Y Escudo

Breves impresiones de Pokémon Espada

Breves impresiones de Pokémon Espada

Este fin de semana he jugado doce horas a Pokémon Espada (la versión correcta, como sabéis, dentro del dúo Espada/Escudo). No sé si suena a mucho o a poco, pero lo cierto es que no es algo que estuviera entre mis planes más allá del wishful thinking o de un tweet medio simpático; la realidad es que mi interés por este Pokémon, como por la serie en general, ha fluctuado en el último par de años más que nunca, y con Espada/Escudo pasé de tenerle curiosidad a tenerle rechazo, en parte por el inmovilismo que parecía demostrar, insistiendo en (o respetando) una fórmula sobre la que poco a poco nos hemos ido convenciendo de que necesita ser puesta boca abajo, dada la vuelta, agitada como se agita un árbol de bayas en busca de nuevos e inesperados ingredientes para un curry. Lo de #GameFreakLied, ese hashtag alrededor del que se arremolinaron cientos, miles de quejas por, principalmente, la reutilización en este primer gran Pokémon en alta definición de materiales de las ediciones de Nintendo 3DS (ese fue el detonante, pero pronto fueron sumándose otras quejas de todo tipo; no es este lugar para recopilarlas, pero vamos: hay de todo), fue a la vez un último clavo en el ataúd de mi pokemanía y un pequeño choque eléctrico que me animó a dejarme de remilgos y comprobar por mí mismo cuál era la magnitud de la tragedia, cómo de gorda era la mentira. De esas primeras doce horas sale este brevísimo artículo.

Lo primero es lo primero: sí, Pokémon Espada (¡y Escudo!) es un juego muy poco impresionante. Todas las pegas que se le puedan poner en lo técnico son justas. Habéis visto los vídeos: la resolución es justita, la distancia de dibujado es infame, los Pokémon y los seres humanos, reciclados o no o reciclados en mayor o menor medida, están más tiesos que la rodilla de un click. La banda sonora sigue (un leit motiv del juego, como veremos) los pasos de anteriores entregas y se mantiene fiel no solo a los sonidos electrónicos y energéticos cercanos al Shibuya-kei más reconocibles de Pokémon sino también a los efectos heredados de las primeras entregas de Game Boy, de los que se puede decir sin miedo a exagerar que son icónicos. Cuando el juego se sale del molde en busca de nuevos horizontes es cuando peor lo pasa: las comparaciones son odiosas (e injustas), pero el Área Silvestre, una suerte de pequeño mundo abierto inserto en la nueva región de Galar, es fea y torpe, y más fea y más torpe es cuanto más cerca tienes en el menú de Switch el icono de Breath of the Wild. No hay nada de silvestre y mucho menos de vivo en este espacio tristemente poblado y en el que constantemente te cruzas con otros entrenadores que repiten las mismas frases una y otra vez; no hay manera de suspender la incredulidad hasta el punto de creer que estás explorando la naturaleza cuando atraviesas el Área Silvestre: todo —si no ese árbol de bayas incrustado entre otros árboles diferentes y mucho menos detallados, los robots vestidos de colegio de curas pijo que representan a «otros entrenadores»— te recuerda constantemente que en realidad estás jugando a Pokémon, y no otra cosa.

El síndrome de Estocolmo se manifiesta cuando, siendo consciente de todo esto, no solo no lo ves mal (es mi caso) sino que lo ves bien: qué alegría que el propio juego rompa mi inmersión constantemente y me haga pensar constantemente en el hecho de que estoy jugando a Pokémon, algo que llevo haciendo con rigor religioso desde los once años.


Y lo cierto es que han sido doce horas estupendas, cálidas por lo que tienen de familiar y llenas de esa amabilidad tan calculada que rodea todo lo relacionado con Pokémon. Pocos juegos tan trillados como Pokémon, y aun así la dinámica de viajar por el mundo de pueblo en pueblo siguiendo las rutas, haciendo frente a los peligros que hay en ellas, conquistando cada gimnasio de la región hasta ganar el derecho a competir contra las mayores leyendas del combate Pokémon (que aquí están representados, por eso de la ambientación británica, como algo parecido a estrellas del fútbol, estadios incluidos) sigue estando vigente, en buena medida porque acepta muy bien pequeñas variaciones o desviaciones que nunca atentan contra el gran orden de las cosas. Simple como es, en el fondo, en realidad conseguir que esta estructura no pierda lustre más rápido (énfasis en el «más rápido») es menos simple de lo que parece, me da la sensación, y de eso Espada (¡incluso Escudo!) es buena prueba, con su manera de recurrir a la acampada y la cocina para hacer un punto más largas y un punto más difíciles algunas rutas. Son dos puntos que no suman mucho, todo sea dicho de paso, pero que sí se notan.

