las microtransacciones.

    El Forza 5 es un juego con alma fre 2 play; esos grindeos exagerados, recordándote todo el tiempo comprar tokens, sin clubes, sin poder regalar coches, casa de subastas etc.

    Entiendo que quien no tenga tiempo para jugar pueda pagar para ‘ahorrar tiempo’, pero vamos, no mezclemos cosas!

  5. Angelclow

    El Segero que llevas dentro te hace analizar monstruos de estos, luego pasa lo que pasa. Me ha gustado el análisis, le «doi mis dies».

  6. AdrianXunkeira

    😮

    Tengo el de Xbox aqui en casa y me parece maravilloso, ¿como pudo escupir en la saga de esta manera su propio creador?

    Que Sega los demande o algo.

  7. HAYATO

    Como fan de la trilogía original (en especial del Azel Panzer Dragoon), me temía que este Crimson Dragon no iba a dar la talla, pero no me imaginaba una debacle semejante ni por asomo. How the mighty have fallen!!

    En fin, tendré que desempolvar mi PDSaga PAL (lo tengo en alguna caja por casa) y darle caña en el emu SSF para calmar la morriña… 🙁

  8. Prezades

    Uf vaya palo,que pena de verdad,que pena.

  9. Bonilauri

    Después de leer la retrospectiva creo que me voy a agenciar un emulador para darle al Azel Panzer Dragoon, alguna recomendación? (si es para OSX, mejor)

  10. Égida

    Pero bueno, ¿hay algún juego de Xbone que no tenga microtransacciones?

  11. timofonic

    @bonilauri dijo:
    Después de leer la retrospectiva creo que me voy a agenciar un emulador para darle al Azel Panzer Dragoon, alguna recomendación? (si es para OSX, mejor)

    ¿Usable? Ni para Linux, que yo sepa.

    Tienes SSF en Windows…
    http://www7a.biglobe.ne.jp/~phantasy/ssf/

    Y en cuanto a los libres…
    Demul en teoría tiene soporte, pero no veo nada. Yabause es el emulador de Saturn que nunca termina de ser usable, parece ser que tiene pocos desarrolladores detrás.

  12. Motorhell

    Y muy generosos que habéis sido con ese 4 creo yo eh XD

  13. tocapelotas

    @pep_sanchez
    Quiero que sepas que ese artículo tuyo de 2008 (2008 ya!!!??) hizo que jugase el Panzer Dragoon Saga en un emulador de Saturn y a mi también me pareció uno de lo mejores juegos de la historia. Que juegazo por Dios. Lo jugué 10 años más tarde pero te aseguro que lo disfrute tanto como tú 😉

  14. IronicSonic

    «Lo lógico sería empezar este texto con una pequeña introducción sobre la venerada franquicia del Team Andromeda, pero no me apetece. No le haré ese favor a Crimson Dragon. Lo siento, pero jódete. Por malo. »

    crack

  15. AdrianXunkeira

    @ivb1973 Se les debió traspapelar la nota con la del A Link between Worlds, que tiene un 6´5 xD

  16. Epetekaun

    Para esto que hubieran reeditado en HD el glorioso Panzer Dragoon Orta. A día de hoy se sigue viendo y jugando tan bien como cuando salió.
    Por lo menos no han manchado el nombre de Panzer Dragoon, algo es algo.

  17. landman

    Que decepción, si ha decepcionado a Pep, está claro que como seguero me decepcionará igual, sobretodo por las grandes expectativas que le teníamos puesto. En fin, visto esto ni esperanza a que Sega se anime a portear sus viejas joyas… Zwei, Azel y Orta: tres joyazas en mayúsculas.

    EDITO: Pep, parece que estoy leyendo opiniones contrarias a tu único punto a favor:
    «Almost half of the soundtrack is now attributed to Jeremy Garren, or at best to «Saori Kobayashi & Jeremy Garren». The tracks now sound like a remix of Saori’s work. At times it sounds more like something out of Halo or a blockbuster movie, and Saori’s unique Panzer Dragoon style is often lost in the changes.» http://forums.thewilloftheancients.com/viewtopic.php?t=3917

    Que dices al respecto? sin duda la música de los trailers antiguos me daba buenas vibraciones, pero saber que Microsoft la ha cambiado toda…

  18. ninten

    Cuánto amor por esta saga, se huele la indignación, me habéis convencido para emular algo de lo viejo.

    PD: inhóspito (por tocar un poco los huevos)

  19. Pep Sànchez

    @nintendoking

    Tarde, pero lo he visto. Gracias por la corrección; de tocar los huevos nada, faltaría más.