Game Boy cumple 20 años

game boy cumple 20 anos

1989

El 21 de abril de 1989 estaba tirado en la cama, sin hacer mucha cosa, aburrido. La única forma que tenía de entretenerme en esa época era apuntar con las piernas hacia el techo e intentar alcanzar mis pies con las manos. Es una forma de divertirse muy primaria pero en 1989, hace ya 20 años, no tenía mucho más que hacer. Recuerdo que estaba tirado en la cama y mi madre entró en la habitación, súbitamente, sin llamar; fue una falta de respeto que perdoné casi al instante, porque a una madre hay que quererla y yo a la mía la quería, y la quiero, mucho. Fuimos al cuarto de baño y me dio una ducha. Vivía como un rey. Me frotó la barriga con una esponja con forma de pez y yo reí mucho. Luego me dio de comer, me metió la comida en la boca acercándome el impostado avión que era la cuchara mientras hacía ruiditos. Yo reí mucho de nuevo, reí tanto que acabé vomitando la comida al mismo tiempo que reía, y mientras mi madre me limpiaba con un trapo había un chaval en Japón que veía a su padre entrar por la puerta, recién llegado de la oficina, con el maletín en una mano y una bolsa de plástico en la otra. En la bolsa de plástico había una caja; en la caja, una Game Boy. El 21 de abril de 1989 Japón recibía un invento que hoy, 20 años después, medio mundo guarda en la parte más tierna de su baúl de los recuerdos. Yo, mientras tanto, estaba en mi casa con medio potito regurgitado en mi pequeña ropa de bebé, ajeno a todo.

1997

Mi madre me dijo que tenía que hacer la Primera Comunión. Mi abuela dijo: que el niño no la haga si no quiere, no le obligues. Mi madre seguía convencida. Fue un momento importante de mi vida, fue la primera vez que tuve que tomar una decisión de cierto peso: ¿abrazar al Señor o comenzar una vida marcada por el pecado y el vicio, totalmente alejado de la senda de la virtud? ¿Derramó su sangre Jesús en vano? ¿No debería tener un poquito de consideración con él, que acabó sus días crucificado? Le di vueltas a la cabeza durante muchos días, asistí a la Catequesis revolviéndome por dentro en una infinidad de dudas, pasé muchas noches en vela preguntándome a mí o a Dios o al techo, quién sabe hacia dónde lanzaba mis pensamientos, qué hacer. Finalmente, una mañana me desperté con una inusual fuerza: mi destino era hacer la Comunión. Mi nombre había sido pensado para figurar en los registros del Vaticano. Era un soldado de Cristo. Era necesario recibir la Hostia Consagrada. El plan funcionó a la perfección: vestido como mandan los cánones, asistí a la iglesia y recibí el cuerpo de Cristo. Mis familiares más allegados no pudieron evitar el llanto grave y emocionado del que siente un orgullo inmenso. Durante el banquete posterior me mostré educado y amable, una ricura de niño, un ángel con traje náutico que acababa de abrazar al Señor. Mientras todo sucedía, yo esperaba, paciente. Respondí con dulzura a mis tíos, a mis tíos segundos, a los camareros, a algunos curiosos que habían llegado al restaurante alertados por los rumores de que el niño perfecto estaba celebrando allí su banquete de Comunión. Hice varias imitaciones para divertir a los comensales, entre ellas un Groucho especialmente inspirado. De pronto mi tío se acercó y me tocó el hombro. Me dijo: muchacho, te lo has ganado, y me extendió una caja cuidadosamente envuelta. La abrí con fruición pero sin mostrarme ansioso. Sonreí como un maníaco, como un loco, como sonrío siempre que siento que los planes han salido a pedir de boca. Allí estaba mi Game Boy. Miré a mis padres, como diciendo: ahora lo comprendéis todo, ¿verdad? Ellos me miraron convencidos de que habían engendrado a un estratega. Miré la caja durante unos minutos. No la abrí hasta llegar a casa, porque la sabía mía, sabía que había conseguido mi Game Boy, sabía que nadie me la arrebataría nunca. Sabía que iba a jugar al Tetris hasta que me sangraran los ojos y sabía que iba a pasarme el Super Mario Land cientos, miles de veces, sin cansarme nunca. Así fue como, gracias a Dios y a su sacrificado hijo, conseguí mi primera Game Boy. Si lees esto desde el cielo, Dios, gracias. Y tú, Jesús, lo mismo. Ya os invitaré a algo si os veo por ahí algún día. game boy cumple 20 anos

