AIBÓ, AIBÓ

Análisis de A Game of Dwarves

Análisis de A Game of Dwarves Dwarf Fortress es una especie de roguelike en ASCII, pero donde gestionamos, de forma indirecta, una colonia de enanos con el objetivo de montar una fortaleza y no sucumbir a invasiones, enfermedades, hambre o locura. El problema es que Dwarf Fortress tiene tantas capas de gameplay superpuestas, tantas complicaciones innecesarias, tantas variables ocultas para el jugador, que le impiden a uno saber si está haciendo las cosas bien o conduciendo su colonia al desastre; tiene, sobre todo, una interfaz tan horrorosa y anti-intuitiva que más que jugar que se lucha, se muere, y después se muestra el pene electrónico en los foros. Si miramos por encima A Game of Dwarves, puede parecer una evolución de Dungeon Keeper, Dungeoneer, Imagina Ser Dungeon Master o algún juego de gestión de recursos con algo de combate. Si prestamos un poco más de atención, y no nos fijamos sólo en los referentes AAA, veremos que A Game of Dwarves es, en realidad, una simplificación de Dwarf Fortress. Análisis de A Game of DwarvesA Game of Dwarves podría ser el juego perfecto para quedarse con lo bueno del Dwarf Fortress, desechar la paja y tener una experiencia de juego similar, pero sin la parte de pelearse con la interfaz y ver tutoriales para ver cómo comerciar o hacer una simple granja. No lo es. Tanto en campaña como en modo libre, empezamos con una pequeña base, y a partir de ahí asignamos profesión a nuestros enanos (granjeros, investigadores, mineros, constructores o militares), minamos para conseguir distintos materiales (oro, piedra, hierro, u otros más avanzados como mármol o titanio), y usamos esos materiales para comerciar o crear objetos para hacer la vida más fácil a nuestros enanos. Con la granja garantizamos comida o madera. Con unas pocas camas y una mesa para servir la comida, nuestros enanos tienen sus capacidades básicas cubiertas. A partir de ahí, las decoraciones mantienen a los enanos felices (y, por tanto, más productivos), las mesas de trabajo permiten que nuestros investigadores consigan puntos de habilidad, y los muñecos de entrenamiento que nuestra milicia suba de nivel. Con el dinero incrementamos el límite de enanos de nuestra colonia; necesitaremos una gran cantidad de militares en las misiones más avanzadas. El juego tiene un sistema de control indirecto. Excepto un comando de teleportación (que sirve a partes iguales para recuperar enanos atrapados en el propio agujero que han cavado, como para suplir la deficitaria IA de nuestras tropas), nosotros marcamos la acción, y algún enano de la profesión adecuada irá ahí a hacerla. Nuestro campo de juego es en tres dimensiones, por lo que podremos construir a varios niveles, y aunque es algo complicado mover la cámara en un mundo 3D, especialmente cuando tienes que ir marcando las zonas a excavar (y por tanto, en la pantalla sólo ves el negro de las zonas inexploradas), es suficientemente intuitivo, excepto por el detalle de no poder ver los techos, que hace difícil saber si hay algo valioso justo encima de nosotros.
Análisis de A Game of DwarvesSi os habéis atrevido alguna vez a probar el Dwarf Fortress, nada de esto os resultará nuevo. El único cambio notable (además de la simplificación) son los puntos de habilidad, generados por los investigadores, que vamos colocando en un árbol de habilidades para desbloquear nuevos objetos (como puertas o trampas), especializaciones de nuestros soldados, o mejorar velocidad, puntos de vida, elementos de la granja, dando una ligera progresión más allá de lo que escavemos. Desgraciadamente, el deseo de simplificar la complejidad de Dwarf Fortress ha hecho que los desarrolladores se pasaran de frenada. Los únicos enemigos que aparecen están en cuevas que iremos cavando por voluntad propia o porque es el objetivo del nivel, en modo campaña, y no aparecerán hasta que cavemos un tunel desbloquando un acceso a la cueva. Además, sin sorpresas, el mapa nos indica donde están esas cuevas, nada de cavar por minerales y liarla parda sin querer.
Y ese es el único reto que nos encontraremos. El mantenimiento de nuestra fortaleza es insultantemente fácil. Al cabo de un par de minutos ya tendremos un sistema completamente sostenible, que dará comida de sobra para nuestros enanos, madera en exceso para poder vender (y conseguir un suministro infinito de oro), puntos de habilidad regularmente y aunque la felicidad de nuestros enanos descenderá rápidamente a cero (a no ser que llenemos nuestra fortaleza de decoraciones) a medida que cavamos, los efectos son mínimos. Análisis de A Game of DwarvesAsí pues, el único problema real al que nos podremos enfrentar (y eso será con bastante frecuencia) será confiarnos demasiados y abrir un camino a una zona con enemigos cuando no tenemos una fuerza militar suficientemente potente (el juego suple la excesiva facilidad de gestión metiendo enemigos de nivel altísimo). No hay invasiones, no hay sorpresas, no hay una necesidad real de gestión. Simplemente avanzar a la siguiente caverna, mejorar nuestra milicia, matar nuestros enemigos (los enanos acabarán por si mismos con la amenaza, a pesar de la IA horrorosa), y seguir avanzando a la cueva más cercana. Este tipo de desarrollo, donde nos olvidaremos de nuestra base al cabo de pocos minutos y simplemente iremos avanzando y matando (y creando nuevas camas y mesas en cada territorio conquistado, para evitar que los enanos tengan que volver a la base para comer o dormir) hacen inservible las trampas o las defensas. Y el estar siempre avanzando y dejar la base olvidada tampoco hace demasiado atractivo lo de construirse una fortaleza bonita, con paredes de mármol, habitaciones separadas y llena de decoraciones. Podría extenderme más sobre los gráficos, las misiones secundarias, lo cansino de estar siempre creando escaleras cuando los enanos cavan hacia abajo, los divertidos «corre que te pillo» que se crean con los enemigos, debido a la cutre AI de combate y la falta de colisión entre personajes, los puntos de influencia para conseguir algunas ventajas, la historia y muchas más cosas. Pero, ¿para qué? Como juego de estrategia es fallido, porque no hay estrategia. Como metadona para fans de Dwarf Fortress tampoco sirve. Como sucesor de Dungeon Keeper, tampoco. Está bien como pasatiempos, porque no requiere demasiada atención, o si te atrae mucho la mecánica o la temática. Y quizás, por la poca concentración necesaria, hasta puedes aprovechar, mientras juegas a A Game of Dwarves, para ver en un segundo monitor vídeotutoriales de Dwarf Fortress. [5]
Usuario
  1. Txanke