Breves impresiones de Pokémon EspadaNo quiero ser especialmente categórico, en fin, y quizá dejo esto por escrito solo para acordarme dentro de un par de años, cuando salgan los siguientes Pokémon, de lo que pensaba de Espada y Escudo, porque para entonces seguramente ya los haya olvidado por completo. Quizá sea porque no sé si tendré mucho más que decir. Tampoco es mi intención ser benévolo de más. Como digo, la fórmula Pokémon no es infinita, y aunque hay una parte de mitomanía alrededor de la serie que hace que muchos sigamos jugando cada entrega en el momento en que se publica lo cierto es que cada vez se hace más difícil justificar este hábito de manera racional; habrá quien diga que lleva siendo así muchos años, pero no es así. Como fuere, hasta ahora la excusa de mantener Pokémon en su hábitat natural (la consola portátil) había sido útil para explicar su limitada ambición, pero algo se ha roto con Espada y Escudo: ahora parece que no hay excusas, o que cualquier excusa está fuera de lugar.

Aunque creo que, como suele ocurrir, muchas de las críticas que ha recibido el juego han acabado algo requemadas por no terminar de afinar su objetivo, lo cierto es que en general creo que la dirección en la que han ido (y van) es interesante. Es  evidente que los fans de Pokémon tienen mucho más espacio para fantasear que el que Game Freak puede permitirse a la hora de hacer un juego que convenza a todo el mundo (a los fans, sí, pero también a las muchas piezas del puzzle que dependen de su éxito), pero la sensación de que el conservadurismo del estudio está lastrando las enormes posibilidades de Pokémon es difícil de evitar. Y lo es en mayor medida precisamente porque no es difícil encontrar en los propios juegos de Pokémon toques geniales e ideas con mucho potencial que no terminan de desarrollarse del todo; en Espada y Escudo, por ejemplo, los exteriores más desangelados (que no son todos: los paseos por Pueblo Amura son impagables) contrastan con unos interiores llenos de encanto y detalles, y sin embargo tan vacíos y esquemáticos como, cuando no más que, los de la primera Game Boy; el Área Silvestre y algunas rutas hacen amagos de utilizar la cámara (dando libertad, en el primer caso, y manipulándola para jugar con la mirada del espectador, en el segundo) de maneras interesantes, pero se acaban quedando a las puertas; casi parecía que esta vez los Pokémon iban a tener una mayor presencia, por eso de que, como es habitual, absolutamente todo gira alrededor de ellos y la gente no sabe hablar sobre otra cosa, pero al final su participación en la vida cotidiana es bastante irrelevante, y me atrevería a decir que menos sugerente (porque aquí las soluciones son más explícitas, más literales; impiden usar la imaginación) que en los juegos de Game Boy y Game Boy Advance: el Snorlax que duerme en un camino en Pokémon Rojo es legendario, mientras que los Wooloos que te bloquean el paso en Espada son pura bancarrota creativa.

Breves impresiones de Pokémon Espada

Ni siquiera tengo nada que comentar sobre la eliminación de más de la mitad de las criaturas de la Pokédex, porque ni afecta al transcurso normal de la partida, en general, ni ha afectado (o afectará, por mi relación con estos juegos) a la mía en particular, pero Jim Sterling ha armado un buen resumen de por qué ha causado tanto revuelo, y por qué fue el germen del hashtag #GameFreakLied. No me parece lo más grave, aunque estoy seguro que, de haber revolucionado la fórmula de una manera similar a la de Breath of the Wild, las quejas por los recortes en la Pokédex habrían sido anecdóticas. Llevamos veinte años (en España; en Japón llevan más) jugando al mismo juego; jugándolo con gusto, además. Lo jugaremos de nuevo. ¿Hasta cuándo? Aunque se entiende por qué Game Freak no quiere tocar demasiado una fórmula que da tan buenos resultados, que es al mismo tiempo una máquina de hacer dinero y una institución pop en su país y en todo el mundo, es peligroso justificar el inmovilismo y la flacidez creativa de The Pokémon Company de cualquier manera, porque en ningún caso sale bien parado nadie. Nadie gana. Pokémon Espada y Pokémon Escudo han atraído una negatividad tan corrosiva e insistente por puro desgaste, no de su fórmula (que es menos original que en su momento, sí, pero que sigue siendo muy característica y está tan medida y equilibrada como siempre) sino de sus seguidores, que ya no vemos Pokémon como un producto de la creatividad (imaginativo, fresco, vivo, sorprendente) sino como un puro producto de consumo, sobre el que tenemos un derecho fundamental a la rabieta. «Los nuevos juegos de Pokémon aún no salieron, pero ya hay quejas», decía una de esas tendencias destacadas que Twitter te cuela en la pestaña de búsqueda. Qué gilipollas son los fans de Pokémon, pensé al verla. Segundos después me di cuenta de la complicadísima realidad: yo soy uno de esos fans de Pokémon, y he acabado pasando por caja solo para ver hasta qué punto me querían timar.