2000

Mi compañero P, con el que fui a clase en el colegio durante muchísimos años, tenía una Game Boy Pocket y por eso le cogí cierta manía. P llegó una mañana con su flamante nueva consola y todos nos quedamos bastante sorprendidos. Era más pequeña y se veía mejor. Me sentí como debió de sentirse Salieri al ver que Mozart triunfaba. Mi Game Boy ya no era para tanto, ya no era la Game Boy sino que era sólo una Game Boy más, y encima peor. Como yo, muchos otros chavales quedaron conmocionados en el patio del colegio. Un día, P dijo que su Game Boy Pocket estaba estropeada. Efectivamente, al encenderla la pantalla no reaccionaba, no mostraba nada; estaba estropeada. Como el día de mi Comunión, sonreí: era mi momento. P no mostraba mucho aprecio por las posesiones materiales, así que no se lo pensó mucho antes de regalarme su consola estropeada, inservible ya, cuando le pedí que me la diera aludiendo a «un tío mío que sabe mucho de aparatos, que igual consigue arreglarla». Corrí a casa con mi nueva Game Boy Pocket. El verano estaba cerca. Tiré la mochila en el primer rincón que vi y me senté en la cama. Abrí el estuche transparente y la palpé, tan pequeña, tan bonita. La encendí y la pantalla seguía sin dar señales de vida. La examiné como examinan los primates de 2001: Una odisea del espacio el monolito. Moví hacia arriba la ruleta que controlaba el contraste de la pantalla y vi cómo en la pantalla comenzaba a formarse la imagen. He probado muchas cosas desde ese día, he viajado a muchos sitios, he amado a muchas mujeres, pero no recuerdo una sensación que pueda compararse a la que experimenté al ver que la Game Boy Pocket de P sólo tenía el contraste al mínimo. No recuerdo absolutamente nada más después de subir esa ruleta, tan fuerte fue la emoción que me llenó que ha eclipsado a todos los demás recuerdos; sólo mantengo lo abstracto, algo indefinible o algo sólo prostituible mediante palabras. Cuando vi a P al día siguiente, en clase, me preguntó si mi tío había podido hacer algo con su consola. Yo le dije que no, que «se había fundido la pantalla», sin saber ni qué decía ni si mis palabras tenían algún sentido. Llegó el verano y no vi a P en tres meses. Ahora él está a un paso de Proyecto Hombre y no ha vuelto a preguntarme nunca por mi tío. Yo aún tengo la Game Boy Pocket de P en casa y juego algunas veces. game boy cumple 20 anos

2009

Hoy hace 20 años que Game Boy irrumpió en el mercado japonés, y 12 que irrumpió en mi vida como una manada de bisontes en una convención de fanáticos de los castillos de naipes. Mi vida no ha sido igual desde entonces. He jugado a Tetris y Super Mario Land hasta (como bien predije en su día) la extenuación; he pasado muchas horas memorables en el patio del colegio intercambiando pokémones con P, que tenía la edición Azul (yo la Roja); he jugado a cartuchos de 24 en 1, 50 en 1, 101 en 1 que incluían chufas tan grandes que podrían pisar a cualquier coloso de Shadow of the Colossus y ni siquiera darse cuenta; he almacenado en mi armario decenas de juegos que he ido y sigo comprando en los sitios más remotos y dispares (y disparatados); he visto pasar por mis manos Game Boy Color, Game Boy Advance, Game Boy Micro, diferentes formas de llamar al mismo concepto maravilloso, como los noventa y nueve nombres de Alá de los que habla Mahoma en el célebre hadiz; he escrito esto porque no se me ocurre otra forma de homenajear a un aparato tan impresionante, tan sublime, tan profético. El iPhone no existiría sin la Game Boy. Mis vacaciones en Alicante habrían sido una pesadilla para mis padres sin la Game Boy. Quién sabe cómo sería el mundo ahora mismo sin la Game Boy. Felicidades, Game Boy. Y que cumplas muchos más.
  1. kei

    Mejor consola de todos los tiempos. Yo aún sigo dándole caña :___)

  2. Nae

    Na, la mejor consola era (que digo era, ES!) la game gear. Consegui la segunda (la primera se la cargo mi padre a martillazos, cerca de Alicante a todo esto) gracias al sistema del contraste al mínimo tambien :D. La tercera me la regaló Pengo :D

  3. Iker Maidagan

    Siempre supe que la Primera Comunión no era más que apología del materialismo y el libertinaje, pero nunca me paré a pensar en su conexión con las consolas portátiles.

