
Como muchos de nuestros lectores sabrán, por aquello de que ser internetero deriva en el 89’7889% de los casos en recibir por activa o por pasiva noticias de este tipo, ayer entró en vigor la nueva Ley de Propiedad Intelectual (LPI). Como actualmente el 91’123456% de la blogosfera habla de esto o copia y pega tutoriales de Ubuntu (el resto se dedican a comerse las pollas unos a otros imitando a Jimenez Losantos en Red Liberal), en Anait no queríamos ser menos y vamos a contribuir a la causa con una pequeña introducción a la mierda esta, y a explicar por qué media Internecs echa espumarajos por la boca con el asunto.
Introducción a eso del canon y a la Propiedad Intelectual La ley de propiedad intelectual que se aplicaba hasta ahora fue formulada en 1992 y modificada en 1996, y establecía un canon sobre los dispositivos grabables, como las cassettes, o posteriormente, CDs y DVDs vírgenes. Este canon se establecía como compensación para los autores, y con él se pretendía equilibrar el derecho a la copia privada, por el cual los usuarios pueden copiar las obras que adquieren, con el derecho de los autores a cobrar por las mismas. Esto con las cassettes tenía todo el sentido del mundo, ya que las cassettes sólo servían para copiar música. Con el CD y el DVD empezó la controversia, ya que estos dispositivos de almacenamiento no sólo sirven para grabar música, sino que también pueden usarse para almacenar datos personales, fotos o pr0n amateur. Y sin embargo el canon se sigue pagando a rajatabla, copies lo que copies en tus CDs. Los derechos de autor y la propiedad intelectual son la base de todo esto, y aunque con estos temas se suelen confundir las cosas, y es gracias a la manipulación de estos conceptos por lo que nos la meten doblada con leyes de esta índole, los derechos de autor y la propiedad intelectual son algo deseable; los autores tienen una serie de derechos sobre sus obras y así debe seguir siendo. Otra cosa muy distinta es la prostitución de estos derechos por parte de las industrias y las entidades de gestión que se lucran con ello, y las consecuentes inconsistencias que se establecen sobre estos derechos. Como la duración exagerada del tiempo de explotación de una obra, o que estos derechos de explotación sobre las obras se puedan heredar, vender y comprar como si fuesen las joyas de bodas de la abuela. Porque una cosa es que la ley defienda a un autor y le otorgue una serie de derechos sobre sus obras, lo cual está muy bien y es lo deseable, y otra cosa es que la ley facilite la mercantilización masiva y exagerada de la propiedad intelectual, que no sólo es una degeneración de lo anterior, sino que lleva en muchos casos al extremo contrario: a los autores agarrados por las pelotas por ciertas empresas que les han «comprado sus derechos». Mi opinión es que el modelo de propiedad intelectual es terriblemente antiguo y vetusto, es casi troglodita. En los años cincuenta podía tener sentido, pero hoy en día no lo tiene, por mucho que se le intenten poner parches sobre los mismos conceptos. Esta ley de propiedad intelectual favorece en primer lugar a las empresas, no a los artistas. Realmente, el debate sobre la propiedad intelectual es algo bastante complejo, pero creo que es evidente que si cada vez más artistas reparten gratis su música por internet es porque les interesa más que dejarse agarrar por las pelotas por alguna discográfica. Los que se tiran de los pelos, los que más apocalípticos se ponen, son los intermediarios, y eso es bastante significativo. Internet es lo mejor que le ha pasado a la cultura desde la imprenta, por mucho que los proxenetas de la cultura se empeñen en seguir chupando del bote y los políticos les apoyen, sea por estupidez supina o por interés. De momento hay artistas que se empiezan a dar cuenta del potencial de internet, y cada vez serán más. La cosa caerá por su propio peso. Y llegamos al asunto que nos interesa: el P2P. Hasta ahora con el P2P el concepto de ánimo de lucro era respetado a rajatabla, por lo que las redes de pares eran algo perfectamente legal, pero ojo, sólo con el material audiovisual. El software, incluidos los videojuegos, es otra cosa distinta, como también es distinto la
copia de seguridad que la
copia privada. Por eso se cerraron en su día Napster o AudioGalaxy, o se han estado cerrando páginas de enlaces e2k: porque había empresas o particulares detrás que se lucraban con el asunto. Cosa que no pasa, por ejemplo, con la mula o el bittorrent. El ánimo de lucro es la clave. O mejor dicho, lo era.
