¡Eh, tú, bebe agua!

Tres minutos #5: Amor de verano

Es gracioso que, aunque ahora reniegue de los meses calurosos, aunque odie el olor a cloro de la piscina o cómo los zapatos me hacen rozaduras por culpa del sudor (no quiero hablar de lo de los muslos, eso es algo muy intimo), cuando era niña adoraba el verano. La estricta rutina veraniega a la que mi madre nos sometía a mi hermano y a mi incluía playa por la mañana, comidas acompañadas de Tang (de naranja siempre), videojuegos a la hora de la siesta, piscina vespertina y asalvajamiento callejero hasta las doce de la noche, si es que no pedíamos cinco minutitos más. Y es curioso porque la experiencia de casi todos los que me rodean es bastante similar. Tal vez, en lugar de playa, la rutina veraniega incluía varias semanas de campamento. Quizás pasaba por cuadernos de verano, paseos en bicicleta o por mañanas infinitas viendo dibujos animados, pero todos coincidimos: era una época especial. Era lo mejor. Y cuando crecemos, por desgracia, se va al traste.

Aunque los veranos desde la adultez suelen estar relacionados o con viajes (si somos de esos afortunados que tienen vacaciones) o con trabajo, lo cierto es que gracias a la ficción tenemos una serie de imágenes asociadas a la temporada que están muy presentes más allá de nuestra propia experiencia. Barbacoas en un jardín, estrellas fugaces y cervezas frías forman parte de un imaginario colectivo internacional al que, en España, tenemos que sumar las ferias de los pueblos y los míticos cines de verano. Pero si hay un sentimiento asociado al calor es el del amor. Un amor tan breve e intenso como inolvidable. Con fecha de caducidad.

Hoy, en Tres minutos, exploramos cómo los desarrolladores independientes han hablado del verano. Desde un amor  impersonal que no nos duele, hasta batallas playeras libres de quemaduras del sol. Eso sí, sigue siendo importante beber mucha agua. Jugar sí, pero hidratados.

Tres minutos #5: Amor de verano

El trabajo de Nina Freeman siempre es interesante más allá del juego en sí. Estamos ante una de las pioneras del videojuego autobiográfico y el simple atrevimiento de usar el medio para un tipo de expresión personal tan íntima ya es algo notable. Precisamente la cita playera que propone la desarrolladora en su último título da más que hablar por sus fallos que por sus aciertos. Por lo que intenta que por lo que consigue. En Beach Date vemos a Freeman acompañada de Jake Jeffereis (que también ha trabajado en el juego) en una solitaria playa durante una tarde de verano. Controlando la mano izquierda de la desarrolladora tendremos que intentar realizar las acciones típicas de una velada en pareja (no, esas no) como comer unas patatas, beber algo de vino o juguetear con la arena. 

Lo llamativo de la propuesta es que Freeman no ha sido capaz de mantener la contundencia que sí tenían sus otros trabajos. De aferrarse a la idea o la sensación que quería transmitir y ponerla en el centro para construir desde ahí. Y es raro dada su experiencia. Porque, mientras que en Mangia era capaz de hablar del dolor usando solo texto o en el celebrado Cibele podía usar las mecánicas para transmitirnos el sentimiento de acercamiento a otra persona, en Beach Date no consigue canalizar el momento de intimidad en pareja y hacerlo llegar al jugador. ¿Qué se necesita para hacer un buen juego autobiográfico? Más allá de técnica, creo que lo importante es la sinceridad. Y la cita de Freeman parece más una de esas imágenes colectivas que un momento real.

Tres minutos #5: Amor de verano

«¿No es extraño que el universo sea tan grande pero estemos aquí solo los dos hablando?» Friary Road, precuela de No Longer Home, se ambienta en una de las primeras noches de verano tras una barbacoa que está llegando a su fin. Bo y Ao, los dos únicos remanentes de la fiesta, discuten si es hora de volver a casa o no hasta que, contemplando la inmensidad de las estrellas, la conversación se torna mucho más profunda. Como estudiantes universitarios, ambos lamentan no haber tomado las decisiones correctas sobre su futuro o no cumplir con las expectativas de sus padres, mientras que temen ese momento en el que tendrán que vivir como verdaderos adultos sin la protección que supone la universidad. Y, como es natural, se preguntan si están solos. Si, más allá de ese jardín o de este planeta hay otras dos personas que comparten sus inquietudes y sentimientos. Por supuesto, sí las hay. Solo que al otro lado de la pantalla.

Hay verdadero arte en la manera en la que los guionistas de Fiary Road consiguen hacer trascendente unos sentimientos tan universales y, por tanto, inespecíficos. Pero no podemos dejar de lado el hecho de que la ambientación nos sumerge en el ambiente propicio para la solemnidad. En cierto sentido, la propuesta de Humble Grove usa sus cartas de la misma forma que Finji las maneja en Longest Night, uno de los dos minijuegos que precedieron a Night in the Woods. Aquí los creadores demuestran verdadera maestría al saber reconocer cuáles son los elementos de la ambientación que van a despertar los sentimientos adecuados en el jugador. Si hablamos de juegos de verano, en Friary Road las vacaciones, el carbón de la barbacoa y la brisa fresca en la cara son tan reales que se pueden oler.

Tres minutos #5: Amor de verano

Pero basta de melancolía (¿qué es esto, el otoño?) el verano es tiempo de acción. De hacer castillos de arena, jugar al volleyball, aprender a tirarse de cabeza en la piscina y destruir el tanque de nuestro contrincante sin importar las bajas casuales. Beach Hell Tanks!!! recrea con fidelidad el verano mediterraneo presentando una playa situada en el infierno en que la que sillas y las sombrillas salen volando al paso y las pelotas hinchables pueden convertirse en tu peor enemigo. Un divertido competitivo en el que el objetivo es destruir el tanque rival, no con bombas, sino con pelotas hinchables claramente inspiradas en las azules de Nivea. ¿Se podría hacer mejor? Claro que sí. Introduciendo al típico jubilado que a las 7 ya está cogiendo sitio en primera línea aunque luego no baje hasta las 10. Pero la perfección no existe y aquí no podemos pedir más. Beach Hell Tanks!!! un divertido competitivo, bastante pulido para un juego de jam. Una buena opción para refugiarse de calor y remitirse a tiempos y lugares mejores. A otros julios pasados donde no había Tres minutos porque me pasaba el día cogiendo olas en las playa. No sé. Es un ejemplo sin más.

Redactora
  1. AndresBaez

    aunque odie el olor a cloro de la piscina

    Como diría Olivia Colman en La favorita, Marta Trivi, te retiro mi confianza. Me dejo el articulo para la noche.
    PD, a fuego con Choquejuergas (emoji de llamita) (emoji de llamita)

  2. Sei_Ishimaru

    El veranito, si es así, da gusto!

  3. octal

    Gracias por la canción XD

  4. Ampastre79

    Tang si, pero de limón!

  5. Mijel

    Dios, la canción..ya te vale xD

  6. Sams

    Cuando llega el calor los chicos se enamoran