
Ni un poco de vergüenza
Girl Fight sigue mostrando personajes
Cuando tu reputación como desarrollador te la trae floja, proyectos como Girl Fight tienen bastante sentido: sexo implícito, controversia en un momento en que el machismo del medio parece muy preocupado con este asunto y un sistema de juego que funciona. Y no es que las hostias funcionen por calidad, sino porque da la sensación de que se han copiado referencias como Dead or Alive sin aspirar a nada más que lo que se ve: que con esos modelitos la apuesta está en las risas, la indignación y el pajerismo adolescente.