Monográfico #11

Celebramos el aniversario de Tears of the Kingdom explorándolo a fondo, desde el cielo hasta las profundidades, de cómo se hizo a cómo lo hemos jugado.

El 12 de mayo de 2023 se publicó en todo el mundo The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom, la en ese momento esperadísima secuela del histórico Breath of the Wild. Ha pasado un año; no sin esfuerzo, hemos aprendido a dar por hecho que Tears of the Kingdom es un videojuego que existe, que está ahí, en las tiendas o incluso en nuestras propias consolas, conviviendo con otros.

Está ahí, y habrá quien siga jugándolo, incluso, un año después de su lanzamiento, quizá todavía sin conocer su desenlace: es un juego de ese calibre. Por aquí hemos necesitado un año entero para reposar y asentar las ideas e impresiones que nos ha provocado Tears of the Kingdom, y hemos necesitado juntar cinco cabezas para empezar a arañar un poco la superficie (y el cielo, y el subsuelo) de lo que tiene que ofrecer este The Legend of Zelda, que al mismo tiempo es mucho más complejo y mucho más sencillo de lo que podría parecer.

En su momento, por aquí publicamos un texto tras las primeras horas con Tears of the Kingdom, repasamos nuestro avance por Hyrule en varios episodios del Podcast Reload y contamos con Elena Crimental para subrayar algunos aspectos interesantes de los primeros compases del juego y la recepción que había tenido uno de los últimos grandes títulos de Nintendo Switch. No obstante, quedó mucho por comentar; por eso, hemos decidido aprovechar el primer aniversario del lanzamiento para dedicarle un monográfico a uno de los mejores videojuegos de todos los tiempos. A lo largo de las piezas de este monográfico intentaremos trazar un incompleto mapa de Hyrule, que nos pueda servir como punto de partida para recorrer el basto mundo al que ha dado forma Nintendo.

Monográfico organizado y coordinado por Juan Salas,
que también escribe esta introducción.