Bethesda explica sus razones para tomar acciones legales contra una venta de segunda mano de The Evil Within 2

Escuchad, no digo que en Bethesda estén un poco aburridetes pero es evidente que agosto está siendo un mes flojo para el estudio. No sé si es el calor —en Maryland no es usual superar los 25º— o si es que la mayoría está matando el tiempo a la espera de las vacaciones, pero las diferentes noticias que han ido surgiendo estos días parecen indicar que algo no va bien. En el estudio de Fallout parecen estar cabreados y en busca de un objetivo para poder soltar su ira. Ryan Hupp ha sido el último cabeza de turco.

Según informaba Polygon hace tan solo unos días, este jugador anónimo que intentaba vender una copia aún plastificada y cerrada de The Evil Within 2 en Amazon’s Marketplace había recibido una carta de la compañía exigiéndole la retirada del artículo. Hupp, que según comenta ha decidido vender el juego sin usar porque en vez de comprarse una PS4 terminó destinando el dinero a actualizar su PC, podría enfrentarse a una demanda «por no ser un vendedor oficial autorizado» y por clasificar el título como «nuevo» (pre-owned) en vez de como un juego de segunda mano. La carta, enviada por la firma de abogados del estudio, tiene validez legal y el hecho de no cumplir con la petición escrita puede ser tomado como una acción de disconformidad, jugando en contra de Hupp en una supuesta demanda.

Tras eliminar el juego de su tienda online particular, Hubb ha enviado una respuesta abierta el bufete en donde asegura que la venta de objetos no alterados está protegida en Estados Unidos por la First Sale Doctrine, un conjunto de leyes pensadas para regular el mercado entre particulares, especialmente cuando se trata de objetos producidos por terceros. Según los representantes de Bethesda, esta venta no se encuentra protegida por la doctrina al carecer de garantía de venta, dato que no es del todo cierto ya que Amazon’s Marketplace actúa como intermediario, garantizando los dos años obligatorios de garantía (al menos en Europa).

Ante la polémica y las críticas, Bethesda ha lanzado un comunicado intentando defender su posición y su postura frente a la venta de copias de segunda mano: «Bethesda no prohíbe ni prohibirá la venta de juegos de segunda mano. El problema en este caso es que el vendedor ofrecía un título adquirido por un particular como “nuevo”», especifica. «No podemos permitir que vendedores no autorizados vendan algo como nuevo porque no podemos asegurar que el juego no haya sido abierto y vuelto a plastificar. Así es como protegemos a nuestros compradores de los fraudes y nos aseguramos de que nuestros clientes siempre reciban un producto nuevo y auténtico, con su garantía intacta».

La posición de Bethesda y sus representantes legales es tan precavida como agresiva. En un intento de cubrirse las espaldas ante una futura e imaginaria demanda por lo que podría ser (o no) una estafa, acaban realizando un cuestionable movimiento que daña la imagen de la compañía al percibirse como desproporcionado. Si la descripción del juego resultara ser errónea (está usado, por ejemplo), Amazon cuenta con mecanismos para asegurar el reembolso al comprador, por lo que Bethesda no necesitaría intervenir. Si el problema era técnico, el hecho de que un particular no autorizado no puede vender un juego como nuevo, Bethesda podría haber optado por vías más amables (y lógicas) de contactar con el vendedor antes de optar por la vía legal.

Siempre sorprende encontrarse con una gran compañía que parece ignorar totalmente los mecanismo de las relaciones públicas, la publicidad y el funcionamiento de los medios de comunicación. Bethesda siempre ha sido especialmente torpe. La compañía que hasta hace unos meses enviaba los códigos de las reseñas el mismo día de la publicación de los juegos (y que se quejaba cuando los periodistas lo comentaban), parece necesitar algunas clases de buenas prácticas empresariales. Quizás este agosto. Parecen no tener mucho que hacer.