Y esta vez controlado por voz

Stifled, otro juego de terror por ecolocalización

Por algún motivo en el último par de años han aparecido algunos proyectos que parten de la misma premisa: ponernos en el pellejo de un personaje que no tiene o ha perdido la capacidad de ver y que ha desarrollado o adquirido la habilidad sobrenatural de generar imágenes en el cerebro a base de ecolocalización. O lo que es lo mismo: un biosónar cuyas ondas de sonido nos permiten dibujar el entorno cual Daredevil inofensivo. Es una idea estupenda que por sí misma ya resulta interesante aplicada a mecánicas más o menos tradicionales, como podría ser el terror de exploración tipo Amnesia.

El primero que recuerdo de este corte es Dark Echo, un juego de terror minimalista en lo visual y un poco extraño, pero que prometía arrojarnos al pánico colándose por nuestros oídos, a base de sonidos locos y situaciones de alto estrés auditivo. Luego llegó Perception, un proyecto mucho más convencional (una chica ciega exploraba una casa infestada de amenazas) pero con un aspecto visual muy seductor al aplicar esa suerte de visión especial a las habitaciones y la propia mansión. Y ahora nos toca hablar de Stifled, que va en una dirección parecida.

De hecho viendo el primer tráiler se podría decir que parece casi una mezcla de las dos propuestas: la manera de representar esa especie de oído 1.5 o de vista 0.5 une en un mismo estilo ese minimalismo de líneas blancas sobre fondo negro pero esta vez para formar contornos detallados del mobiliario, los objetos y, ojo, los putos tentáculos que vienen a por nosotros.

Lo que distingue a Stifled de los otros dos es que aquí las ondas que nos revelan el entorno no se emiten pulsando un botón, sino con la voz: a través de un micrófono podemos ir haciendo sonidos de intensidad o duración variable para ver con más o menos precisión lo que nos rodea. Y si en lo que nos rodea hay algún tipo de amenaza, mantenernos en silencio para no atraerla pero sin que sea silencio absoluto para poder ver por dónde vamos. Tiene pinta de ser algo muy tenso e inmersivo, una experiencia que los que nos quedamos paralizados y mudos frente a situaciones de pánico podemos disfrutar con cierta calma, pero que los que tienden a gritar o jadear van a vivir de una manera mucho más jodida e intensa.

El juego ya está en Steam Greenlight esperando apoyo y pendiente de hacer pública una demo en la que, dicen quienes la han probado, se incluyen cositas tan bien pensadas como la posibilidad de lanzar objetos al otro lado de la estancia para distraer a los monstruos y permitirnos ver, o asociar la emisión del biosónar a un botón por si no nos apetece hablar solos por el micro como unos locos.

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