    Se agradece el analisis @dondepre ya que estaba pensando en pillarmelo, una lastima.

    Ahora la unica esperanza de jugar a un buen sucesor de Dungeon Keeper que me queda son los chicos de Subterranean Games. Si no conociais su proyecto echadle un ojo.

    https://subterraneangames.com/

  2. Happy Cat

    Excelente y decepcionante análisis. Esperaba este juego como algo menos Dwarf Fortress a lo que jugar. Voy a tener que esperar al simulador de prisiones.

  3. Lord of the Trolls and Casinos

    Dwarf Fortress es algo más que gestionar una fortaleza, no olvides los resfriados y los dolores de cabeza!!!

  4. Radical Ed

    Creo que no hay nadie que no tuviera esperanzas en este juego… Salvo @d31m0s, claro. Una pena.

  5. Spayder26

    La respuesta a vuestras plegarias es Towns, en desura y steam (gracias a greenlight). @dondepre ¿Para cuando un análisis?

  6. Orgullo gamer.

    Una lastima. Yo quería jugar este juego, sin meterme en las complicaciones que represenraba el Dwarf Fortress.

  7. Hikaru

    Nunca he jugado al Dwarf Fortress, es más: no sabía ni de qué iba. Tan sólo lo conocía porque cuando salió Minecraft era una de las «inspiraciones» que se le achacaban. Ahora que he leído el análisis me ha molado el tema y me ha picado el gusanillo de la gestión, qué me recomendáis parecido al Dwarf? Towns, como menciona @spayder26?

  8. David Llort

    @spayder26 dijo:
    La respuesta a vuestras plegarias es Towns, en desura y steam (gracias a greenlight). @dondepre ¿Para cuando un análisis?

    Lo acabo de comprar, he visto que hoy mismo lo han subido a Steam. Análisis dentro de unos cuantos días, o semanas, ya veremos.