Novedades de la LPI La nueva LPI amplía el canon sobre dispositivos que no se contemplaban en la anterior, tales como teléfonos móviles con reproductores MP3, reproductores MP3 propiamente dichos o discos duros portátiles. Al margen de que estos cachibaches no tengan por qué usarse para almacenar contenido protegido por derechos de autor, como ya pasaba con CDs y DVDs vírgenes, si sólo se tratase de eso no habría por qué poner el grito en el cielo, ya que la nueva LPI sería una actualización de la anterior a los nuevos tiempos que corren. Sin embargo, el asunto más peliagudo con la nueva ley es que ahora el P2P se considera
emisión pública, y por tanto, queda fuera del concepto de copia privada. Las copias privadas pasan a ser exclusivamente las copias físicas, y por tanto el P2P queda
en una especie de limbo legal, ya que por una parte pasaría a ser ilegal, pero por la otra hay una ley que garantiza la confidencialidad de las comunicaciones que choca frontalmente con cualquier posibilidad de realizar cazas de brujas contra los usuarios de estos sistemas. También está en la ley el tema de los DRM, que choca frontalmente con el derecho a copia privada. Realmente yo no me preocuparía demasiado, porque como hemos dicho, todas estas cosas no son más que puertas al campo. Pero no está de más saber que la ley ahora es distinta.
Lo triste del asunto. Hasta aquí todo es relativamente normal, dentro de lo que cabe. Es jodido tener que pagar un canon para grabar tus fotos en un DVD, sí, pero personalmente tampoco me parece tan doloroso. Lo más sangrante de todo es cómo se reparte el canon. Como todos sabréis, el canon se lo llevan las entidades de gestión. El canon no es un impuesto que vaya a parar al Ministerio de Cultura, los derechos de los autores no los gestionan los poderes públicos, sino entidades privadas como la SGAE. El canon es por tanto, una especie de
impuesto privatizado. Y eso es de por sí algo muy, muy chungo.

Pero más chungo es todavía si nos metemos a ver cómo el reparto del canon. Al margen de que los carismáticos miembros de la famosa sociedad no pierdan ocasión para pasear la cesta, aunque se trate de bodas o festivales benéficos, ¿cómo reparten luego la pasta entre sus asociados? ¿Cómo saben a quién tienen que dar cuánto? O directamente, si yo me copio música de los Artic Monkeys, ¿qué coño tiene que cobrar una empresa de autores española? Hay unas cuantas cosas que huelen a heces fecales en este asunto, y desgraciadamente están todas reconcentradas en torno a lo mismo: la SGAE. Lo primero que chirría es el funcionamiento macarra y camorrista de la entidad. Es asquerosa la manía de demandar a todo aquel que se dedica a levantarle la voz, sea a base de «injurias» en tono jocoso, como la Frikipedia, sea a base de informar objetivamente acerca de sus actividades, como ha pasado recientemente con el diario Público. Pero sobre todo, es realmente escandalosa la falta de democracia interna de la entidad, donde sólo tienen voto los autores con ingresos más gordos, con las evidentes consecuencias que esto puede tener en las políticas que ha de llevar la gestión de los derechos de sus asociados. También apestan bastante
las cifras de recaudación de la entidad, que
crecen año a año. Evidentemente, cuanto mayor ha sido la extensión de la tecnología en los hogares, más grabadoras, CDs y DVDs se han vendido, más canon se ha pagado y más dinero se han llevado. Que bueno, de por sí es algo de cajón pero no deja de emanar un olor nauseabundo, aparte de dejar en evidencia los discursos apocalípticos en torno a la mal llamada piratería y el daño que hace. Y sobre todo apesta por el hecho de que, supuestamente, la recaudación que realizan estas gestiones es sin ánimo de lucro. «Lo hacen por los autores». Pero luego la realidad es muy distinta, ya que hay comisiones para los recaudadores o unas
cantidades salvajes de dinero sin repartir, así como prácticas un tanto asquerosas, como intentar
sacar de en medio a los representantes de los artistas para monopolizar ellos esas prácticas.

