Desarrolladores, esta es vuestra Skynet

Justo cuando los indies empezaban a levantar cabeza y hacerse con una porción de un mercado desde hace unos años industrializado hasta el extremo, llega Angelina y lo pone todo patas arriba. Pese a su más que sugerente nombre, Angelina no es una mujer rica de abundantes labios, displasia de cadera y un instinto maternal hiperdesarrollado. No. Es un software de inteligencia artificial capaz de desarrollar sus propios videojuegos. Creado por un tal Michael Cook, del Imperial College of London, el sistema genera su propia mecánica de juego en un pis pas de forma procedural con una técnica llamada coevolución cooperativa: elige el diseño de niveles, los power-ups, el movimiento de los enemigos y la dinámica de combates de forma aleatoria y lo combina todo en una muestra jugable. Ahora viene lo jodido: luego Angelina simula el comportamiento lúdico humano y se pone a jugar, decidiendo qué cosas son más divertidas o acertadas desde el punto de vista del diseño de juegos, y va puliendo su creación capa tras capa. Regula la curva de dificultad y otros elementos y va descartando lo aburrido o lo imposible de terminar y separando las mejores versiones, los mejores ejemplares que finalmente recombina de nuevo para crear una nueva generación del mismo juego. Y esto lo hace unas 400 veces. Angelina todavía no tiene ni idea de aplicar gráficos o efectos de sonido, una tarea que por ahora recae en su creador. Pero tal como él mismo sostiene, cualquier artista podría usar a Angelina para crear un juego en menos de 12 horas y subirlo a la App Store sin desmerecer la calidad de la mayoría de juegos del catálogo. Vía NewScientist.