Resumiendo: qué difícil es ser pokémaníaco. Pero, ¿habéis visto el Meowth de Galar? Es literalmente lo mejor que nos ha pasado en la puta vida.

  1. gamusino

    Yo he jugado al pokemon rojo, al XY y ahora a este y lo estoy gosando como un enano. Como no conozco a casi ningún pokemon me mola ver las evoluciones. Antes tenía un zorrito super mono, evolucionó, le salió bigote y ahora es un acosador de 47 años (se fue a la caja). ¡Todo es maravilloso!.

  2. Jamelín

    El primer Zelda y Mario de Switch son joyas. Este es el segundo Pokemon de Switch.
    Que cada uno lo digiera como pueda.

  3. 1984

    Para poner en perspectiva un poquito lo que representa la franquicia Pokémon:

    https://en.wikipedia.org/wiki/List_of_highest-grossing_media_franchises

  4. elsirca

    Pues @chiconuclear has clavado mis sensaciones con el juego.

  5. gonzalo_ht

    A mí desde fuera me sorprende todo lo que mueve Pokémon.

    He leído análisis, visto videos y escuchando podcast… Y no paro de oír cosas del juego que me parecen bastante malas. Técnicamente muy pobre, poco novedoso, bastante lineal.. no obstante las impresiones finales y notas raramente bajan del notable alto.

    Por ejemplo en el podcast de Vandal la persona encargada explicó muy bien todo pero yo no entendía como un juego con tantos contras es digno de un 8.

    Me parece, desde fuera, como que la saga ha pasado a ser algo muy nicho, que cuesta entrar para los que nos hemos alejado, pero que si estás dentro de ello te encanta por más errores que tenga. Claro que un nicho de millones y millones ya le vale a Gamefreak.

  6. Molinaro

    La comunidad aplaudió, a finales de 2016, que el personaje pudiese moverse fuera de la cuadrícula y tuviese más de 8 direcciones de movimiento. No es la de Pokémon la comunidad más exigente ni la más beligerante, pero hay que entender que han traído al mercado un juego más que correcto envuelto en montones de mentiras y excusas patéticas. A nivel técnico es un auténtico desastre de proporciones bíblicas, el argumento es totalmente olvidable y está repleto de fallos evidentes durante la aventura, pero aún así funciona. El área salvaje, a pesar de ser una maldita puta mierda, es muy disfrutona: Te das un paseo, caputuras un par de Pokémon, les das unos caramelos, te los pones en el equipo, les enchufas un par de MT…
    A mi si me parece sorprendente que una de las franquicias trans-media más tochas del mundo, si no la que más, se atreva a lanzar un juego así al mercado. Y me sorprende aún más que funcione, que se pueda disfrutar, que apetezca capturar muchos bichos, hacer huevetes, algunos diálogos te arranquen una sonrisa…
    Esta peña, al final, tiene que sacar anualmente un juego porque hay que vender cientos de peluches nuevos, figuras, una serie de dibujos exitosa y montones de mandangas más. Y para vender todo eso, hay que hacer un juego. Por cojones, y ya.

  7. somniac

    De acuerdo contigo al 100%, Víctor.

    Al igual que la gran mayoría de fans, llevo jugando Pokémon desde que tengo uso de razón y cada nueva entrega la espero con un ansia viva que rara vez otro juego consigue sacarla. Este caso es especial pues es la primera vez que un juego de la saga principal sale en una consola «de sobremesa» y claro, todos los fans nos habíamos mojado la ropa interior imaginando lo que podrían haber hecho pero claro… Nos encontramos con esto.