Por mucho que el último pelele de la canción del verano o el soplapollas de Alejandro Sanz nos vengan lloriqueando, es difícil que se les tome en serio. Hay que ser un hijo de la gran puta para quejarte de la «piratería» teniendo una mansión y una millonada en el banco, pero sobre todo es vomitivo el discurso del daño que hace a la música. Lo que hace daño a la música son las putas discográficas y su modus operandi. Lo que hace daño a la música es que King África haya sacado varios discos y que gente que haya estudiado en el conservatorio se tenga que comer los mocos. Si alguien mata a la cultura, es el modelo de radiofórmulas y el considerar la música exclusivamente como un producto más, como si de un Fairy Ultra cualquiera se tratase. Creo que es bastante clarividente el hecho de que la SGAE se abandere como la defensora de los autores y de la cultura, y que el lugar donde más se vea su logo sea en la publicidad de los politonos para los móviles. Simplemente basta con echar un ojo a la carrera musical de
Teddy Bautista, presidente ejecutivo de la SGAE (cuyos logros musicales son retocar la música de Jesucristo Superstar y follarse de mala manera el cadáver de Vivaldi) para darse cuenta de la farsa que supone todo esto: un tinglado que prioriza el que artistuchos de pacotilla que llevan años sin pegar palo al agua, se dediquen a chupar del bote indefinidamente. Nos queda la esperanza de que algún día, a algún juez le dé por investigar de arriba a abajo y saque a la luz toda esa mierda que, por el olor que desprende, debe de ser de proporciones bíblicas. El panorama es relativamente negro. La ley está ya ahí desde ayer, y como podemos ver, es bastante peor que la anterior. Tal como funciona este país o la comunidad Europa, donde cala más el discurso de estos lobbies que los intereses reales de la sociedad o una política cultural efectiva, que anteponga los intereses de artistas y público a los de los intermediarios. Porque ésa es otra: el nivel de analfabetismo digital de nuestros políticos es realmente preocupante, y anteponer los favores a estos lobbies pseudomafiosos al desarrollo es asqueroso. La SGAE podrá ser todo lo que queramos, pero sigue siendo una sociedad privada con sus intereses. No nos olvidemos de eso: por mucho que la SGAE haga, quien se lo permite, son los políticos. El canon no es el mejor de los inventos, pero tampoco es tan nefasto, ya que como pagamos por adelantado, es lo que nos da vía libre para copiar y descargar. Lo verdaderamente preocupante es que lo gestione esa gentuza en vez de el Ministerio de Cultura. Eso es lo peor de todo: se trata de un impuesto privatizado, y que las empresas privadas que los gestionan, lo hacen de un modo muy, pero que muy dudoso.
Creative Commons FTW De momento la mejor manera de combatir esta clase de injusticias es escuchar
música con licencias Creative Commons. Los autores que voluntariamente ceden los derechos a los consumidores son los que merecen más respeto que nadie, no sólo por el hecho de tener los pies en la tierra y saber lo que les conviene, así como no intentar criminalizar a sus seguidores, sino porque además, nos ofrecen una alternativa para manterse al margen de las nauseabundas prácticas de la SGAE. Empieza a haber unas cuantas sentencias que eximen de pago a la entidad por el hecho de usar música libre, con lo cual, dentro de la legalidad más absoluta, es la mejor solución para mantener la distancia de seguridad con esta gente. Ahí tenemos
Jamendo o
Magnatune con una cantidad bestial de archivos listos para descargar legalmente. Y por supuesto también está
8 bit peoples, el referente absoulto del chipmusic internacional, con unos cuantos discazos que le sacan el jugo de forma deliciosa a los Spectrums, Commodores y Nintendos. Porque no todo iba a a ser off-topic.
Y los videojuegos, ¿qué? Los videojuegos son software, no contenido cultural. Por lo tanto, como ya hemos dicho antes, no es lo mismo descargar juegos que música o películas. Ahora bien, ¿debería ser lo mismo? Al margen del discurso los juegos son un arte y tal, yo creo que sí. No debería ser lo mismo bajarse un juego que un software que vale varios miles de euros. Creo que, salvando las diferencias, los juegos tienen más en común con música o cine que con el software convencional, puesto que en los tres casos son contenidos culturales. Pero por otra parte, tampoco se puede comparar el cine y los videojuegos con la música. Salvo los éxitos supermasivos, los músicos ganan principalmente dinero con los conciertos. El estado natural de la música es el directo, y si la industria discográfica se va al carajo, la música seguirá tan viva como siempre. Pero con el cine y los videojuegos no sucede así, la industria lo es todo, y sin industria no se pueden concebir ni el cine ni los videojuegos. Eso sí, el discurso apocalíptico de la piratería, y las falacias de que una descarga es igual a una copia no vendida, siguen siendo igual de chorras en cualquiera de los tres casos. Piratear por norma está feo, si quieres jugar gratis hay muchas posibilidades para ello (desde juegos freeware o flash hasta
Deus Ex <3). Pero vamos, luego los juegos más pirateados (er Pró) son también los más vendidos, y mucha gente descarga juegos que luego no tendría posibilidad de comprar. Y con casos en que los juegos no hay manera de encontrarlos por las tiendas, o directamente no nos los traen a Europa, pues obviamente, bajárselos es una opción perfectamente respetable. Y no digamos ya con el tema de las roms o los juegos antiguos. Sea como sea, que esto de piratería y videojuegos da para otra feature, recordad: bajarse juegos no es lo mismo que bajarse música.
