Presentación en Montmeló de Forza Motorsport 3

090729_forza_motorsport_3 Hace ya unos días —vamos tarde, para variar—, Microsoft tuvo la gentileza de invitarnos a una de esos eventos con los mayores, con VIPs como mi tocayo o David Martínez, de Hobby Consolas. Nos reunieron en el Circuit de Catalunya para presentar Forza Motorsport 3 de la mano de Dan Greenawalt, jefazo de Turn 10, y la piloto suiza de F2 Natacha Gachnang ((Seguro que es muy buena al volante, pero la han pillado un poco de chica florero, digan lo que digan.)). Ese martes, además de probar el juego, descubrí —en el asiento del copiloto— que los derrapes existen en el mundo real y molan tanto como me imaginaba. Pero empecemos por el principio. Lo que más recuerdo de aquel día, lo que más me apetece contar un sábado por la noche —esto es en diferido, amigos—, es también lo menos interesante de la crónica: la demencial caminata que nos pegamos Albert y yo para ir de la estación de tren de Montmeló hasta el circuito. Unos 40 minutos andando, medio perdidos, atajando por caminos raros y con un calor… Total, para entrar por la puerta que no era. Al final acabamos bajando de las gradas a la pista por la escalera de madera que unos operarios tenían allí. Apuntad por ahí que a estos sitios hay que ir en coche, como es lógico. De todos modos, llegamos sorprendentemente bien de tiempo. El amigo Dan todavía no había empezado y pudimos pillar una de esas bolsas con regalos. Me costó caer en la cuenta de que Greenawalt era el mismo tipo que presentó Forza 2 en el X06. Su seguridad hablando en público ha crecido tanto como su barba y ahora es un vendedor de primera. Confía en su producto, sabe hacer que eso se note y, sobre todo, logra contagiar su emoción. Me pareció entender que era físico, lo que explicaría ese punto de profesor enrollado que le vi cuando hablaba de cómo el calor y la presión deformaban los neumáticos en la realidad y también en el juego de un modo, dijo, que ni los simuladores usados por McLaren —les visitaron durante el desarrollo del título— representaban igual de bien. 091011_presentacion_forza_motorsport_3 Repetía siempre que podía, casi a modo de lema, que su intención y la de todo el equipo era «convertir a los amantes de los coches en jugadores y a los jugadores en amantes de los coches ((O al revés.))». Y para conseguirlo, han trabajado fundamentalmente en cinco aspectos: los gráficos, las mejoras en las físicas —ojo, porque comentó que ningún fabricante les había puesto pegas con lo de los daños—, la cantidad y variedad de coches y circuitos, la accesibilidad —posibilidad de rebobinar, de hacer que los frenos vayan solos…— sin renunciar a la simulación y la omnipresente comunidad; en el Escaparate podemos ver repeticiones y hacer compraventa de vinilos y diseños para los vehículos que, por desgracia, no se pueden importar de la anterior entrega. Una vez terminada la charla, nos dividimos en grupos. A mí me tocó, por este orden, entrevistar a Dan con Albert y probar el juego, volver a probar el juego porque no tengo carné de conducir y me quedé sin hacer un pequeño slalom al volante de un Audi A5, dar esa vuelta rápida al Circuit que os comentaba al principio… y comer, como todos. ¿Y qué hay del juego? Pues hay una demo en el Bazar y una versión review en la redacción; el análisis estará listo en pocos días, así que no tiene mucho sentido que me enrolle ahora. Pero sí, Forza 3 es realmente bueno y muy, muy completo. Una secuela de manual, mejorada punto por punto. Casi todo lo que dijo Dan Greenawalt es cierto. Como curiosidad, pude hacer un par de carreras usando el volante Porsche 911 Turbo S de Fanatec. Su tacto es una delicia y el pedal del embrague se puede usar por fin —Microsoft se equivocó de mala manera prescindiendo de éste en su volante—, pero la navegación por lo menús no está nada optimizada. Y es realmente caro, el vavrón. Poco más que decir por ahora, pues. El regreso a casa fue peor todavía, porque tuvimos que dar muchísima vuelta para salir del circuito y de camino a la estación topamos con una jodida plaga de una especie de hormigas voladoras que no había visto en mi vida. En serio, era como El Último Superviviente pero en cooperativo. Pero eso, como decía, no interesa.
Redactor
  1. Jfran85

    Jaja, que bueno, yo la primera vez que fui a ver unos entrenamientos de F1 tambien me pegué esa caminata por caminuchos desde la estación, jeje. Y fuimos a entrar por donde no era…

  2. Harle

    Tengo bastantes ganas de catar el juego, que el camino de Montserrat de la demo me lo tengo ya más que aprendido.

    Pep, déjate de logros y sácate el carné. Incrementa tu indicador de ira conduciendo en la jungla de asfalto y obtén puntos de estilo sacando de la carretera a canis en sus motitos de juguete.

  3. Baxayaun

    Despues de jugar la demo, la únicas conclusiones a las que llegué fueron:

    – Es como el GT5
    – Con mejores físicas
    – Pero peor música

    Vamos, es un buen juego, pero es que ya acostumbrado al tacto, jugabilidad y espectacularidad de otros como Burnout o Flatout… no sé, me parece muuu lento. Mi opinión.

  4. Zetaculy

    Hombre y peores gráficos.

  5. TopoSoft

    Dan Greenawalt y Natacha Gachnang… Joder sólo falta el Dr. Grijandomore para completar un trio digno de Chiquito de la Calzada :D

    Con respecto al volante Porsche 911 Turbo S de Fanatec hay muchas GANAS de probar su embrague completamente funcional.

    Pep, coches y hormigas voladoras, uno de los combos perfectos para un Gamer :D

  6. Fixxxer

    Menos mal que fueron hormigas y no arañas voladoras.

  7. AlbertGarlo

    Puedo corrobar todo lo que dice Pep. Y os digo que no ha sido nada exagerado en lo referente al ataque de las hormigas voladoras!

    Lo mejor de todo? Desde la oficina de información de Montmeló aseguran que el circuito se encuentra a 20 plácidos minutos de velocidad bípeda.

    Y respecto a FORZA 3 a mi me ha parecido fantástico, y lo mejor de todo es que ha conseguido engancharme muchísimo sin que los coches sean sangre de mi devoción.

  8. Don Caballero

    No diga derrape, diga dorifto ;D