El nuevo juego del universo SUPERHOT se ambientará en Japón

El estudio japonés GameTomo, con la colaboración del equipo responsable del juego original, ha anunciado mediante un comunicado en su web estar trabajando en SUPERHOT JP (título provisional), una nueva entrega dentro del universo SUPERHOT que adaptará su atractivo gameplay a la ambientación propia del país. En sus propias palabras el juego irá de «esquivar balas y disfrutar de unos baños termales». Entre las localizaciones propuestas por el estudio se encuentran los castillos samurais, los callejones tokyotas, bares de karaoke, vagones de trenes balas y, al parecer, todo los tópicos fascinantes que asociamos a esta cultura asiatica.

El título, que puede ser considerado más como un spin-off que como una secuela, se lanzará como mínimo en PC y PS4 y contará con entre 15 y 18 niveles clásicos, 3 o 4 niveles infinitos y un catálogo de armas que incluirá por primera vez el arco y la flecha. A pesar del interés que pueda generar la franquicia, GameTomo prevé publicar el juego primero en Japón y, posteriormente, llegar al resto del mundo.

Game Tomo, que es el publisher japonés del juego original, solo ha trabajado con anterioridad en un título propio, Project Nimbus, un juego no demasiado llamativo que parece inspirarse en las copias menos interesantes de Neon Genesis Evangelion. No obstante, y tras la salida del juego de cartas oficial, todo indica que aún nos queda slow motion para rato.

SUPERHOT es un título independiente, publicado durante el 2016, cuyo novedoso sistema de combate y su sencilla premisa (el tiempo se mueve cuando lo hacemos nosotros) lo hizo destacable y reconocible. Sin embargo, su análisis del título, mi compañero Víctor dejaba claro que SUPERHOT es mucho más que mecánicas:

El caso es que es importante tener presente que en SUPERHOT encarnamos a un jugador que juega a un videojuego y que a sus autores les encanta romper la cuarta pared y dirigirse a nosotros, algo que utilizan a menudo como una brillante herramienta del guion. La interfaz retrofuturista lanza los cabos necesarios para hacer que esos niveles en apariencia desconectados —un bar, un callejón, una estación de metro, una cárcel, un ascensor, un museo o el hall de una mansión— acaben formando un contexto con sentido y que la historia, a pesar de las elipsis y los agujeros de información, se intuye y se disfruta como pocas. Este formato se une a ejemplos como Emily is Away o Her Story, donde la interfaz informática recibe un barnizado de tensión emocional que contribuye un poco más a la inmersión.

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