Cuando Adam Butcher tenía 14 años, a principios de los 2000, el mundo del videojuego era un poco distinto al de hoy en día. Las comunidades de desarrolladores indie ya existían, pero ni Steam había nacido aún ni la distribución digital era todavía algo palpable y más o menos estructurados. Se usaban palabras como shareware o freeware sin tener mucha idea de qué significaban y eran las grandes compañías las que se repartían casi todo el pastel de la industria. Si alguien hacía juegos en su cuarto lleno de pósters y figuritas era porque le apetecía hacerlo, no por dinero, así que la visión de una carrera profesional a partir de ese primer proyecto era algo que ahora suena factible pero en aquella época era una fantasía ingenua.
Eso no detuvo a Adam, determinado como estaba a crear el juego que siempre quiso jugar. Tobias and the Dark Sceptres era un plataformas con puzles lleno de mazmorras y jefes intermedios, con una amplia variedad de mecánicas y una atención especial por el detalle, o al menos así se sucedía la realidad en el cerebro de Adam el adolescente. Con esa idea en mente se puso manos a la obra, y lo que parecía algo que podría hacerse en un verano se alargó ligeramente. Unos trece añitos de nada, casi la mitad de su vida.
Las razones de tan catastrófico desarrollo las expone el propio Adam en el vídeo con el que ha acompañado al por fin estrenado juego. Es un título gratuito, razonablemente divertido aunque muy amateur, pero creo que es en la explicación que ha colgado en YouTube donde uno puede encontrar más valor. No es casualidad que el tipo se dedique a escribir guiones y dirigir películas: se comunica maravillosamente bien y la forma en que explica los cómos y porqués de tan ineficiente organización de su proyecto, lo que él ha bautizado como Aaaaaa! o Las Seis Aes, son una simpática fuente de conocimiento mucho más profunda de lo que parece en lo superficial.
La gestión de la ambición, la higiene técnica y formativa, la optimización de los tiempos, la coherencia con tus propias posibilidades, la importancia de ser flexible con el plan establecido y el saber cuándo rendirse (el albatros metafórico de la obsesión, que siempre vuelve). Parece todo muy lógico, muy relativo al sentido común, pero Adam cree que es importante que sus errores así de bien explicados sirvan para ayudar a otros a no cometerlos. Y de rebote quizá su encantador vídeo sirva para inspirar y motivar a quienes estén empezando a hacer sus primeros juegos. Porque como dijo Rami Ismail en su charla del Gamelab, la mejor divisa es la motivación.
Finalmente Adam Butcher consiguió matar al albatros y librarse de su obsesión: Tobias and the Dark Sceptres ya está terminado y se puede descargar aquí.
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Vi el video el otro día y tengo pendiente echarle un ojo al juego. La verdad, tiene muchísimo merito aguantar tantísimo tiempo con un mismo proyecto; la mayoría no tendríamos ni una decimotercera parte de su paciencia 🙁
Que lo ponga en Greenlight, coño. Seguro que saldría elegido no por el juego en sí, sino por la empatía que despierta el vídeo.
Me ha encantado esta historia de crecimiento personal, muy inspiradora.
La historia es inspiradora y como han dicho más arriba, tiene mérito que se haya mantenido con el mismo proyecto y que además lo haya acabado.
Una pena que el juego sea un poco regulero pero bueno.
Joder, me siento como si el video lo hubiera hecho yo.
Esto me ha pasado / está pasando a mí, punto por punto, A por A, con mi proyecto personal: las ambiciones y mala evaluación inicial de las limitaciones propias, la obsesión perenne por terminar ese proyecto, los rediseños, repetidos borron-y-cuenta-nueva que ocurren cuando, al madurar, aumenta el nivel de nuestros standards. Y como guinda, está la sensación de que mientras tú estás enfrascado en tu proyecto eterno, otros ya han ido y venido con ideas más sencillas y efectivas.
Pero tu proyecto es tuyo, es tu criatura, y no lo vas a dejar. Hasta te da un poco miedo pensar qué pasará cuando lo hayas terminado.
Sigh.
Totalmente osom.
The last guardian lleva ya, segun wikipedia, 7 años de desarrollo…ahi es nada!
Que entrañable :’)
Puto amo. Hay que seguir dando cabezazos a la pared hasta que caiga! Espero que alguien valore su dedicacion y le fichen en algun sitio.