    No es un mal juego, pero tampoco uno bueno. Si bien es verdad que me lo estoy pasando como un enano también tengo que decir que constantemente tengo el ceño fruncido cada vez que veo una de esas horribles animaciones de los personajes (tanto dentro como fuera del combate) o los innumerables bugs visuales que tiene el juego.

    Creo que como bien has dicho, van por buen camino. Pero el caso es que este camino tendrían que haberlo recorrido ya sobradamente hace 1 o 2 generaciones.

  8. SooW

    Yo soy un fan de Pokémon que dejó de jugar en la 5º generación (la cual no acabé ) y que por primera vez en 10 años ha tocado la saga otra vez. De momento llevo 9h y voy por el quinto gym.

    El problema de las animaciones recicladas y los bichos que no están no me vuelven loco porque respectivamente no las he visto y quiero jugar con los nuevos bichos.

    Pero todo lo demás da vergüenza. Parece la versión pre-beta de un juego al cual le queda mucho trabajo. No voy a comentar el popping, las animaciones de PS1 o lo vacío que se siente el mundo porque ya se ha dicho mil veces, pero no puedo dejar de comentar lo sorprendido que estoy porque cuando uno juega un título de Nintendo se espera cierta calidad y »pulimiento»… esto parece un fan game hecho por alguien que está aprendiendo a tocar el unreal. El área silvestre no me supone más que un pokemon go online puesto ahí de relleno para suplir el poco contenido que tiene el juego.

    Y la historia/lore pues tampoco engancha demasiado, al menos de momento. Se agradece que después de 80 años la intro y primeras horas sean diferentes pero meh.

    De momento llevo 2 días sin jugar y me da un perezote volver… que alguien me diga que mejora después de las 10h pls 🙁

  9. NakedSnake2109

    Cada año son mas evidentes los paralelismos de esta saga con FIFA.

  10. tom

    El problema es que hasta como Pokemon es inferior al estándar medio: sus rutas cada vez son más cortas y lineales, cada vez recortan más movimientos, puzzles, exploración, horas de juego, frente batalla, dificultad, novedades introducidas en entregas anteriores…

  11. Pacificadora (Baneado)

    Lo más sangrante del recorte de pokemon es la selección, todos los iniciales ( a los que más cariño posiblemente tenías) menos charmander y varios emblemáticos como Slowpoke y Jiglipuff.

    Y lo peor es que trasteando en los datos han visto que están en el juego y son totalmente funcionales, así que no sólo hubiera sido una selección mala.

  12. Majin

    Pokemon attac y protec

  13. Gol de Señor

    Qué podéis decir respecto a Let’s go? Solo he jugado a Pokemon Rojo en su día y ni puta idea de la saga pero desde fuera parecen el mismo juego, cosa que me parece curiosa pues supuestamente aquel era un juego para salir del paso y este el Pokémon tocho.

    Visualmente siempre han dado un pelín de grima; normal que mucha gente ande mosca, conocedores del poder económico de Gamefreak y luego un estudio tipo Shin’en que son cuatro y el del tambor expriman las consolas de Nintendo de una manera mágica rozando lo paranormal.

    Que gasten los cuartos, leches.

  14. Phazonglaux

    «Como digo, la fórmula Pokémon no es infinita, y aunque hay una parte de mitomanía alrededor de la serie que hace que muchos sigamos jugando cada entrega en el momento en que se publica lo cierto es que cada vez se hace más difícil justificar este hábito de manera racional; habrá quien diga que lleva siendo así muchos años, pero no es así. Como fuere, hasta ahora la excusa de mantener Pokémon en su hábitat natural (la consola portátil) había sido útil para explicar su limitada ambición, pero algo se ha roto con Espada y Escudo: ahora parece que no hay excusas, o que cualquier excusa está fuera de lugar.»

    Resumido en un párrafo el sentimiento generalizado que tenemos.

  15. MoiBlackInk

    Yo llevo unas horas y la verdad, habiendo jugado solo al rojo y al X, me esta encantando. Eso no quita para que tecnicamente sea mierdoso, pero el encanto que tiene el juego es innegable + las comodidades y arreglos en el diseño

  16. Mimercio

    Voy como loco. Ahora mismo estoy en la UVI económica, pero cuando me recupere le voy a dar fuertote. Entiendo lo que se dice, la opinión de Víctor es certera y viene desde el cariño… Y yo también espero ese mundo abierto, no Breath of the Wild, simplemente mundo abierto a su manera.