    Al no haberla hecho, empecé a profesar el mismo desdén hacia la religión y amor al despilfarro que los que la hicieron, pero tampoco me llegaron a interesaron la Game Boy, la Game Gear, ni ninguna de las que vinieron después.

    Y yo todo este tiempo pensando que era porque sus gráficos eran incoloros.

  4. Desgra

    Pues curiosamente hoy compre una GBA de segunda mano para poder jugar a mis juegos de game boy (que en ds no puedo).
    He tenido la Game Boy clásica, que estuvo conmigo 10 años hasta su muerte y la GBA que murió hasta que hoy compré una identica.
    Me gustaría poder encontrar una GB clásica para recordar tiempos pasados jajajaja.
    Un saludo

  5. kei

    @Nae, la Game Gear chupaba demasiadas pilas, era su única pega :(
    Aún así consolón, que pena que la mia pasase a mejor vida.

  6. Lloyd816

    Epico.

    Mi game boy color se perdio en el cubo de basura de un cine de verano gracias a mi padre. Nadie sabe por que decidi llevar mi game boy color a un cine de verano.

  7. Don Caballero

    Grande, chico, grande. Mi enhorabuena.

    Yo me compré la que para mí es la mejor consola de todos los tiempos (para mí lo es, para mí lo es, para mí lo es… ), la Megadrive, gracias a las perras que me agencié con la Primera Comunión :$

  8. analxcain

    El primer juego que me compraron junto a la gameboy fue el Mistic Quest. El siguiente fue el Zeldorgasmo de links awakening. Fue una manera bastante hardcore de pasar el puto quinto de EGB, no como ahora con los putos niños jugando a mariconadas portatiles de soplar la pantalla y usar un destornillador para jugar con una pantalla tactil mientras sus jovenes y numerosas neuronas se atrofian con la puta reforma educativa.

    Y la gamegear era una consola portatil-no portatil (un poco como el VirtuaBoy)Seis pilas (creo que eran) duraban menos de 4 horas

  9. Letras

    El artículo es genial, y ése es un adjetivo que sólo uso once o doce veces al día. Pero no me ha hecho cambiar los calzones porque has puesto Paganini donde, supongo, querías poner Salieri. Si por algo se nos respeta es por nuestra erudición (ver análisis de Killzone 2).

  10. Víctor Martínez

    Pero no me ha hecho cambiar los calzones porque has puesto Paganini donde, supongo, querías poner Salieri.

    xddd hostia

  11. Letras

    Da igual eh, tampoco llevo calzones.

  12. Harle

    Muy bueno el artículo.

    Yo nunca tuve una Game Boy, nunca me llamó la atención, aunque tiene un mérito fuera de toda duda.

  13. Maz

    Recuerdo que descubrí muy de pequeñito la Game Boy por mi tío, que solía dejarme la suya. Mario Land, los 50en1, Robocop… Dios, eso sí fue una infancia xD

    Luego tuve la Super Game Boy. Mis padres pensaron «¿para qué comprarle OTRA consola cuando con este cacharrito puede tenerla en la SNES?». Todo eso propiciado a que mi hermano me perdiera la Pocket de apenas dos meses con el Zelda en mitad de un bosque. Los padres están en todo. O casi.

  14. Lord of the Trolls and Casinos

    Das asco chinonucelar, has copiado mi vida D:

  15. borya89

    yo tambien tuve mi game boy para la comunion jajajaja aun esta por ahí perdida, lastima que los juegos los tenga mi primo ¬¬ ya va siendo hora de recuperarlos :P

  16. Papasol Girona

    Mi madre me regaló la Gameboy después de una dura visita al dentista. Estabamos en el coche, volviende de la consulta. Pasábamos por delante de la consulta médica y estábamos parados intentanto girar a la derecha, rumbo a casa

    Recuerdo perfectamente mi primer contacto con la Gameboy, algo que no me pasa con las otras consolas que he tenido. Curiosos…

    Muy buen artículo.

