The Chinese Room, el estudio de Dear Esther, se toma un descanso para «reconectar» con su naturaleza artística

The Chinese Room, el estudio de Dear Esther, se toma un descanso para «reconectar» con su naturaleza artística

Dan Pinchbeck, uno de los responsables de The Chinese Room, ha anunciado que el estudio se tomará un descanso los próximos meses; Pinchbeck y Jessica Curry, las dos figuras principales del estudio, aprovecharán esta «pausa» para «reconectar» con su naturaleza artística, algo atrofiada por el rápido crecimiento de su estudio después de desarrollar Dear Esther o Everybody’s Gone to the Rapture, su último juego.

En la web del estudio, Pinchbeck dice que «entre la presión financiera, intentar mantener la cosa en marcha para el equipo de empleados, el estrés del final del desarrollo» y algunos problemas de salud («nada que pusiera en riesgo mi vida, pero suficiente para darme un toque de atención y hacerme pensar en serio sobre las cosas», comenta) que sufrió en junio, la situación «dejó de ser sostenible». «Era el momento de tomar un descanso, recargar, recuperarse y pensar seriamente en el futuro».

Parece que la decisión estaba tomada desde hace un tiempo. Pinchbeck explica que prefirieron mantener en privado la decisión de poner en barbecho el estudio hasta que So Let Us Melt, su juego para Daydream VR, estuviera publicado; salió la semana pasada, así que toca hacerlo público. El equipo ya sabía, parece, que iba a perder su trabajo después de este proyecto. «No era justo para nadie, y menos para la gente que ha pasado un año trabajando en un proyecto, que el final y el lanzamiento fuera eclipsado por las noticias de que el estudio iba a cerrar», reconoce.


Pinchbeck aclara que «no es el final, sino una pausa», y explica que siguen trabajando en su otro proyecto, The 13th Interior (antes conocido como Total Dark: una aventura isométrica inspirada en los RPGs clásicos de los 80 y los 90) y que tienen planeado prototipar un nuevo proyecto, de momento llamado Little Orpheus, a finales de este año. «Así que vamos a seguir por aquí, solo que no como un equipo de desarrollo totalmente activo, de momento», explica.

Una de las partes más interesantes del texto de Pinchbeck es cuando reconoce que el trabajo de gestión al que él y Curry se vieron obligados después del gran éxito de Dear Esther no es algo que sepan o quieran hacer. «Somos esencialmente artistas», dice. «Somos creadores, fundamentalmente, y nuestros roles» dentro del estudio «hacían poco a poco más difícil que nos involucrásemos en las cosas que nos gustan y para las que fundamos la compañía. Estamos tomándonos un tiempo para resolver eso; cómo podemos ser creativos, no gerentes», confiesa.

«Es un trabajo con unas habilidades necesarias totalmente distintas, y mucha gente lo hace realmente bien y le encanta. Pero no es para nosotros; solo nos llevó a estresarnos y quemarnos y a necesitar desesperadamente hacer cosas de nuevo, ya sea arte, música, juegos o escribir», reconoce Pinchbeck. «Así que este parón es una oportunidad para reconectar con todo eso, y creemos que nos hemos ganado ese tiempo».

En el texto se habla de «varios meses» de pausa, aunque no han querido ser más específicos porque debe de ser difícil calcular algo así. Seguirán atendiendo a la gente por email o redes sociales, dicen también, pero lo harán «menos» que antes. «¿Es el final de The Chinese Room?», se pregunta Pinchbeck. «No, no lo creo. Pero es el final de un capítulo, y esperamos que podáis tener paciencia con nosotros mientras descubrimos qué pasará después».

  1. Baxayaun

    @p1ranha
    Same here. Mira que estaba hecho en Source (motor con el que tengo predilección) y jugué la versión doblada al castellano (muy buena por cierto), pero nada pudo evitar que me pareciera un juego absurdamente pedante.

  2. Iker Maidagan

    A mí con estos me pasa como con David Cage. No me gustan sus juegos, pero me interesa jugarlos porque de todo se aprende.

    Las declaraciones les han quedado un tanto bohemias, como si por encima de la necesidad de explicar la situación del estudio hubiese un poco de necesidad de proclamar que son artistas, ¿no? Lo que decía, como con David Cage.

  3. Xorn

    @baxayaun
    La pedantería, como muchas otras cosas, se encuentra siempre en los ojos del que mira.

  4. Baxayaun

    @xorn
    No te digo que no. De todas formas repito por el bien de la compresión lectora: [… nada pudo evitar que me pareciera (a mi) un juego absurdamente pedante].

    Luego otros como The Beginner’s Guide, al que han acusado de lo mismo, no me lo pareció, así que sí. Depende de cada persona y de los ojos con los que se mire.

  5. Preacher (Baneado)

    No quieren trabajar con una productora detrás como Sony pero tampoco quieren dedicar energías al trabajo administrativo de producción, y además especializarse en un género de nicho que llega a una parte muy limitada del público. Normal que no puedan seguir adelante, un planteamiento así solo es sostenible con alguna relación de mecenazgo medieval, cosa complicadilla en 2017.

  6. _Konrad_ (Baneado)

    @baxayaun

    Juraría que lo hicieron con el motor del Amnesia. De hecho el propio equipo de amnesia creo que les echó una mano, y de ahí vino la buena relación para que hicieran Amnesia A Machine for Pigs.

  7. Baxayaun

    @_konrad_
    No, Source, confirmadísimo en Dear Esther por lo menos. Vamos, preguntale a @jack_wade_0, que se comió el solito la localización al castellano del juego y luego me ayudó a mi con el The Beginner’s Guide. 😉

  8. Morax

    salió la semana que viene

    ¿?

  9. Rubio

    Otro al que el Dear Esther le pareció el colmo de la pedantería.

  10. Triple_R (Baneado)

    A mi me costo entrar en el Dear Esther pero luego me deje llevar y no problem

    Corto y diferente, algo que en algunos momentos a mas de uno nos gustaria que fuera la norma del mercado

  11. DarkCoolEdge

    Otro más al que no le entró bien el Dear Esther. Lo cogí con ganas y solo llegué hasta el final porque es muy corto y quería ver si había algo al final que cambiase mi idea del juego. Y no. Pedante, pero sobre todo aburrido y poco interesante.

    Por eso pasé olímpicamente del Everybody’s Gone to the Rapture.

  12. Shift

    Quisiera contrarrestar un poquito el vinagre hacia Dear Esther ya que a mi me pareció una experiencia increíble. Quizás fuera porque lo jugué sin saber ni esperar nada que me fascinó su propuesta poética, su banda sonora, y su sencillez. Y aunque suene a tontería, de alguna manera gracias a Dear Esther me sabe muy muy mal que sus creadores tengan que bajar la persiana hasta nuevo aviso.

  13. Majin

    Cómo es eso de dejar una empresa unos meses en pausa? No hay más trabajadores, a parte de los mencionados CEOs? Qué harán durante esos meses?