  17. serxi

    Yo llevo unas cuarenta horas, recién acabado el postgame, y… no sé qué opinar exactamente. En general, de acuerdo con casi todo lo que dice Víctor. Lo he disfrutado un montonazo, pero ahora mismo también tengo la sensación de que es de los peores juegos de la saga principal. Y nada que ver con el tema técnico ni con la gilipollez del Dexit, hablo exclusivamente del juego en sí. Probablemente tenga la historia peor llevada y en la que menos cosas pasan, el conjunto de personajes menos interesante (se salva Berto, quizás), los villanos (o la ausencia de villanos, vaya) más ridículos… la impresión durante el 90% es que no hay una storyline como tal. Como estoy leyendo mucho por ahí, el mundo se siente muy vacío, todo es muy grande, o parece muy grande, pero luego no hay nada que hacer una vez estás ahí; hay relativamente pocos NPCs y tienen líneas de diálogo menos interesantes que en los anteriores juegos.

    Aún así, es tremendamente disfrutable y recomendable y lo positivo pesa más que todo eso, aunque la mayoría de las cosas buenas vengan de Pokémon y no de Pokémon Espada/Escudo. La musiquita, lo mejor del juego.

    @slovako
    Depende de lo que busques, pero en general éste es mucho mejor juego que Let’s Go. Aunque Let’s Go está pensado precisamente para quien jugó Rojo/Azul en su día, y si además te pone nervioso un mal apartado técnico (Espada/Escudo es horrible en ese sentido) yo me iría a por Pikachu o Eevee.

  18. LordSyme

    Hacía muchísimo que no me sentía tan identificado con un artículo de opinión. Articulazo.

  19. Akuroshi

    Yo desde que escuché el último podcast solo quiero y necesito que haya cada vez más juegos con la etiqueta GROTESQUE. Aún muchos no queréis verlo, pero la primera versión de nuestro querido Sanic abrió tímidamente la puerta que hace ya diez años Dragon Ball Evolution había cerrado. Game Freak ha sabido tomar con maestría el testigo y a partir de ahora solo nos queda una eterna noche de abominable gozo.

    ADELANTE, MEOWTH DE GALAR.
    YO ESTOY CONTIGO
    QUE MUERA LA BELLEZA

    PD: Yo sigo defendiendo a muerte la versión original del manga, donde Pikachu se dedicaba a soltar truños, el Charmander de Gary estiraba de los testículos a Ash y Clefairy se sacaba la chorra cada dos por tres.

    Spoiler:

  20. Nick_Random

    Ningún medio se atreve a darle nota negativa al Pokemon porque no es lo que los espectadores quieren ver o leer.
    Es como darle un 6 al Fifa.
    ¿la gente lo dejaría de comprar?
    No, la gente dejaría de leer la revista que le de un 6.

  21. Mominito

    Como tengo prisas zero. Me espero mejor a la versión «completa» del juego?

    Espada y Escudo, la edición completa cómo se llamará? Gun? xD

  22. Deses

    @airrel
    A Pokémon le ocurre que hace 20 años encontraron una fórmula muy buena y de ello siguen tirando.

    @alain9331
    Si quieres algo más diferente/destacable en cuanto a historia directo a por Sun/Moon, que es lo más distinto que hay al resto de la saga. Eso sí, lejor de las «versiones mejoradas» que ésas la destrozan hasta dejarla irreconocible.

    @kyle
    Pues a mí los de la generación anterior me parecieron muy muy buenos. Pero en ésta, joder, la mayoría son o feos o aburridos, es impresionante. Al final supongo que es cuestión de dirección de arte.

  23. Clekal (Baneado)

    @nick_random
    Yo creo que va mas por darle una mala nota a una compañia grande, ni los medios pequeños se atreven ya

  24. Ausonio

    Con sus peros, me está encantando. Llevo 16 horas y lo estoy disfrutando como un niño

  25. Sams

    Un poco injusta la crítica. No creo que el objetivo del juego sea crear un Pokémon inmersivo ni un mundo abierto a lo BotW. Simplemente es un Pokémon más, el «primero» de sobremesa. Y que aprovecha la potencia extra para probar unas cosas sin poder hacer más porque esto (para lo bueno y para lo malo) es una switch.

    Eso sí, este juego está lejos de ser redondo. Para mi gusto hay un exceso de Pokémon. Te pegas todo el rato capturado bichos (la mayoría faltisimos de carisma) pero en fin, el mundo es chulo y el juego cumple.