  17. novanoise

    A mi me la regalaron por mi cumple,de hecho me la trajo mi padre de USA y la mia era de color amarillo,colores que si mal no recuerdo no habian en España,por lo que puedo decir que mi GB lo chanaba muchisimo…

    Recuerdo que los 2 juegos que me regalaron fueron el King of Fighters,al que me vicie sin parar y el Metroid 2,juego del que pase hasta que me hice un poco mas mayorcito y supe jugarlo (vaya juegazo si señor)…en cuanto a anecdotas,supongo que como todos,me quede con el juego de un amigo (no llegue al nivel de quedarme la consola xD)recuerdo que tenia la pegatina muy jodida,y que el juego era un plataformas de un tio en skate ,que tambien tenia niveles desde perspectiva aerea….

    Alguien sabe cual es?me haria gracia hecharme una partidita por nostlgia y tal xD

  18. TopoSoft

    Como de la casualidad de que tu HAMIJO «P» lea este blog van a llover ondonadas de hostias xDDDDD

  19. Skaaven

    Alguien sabe cual es?me haria gracia hecharme una partidita por nostlgia y tal xD

    Juraría que había un Skate or Die para la GameBoy. Igual es el que dices tú.

    ¿Os acordáis del concurso de las primeras Hobby Consolas? Regalaban 1000 (¡¡mil!!) Game Boys, que no era moco de pavo. ¿Alguien de por aquí la consiguió así?

  20. Ikael

    Yo nunca tuve una gameboy D:
    Pero se la gorreaba igual a mis colegas :D

    Pedazo de consola. Algunos de mis recuerdos relacionados con los videojuegos más vívidos que tengo me vienen de ella. Hubo una tarde en la que jugué al Castlevania hasta la extenuación. Y digo hasta la extenuación porque acabé por pillar fiebre de tirarme horas y horas sentado con la vista fija en la micropantalla. Joder qué tiempos.

  21. Pep Sànchez

    Genial texto, chiconuclear.

    Veo algunos paralelismos con mi vida, pero sin nuevos modelos, sin Pokémones y con bastantes más pilas gastadas. Sí, me regalaron una Game Gear por mi comunión. Con maleta y todo. Y me gustaba dentro de lo que cabe, ¿eh? No tiene en absoluto la culpa de que las portátiles no me llamen en general.

  22. Fixxxer

    Muchos de mis amigos tenían la GameBoy. Yo sólo era usufructuario de sus consolas. Mis padres creían, igual que los padres de L, que esas máquinas eran fruto de Lucifer.

    Durante unos cuantos años fue lo que más quise poseer y nunca la tuve. Siempre recordaré el Tetris, el Batman, el Castlevania, el Fortress of Fear y el Battletoads.

  23. Hission

    A mi me la dieron por las notas, hace mil. La verdad que nunca le di mucha caña, es mas, la vendi por unas miseras 7000 pesetas. Y ya estaba rulando la GB Color….

    En verda creo que, para la epoca, hice un wen negocio…

  24. ChicoZ

    Yo si tube, tube todas menos la pocket,y la advance me la compre aun hace menos de un año porque vi por 30€ la edicion dorada de Zelda con el Minish Cap y no me pude resistir.

    Cuando te regalaban una gameboy era un momento especial, dios, es que solamente abrir la caja era la leche, ahora abro las cajas y ya no siento na, son una mas xD.

  25. jdmalpartida

    me acuerdo que quise una en mi mas tierna infancia y mis padres me compraron una de estas que venden en los chinos del tetris… muy triste (juego de palabras!), si. Cuando la tuve, se la robé a mi hermano, fui el niño más feliz de la tierra.

  26. kenobi

    Cumpleaños feliz…..