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«Lo verdaderamente preocupante es que lo gestione esa gentuza en vez de el Ministerio de Cultura. Eso es lo peor de todo: se trata de un impuesto privatizado, y que las empresas privadas que los gestionan, lo hacen de un modo muy, pero que muy dudoso.»
Me quedo con esto, que es lo que siempre he pensado, y lo que más asco me da. Bueno, y además de asco, es que no me entra en la cabeza cómo el gobierno puede ceder la recaudación Y GESTIÓN de un impuesto a una entidad privada.
En fin…
Lo bueno lo de los videojuegos, es que hay demos donde probarlo (aunque a veces el resultado luego sea distinto). Incluso si estas de suerte, puedes alquilarlo (por si no te llega la demo, necesitas probarlo más, o quieres jugarlo pero no pagar el pastón). El cine ya es algo distinto, aunque también es lo más barato, y sinceramente la gente que se baja la peli a los 3 dias de estrenarse lo veo absurdo.
Sobre la música, que es lo que trata principalmente esto, yo me descargo muchos discos, pero principalmente para valorarlos, ya que el single puede no reflejar la calidad del disco (en positivo o negativo). Muchos de los discos que me descargo, acabo comprandomelos (cuando hay un buen precio, que los precios son otro tema), excepto sino estan a la venta en España (con lo cual, miro a ver si tengo que hacer un viaje fuera y pillarmelos por ahi… cosa que he logrado hacer varias veces con éxito).
Y si, lo de la SGAE es nauseabundo… sólo espero que la cosa se arregle cuando me toque los Euromillones… no me gustaría gastar el dinero haciendoles frente.
Lo más patetico es precisamente el hecho de que esté permitido que una sociedad privada cobre un canon a TODO el mundo.
El hecho de que los políticos sean los que se lo permitan es la otra gran parte del problema. No creo que ningún político influyente haga las cosas pensando en el pueblo, sino que lo hacen pensando en su propio beneficio (y con esto me refiero a sobornos, como mentiras y promesas electorales, etc…), algunos políticos lo tendrian en mente al principio, pero el ser humano se corrompe con facilidad y todos terminan siendo igual de ruines, una lástima
PD. El canon que se lo metan por el culo, me alegro muchísimo de piratear, que si tengo que pagar un canon por piratear, pues por lo menos voy a sacarle beneficio…
Un gran artículo con el que coincido casi enteramente Doc. Las prácticas mafiosas y la carencia de visión y liberalismo implícito en esa ley es de un gusto izquierdoso lamentable. Papá estado dando por culo de nuevo. Pero además, como bien dices es una ley que ne vez de proteger da selectivamente un beneficio a una minoría determinada que se arremolina en torno a la SEGA… digo SGAE. Lo cual es de un amiguismo derechista lamentable. Pero así es la política en este país.
Una cosa: aunque es cierto que un cambio en el concepto de PI no estaría de más, el dejar de tratarlo como un bien no me parece correcto. Todo lo que sea meter el dedito en el mercado suele acabar cortando el dedito y arremolinando el mercado innecesariamente.
Por cierto recalco lo que has dicho de que si no es por temas de importación y ese tipo de imposibilidades y cegueras de las distribuidoras (¿Qué es moralmente más reprobable, bajarse el DBZ Tenkaichi de PS2 con la música de la serie o comprarse la versión europea A LA QUE HAN QUITADO LA MÚSICA ORIGINAL?), el piratear videojuegos ni es comprensible ni aceptable. Como bien ha dicho shino puedes alquilar o jugar a demos y como todavía ha dicho mejor Doc esta es una industria que depende enteramente de su infraestructura. Porque es un arte que lleva en sí una cantidad intrínseca enorme de soporte técnico. Más que ningún otro. Y todos esos avances hacia el futuro y todos esos proyectos indies que las grandes compañias sacan para congraciarse con nosotros entre tanto Imagina Ser, valen decenas de millones.
No os carguéis todo eso por favor.
Un artículo muy bueno, felicidades.
Sin embargo, a ver quien es el wapo que le mete mano a un imperio mediático como es la SGAE (por que la SGAE tiene ramas en grupos editoriales, como PRISA, o partidos políticos, como IU o el PSOE), porque, aunque parezca mentira, en este país, como en muchos otros (léase EEUU y el marketing Obama) la gente da su voto antes a Alejandro Sanz o a Serrat que a una rebaja en el impuesto de sociedades.
Como siempre, la culpa no la tienen las organizaciones, si no los consumidores finales que las apoyan.
TOTALLY THIS!!!
La democracia en todos sus aspectos es el reinado del medicre elegido por el miserable y el ignorante. Lo dijo V: «la culpa es vuestra hijosdeptua!» Y también lo dice abel.
Cobrarme por una canción Inglesa? Jamaicana? Americana? ESTAIS LOCOS O QUE?? pues ocurre, y a menudo.. y a quien le dais ese dinero? eh? eH? EH!!?? que no reciben ni un duro por vuestra parte..
A la SGAE
PD: Debo tener miedo? jaja
Gran artículo, refleja perfectamente todo el asunto que gira entorno al dichoso canon. Ademas coincido con DrBoiffardb en cuanto a que el derecho de autor debe ser un derecho personalísimo.
La verdad es que no hay mucho mas que decir. Bravo
Cuatro cosas:
1- Coincido casi totalmente con todo lo que el prestigioso Dr. Boiffard ha expuesto.
2- No hay nueva ley, se trata de una Orden Ministerial que viene a actualizar la anterior.
3- También coincido con Ed en su aportación. Esto es un regalito del gobierno a sus currantes del márketing; a lo que añado: miembros del Partido Popular, sois todos unos soberanos imbéciles, vuestros problemas internos vienen siendo noticia desde hace 2 meses, y dejáis al gobierno que haga lo que le sale de las pelotas. Ancha es Castilla. Dijisteis que no estabais de acuerdo con el canon (aunque os costó tiempo aclarar vuestra posición), y ahora el más sepulcral silencio. Esto me hace replantearme lo comprometido de vuestra postura inicial.
4- Si cerraron la Frikipedia por aquella chorrada…, yo de vosotros iría abriendo el paraguas…
¡Buen artículo!
El artículo,simplemente sobrebio.
Pero, es la historia de siempre. ¿Y que? Está claro que son una panda mafiosos, que nos roban, que ponen puertas al campo (que es grande, pero cada vez hay más puertas) y que NUESTRO dinero va a parar a una asociación privada porque el estamento político (no solo el gobierno actual, ojo) se ha bajado los pantalones de mala manera.
Eso ya lo sabemos todos.
Pero nadie va a hacer nada. Somos un huevo de simples internautas que llevan quejándose de la SGAE (Alza el puño, hijo! Álzalo!) sin hacer absolutamente nada. Si, la «blogosfera» esa está hirviendo, pero eso no es el mundo real; cuando hay que hacer algo de verdad toda esa gente se calla y se queda en su puta casa; pero tranquilo que se quedarán haciendo mierdas con el fotoshop diciendo «puta $gae» con imágenes divertidas.
Y nada más. La rueda seguirá girando y las cosas seguirán igual que siempre. O se pondrán peores. Pero nada va a cambiar porque se escriba, por muy bien que se haga, mucho en un blog de internet.
Y lo siento, pero esque llevo viendo este tipo de artículos (peor redactados) en foros desde el primer foro en el que me registré. Y las cosas siguen igual que siempre.
Pues nada, otro que se apunta al carro del Dr. Boiffard, Ed y Efebei. Gentes de derechas e izquierdas, unidos por su odio común al canon. Eso sí, independientemente de lo que haga un partido u otro al respecto, aqui seguiremos votando a los mismos aunque pongan impuestos por respirar.
PD: Por favor, temas de la crisis del pp en el anaitforo topico de anaitpolitica. GRASIAS DE ANTEBRASO.