    Mierda consola que era, cada rato comprado pilas, no chupaba nada la muy cabrona xDDD

  27. Kusaka

    A mi me la dejaron para el viaje que hice con la family a Benidorm. Me vicie durante dos semanas al Tetris, Mario Land y Sword of Hope (juegazooooo) :D

  28. CESARE09

    la mejor de la historia, si señor. junto con la dreamcast y gamecube hacen mi santisima trinidad electronica.

  29. basilisk

    Todavia tengo esa primera versión, claro, ya no la uso, pero es uno de mis preciados recuerdos… el caminar por toda Caracas con mi padre (QEPD) para comprala, porque estaba agotada, y conseguirla en una tienda tan minuscula y que ademas solo quedaba una, en verdad que no tiene precio. Gracias por recordarmela ChicoN.

  30. Trevinho

    Felicidades, Game Boy y felicidades a tí, chiconuclear. Tu artículo me hizo reir y casi llorar. Eres un comediante nato y un gran redactor.

    Yo solo tuve Game Boy Color y la amé con locura. También tuve game&watch-likes. Ah y Pokémon… ¿como olvidarlo?

  31. elradia

    Un texto precioso, chicoN.

    La mía (la primera) la conseguí allá por el 91, por las notas. Cuatro años más tarde lloré al ver cómo sangraba tinta negra, al verla caer por accidente, pero convencí a mi vecino que me vendiera la suya por 4000 pelas.
    Que indescriptible sensación aquella, la de jugar al Tetris en multijugador con el cable ese…
    También recuerdo ir con mi hermano en su Vespino a comprarme un «31 in 1» por mi cumple, en el que se incluía el juego ese de las cajas que ilustra ésta entrada. ¿Cómo se llamaba, os acordáis?
    Hace ya tiempo que sigo recordando mi infancia, jugando en el emulador de GB para NDS, aunque la original sigue en perfecto estado, guardada, funcionando.

  32. iTor

    Eres incorregible©

    Y me alegro por ello. Enhorabuena.

  33. Sefirot

    Jajajaja que bueno el articulo, da gusto llegar al trabajo y leer un articulo tan gracioso, asi da gusto empezar el día, gracias chiconuclear, por cierto yo desde el primer momento tenia claro que no queria hacer la comunion, la catequesis me restaba tiempo para jugar al batman de gameboy que era al que yo jugaba en aquellos tiempos y como no, alex kidd de master system, el axterix y sonic..poooor dios que tiempos aquellos como los recuerdo buah… Un saludo a tod@s

  34. Rodrigo Garcia Carmona

    ¡Qué bella historia!

    Y qué joven eres…

  35. El Killer

    A mi lo que me sorprende de la GameBoy es su durabilidad, yo la tengo desde el año 1990, y todavía no se me ha cascado, a diferencia de mi GameGear que palmo recientemente supongo que debido al paso de los años.

  36. Baxayaun

    Yo, a día de hoy, aun le recuerdo a mi madre que nunca me compró una GameBoy tras 3 años prometiéndomela y que tuve que conseguirla por mis propios medios:

    Básicamente un primo mío me dio un rip-off de la NES que él tenía, y acto seguido se lo cambié a un amigo por su GameBoy. La jugada me salió redonda, pero mi madre se cabreó conmigo… seguramente por demostrarle que hasta un mico de 10 años podía conseguir una GB con algo de esfuerzo, y que 3 años sacando sobresalientes eran demasiados como para seguir aguantando excusas.

    Ahora cuando me dice cosas como:
    «¡No has sacado a los perros!»
    … yo le digo
    «¡Y tu no me compraste la Game Boy!»

    Ese argumento siempre me funciona. xDDDDD (Pero la quiero mucho y tal, no os confundáis) ^^

  37. Arod

    Mi caso es de manual de jarcor.
    Me la regaló para la primera comunión mi prima con el puto Killer Instinct, que debe ser el quivalente a regalar a un niño de esa edad el VHS de la Naranja Mecánica. Todavia me duelen los pulgares de hacer trazados en esa cruceta.

  38. majin_antonio

    Me la compraron estando postrado en una cama del hospital para hacer esos días más llevaderos (la visión de enfermeras recién licenciadas también ayudaron a hacerlo más soportable).
    Qué viciotes al Link’s Awakening, el primer Zelda que caté y me enganchó irremediablemente a dicha saga.