A mi el canon me parece estupendo, pero si alguien ve mi disco duro vera que no tengo absolutamente nada q vulnere los derechos de autor de los asociados de la SGAE. ¿Por que si bajo musica extranjera, veo pelis en VO, series americanas… tengo que pagar dinero a gente a la que ni siquiera me merece la pena piratearla? ¿Por que tengo q pagar por grabarme un disco comprado en el iTunes, la copia de seguridad de las fotos de mi ultimo viaje, y un largo etc.?
Un saludo
Si que hay iniciativas, ademas de las anónimas, están las que de verdad importan: la de las asociaciones de empresarios y las de los consumidores. Pero el sistema esta hecho para mantener el status quo hasta que sea insostenible. Ya que para que de verdad este asunto tenga importancia en una democracia (como ya han dicho Ed y Sigfrido) hay que mover a la masa; y esta no se moverá hasta que no le afecte «gravemente» la hostia que le den. Y desengañaos, internet es un medio de busqueda de informacion fabuloso pero no pertenece al «cuarto poder», no es un medio de informacion, ya que pese a su globalidad al final no crea conciencia de grupo como lo hace la TV, radio y/o prensa.
Todas estas medidas no hacen sino perpetuar un modelo de tutela jurídica y sobretodo de negocio, absolutamente desfasado, «poner puertas al campo» como muy bien ha dicho DrBoiffard. Y por muchas reformas que efectúen sigue resultando patético la ingenuidad (probablemente interesada) del legislador al establecer que en teoria los obligados a soportar esta medida sean los fabricantes, cuando en la práctica ha quedado mas que constatado que son los usuarios quienes acaban siendo los verdaderos sujetos pasivos.
Un artículo muy claro e informativo. Bravo DrBoiffard.
A ROBA CARTERAAA QUE NO HAY PAHTA PA COMEEEE!!
HEIL HIL·LER!!
«Esto con las cassettes tenía todo el sentido del mundo, ya que las cassettes sólo servían para copiar música.»
No, no, no y NO. Maldita sea, ¿es que nadie grababa sus programas de (inserte su microordenador favorito) en cinta?, ¿es que nadie se grababa haciendo el memo con los colegas en una cinta?, ¿nadie tenía un abuelito, primo, tío, vecina que cantara medio bien y se grabara?
En los 80 también existían autores que no estaban en el circuito de la SGAE y compañía, no es algo nuevo que haya nacido con las cederróns y deuvedés.
Mi resumen del tema es que la distribución digital conlleva la necesidad de redefinir negocios obsoletos, y que en un futuro la distribución tradicional se reducirá a ediciones limitadas para avaros coleccionistas de tesoros exclusivos.
(Prosigo con la lectura del artículo)
Por cierto, la SGAE tiene acuerdos de representación con otros países. Por lo que con la música de la última cantante exitosa de JPOP puede que la SGAE «les lleve» los derechos por estos lares.
/me aplaude.
La merdgae denuncio a unas cuantas paginas con enlaces p2p pero los jueces les han dicho que se vayan a dar un paseo al barranco sin frenos y vuelven a estar activas la mayoria.
Esta gente no hace mas que perder juicios pero sigue vomitando la misma mierda mientras intenta enseñar a los jueces como tienen que trabajar.
Magnífico artículo. Lo que tendríamos que hacer en españa es que nadie comprara un puto cd nunca más en su vida. Ya veríamos cómo bajan de precio. Porque es insultante que cobren 20 euros por un cd. Yo creo que me he comprado en toda mi vida 5 discos, siempre los he copiado de la biblioteca o de la radio. Y la industria discográfica se iría al carajo porque sólo es una mafia, primero porque nos mandan comprar lo que ellos quieren y nosotros vamos alli a por el cd de mierda …beeeeee ,como ovejas. Y compramos todos los bodrios de canción del verano y mierdas más. La gente que realmente vale está a la sombra. Y tenemos nosotros la culpa por quedarnos con toda la porquería de los 40 principales,que si la oreja de van gogh o la madre que los parió.
Y qué es eso de que todos éstos se tengan que enriquecer? encima que hacen lo que les gusta supuestamente y pueden vivir de ello, que ya es bastante, encima están todos podres de dinero. Es un asco y me da vergüenza.
Viva el pirateo porque es la única manera de culturizarse musicalmente.