2023 Recap

El 2023 de... Clara Doña

Vivir en una habitación sin ventanas esuna prueba de voluntad. Nunca saber qué hora del día es, excepto con un vistazo furtivo al reloj, si llueve o ha salido el sol, si las nubes anuncian tormenta o si el aire mueve tanto las copas de los árboles que salir de casa con el pelo suelto sería una locura. Y sin embargo, hay seres a los que no les queda más remedio. Buscan refugio bajo tierra. Son los enanos de Dwarf Fortress.

Estoy en riesgo de convertirme en una persona monotemática. Quizás sería justo cerrar mi año de chapa sobre estos locos bajitos aquí, contenerla en 2023, tapiarla en una especie de traca final (puede que tenga que reanudarla el año que viene cuando salga su Adventure Mode). Pero será imposible no pensar en esta vuelta al sol sin recordar las horas que he pasado creando salas lo más simétricas posibles bajo tierra, una y otra vez, picando piedras preciosas para pulirlas y venderlas, una y otra vez, asignando habitaciones a cada enano, una y otra vez, mandando hacer más barriles de alcohol, una y otra vez, gestionando sus pataletas, una y otra vez, apilando materiales para pasar el invierno, una y otra vez, entrenando milicias a todas luces ineficaces contra los horrores que acechan, una y otra vez, leyendo las inscripciones en las lápidas de los caídos y en definitiva, una y otra vez, reempezando partida, porque la muerte llegó a mi colonia de la forma más absurda u obvia posible.

Dwarf Fortress te obliga a existir en una parcela tan pequeña, y que en ocasiones se siente tan aislada, que puedes olvidar que hay todo un cosmos cambiando, evolucionando, desapareciendo a su alrededor.

A todas luces, Dwarf Fortress es un juego de repeticiones. Y aún así cada iteración en forma de nueva partida se siente única e irrepetible. La pantalla de generación de mundos siempre me golpeará como la primera vez, porque este evento de creación, que origina también sus personajes y su historia, existe en toda su complejidad solamente para contener a una pequeña colonia de hormigas. Esta generación procedural al servicio de una creatividad absoluta, pinta un universo que existe aunque tú apenas lo veas, como el mundo existía antes de la globalización y la llegada de internet. El juego te obliga a existir en una parcela tan pequeña, y que en ocasiones se siente tan aislada, que puedes olvidar que hay todo un cosmos cambiando, evolucionando, desapareciendo a su alrededor.

Quizás por esto el juego de los hermanos Adams sea la representación perfecta de mi uso de los videojuegos en este año en particular: este año que se ha sentido ultrasaturado, este año al que la pintura le rebasa los bordes, este año de excesos, este año en el que no ha existido un escape de las noticias constantemente terribles, Dwarf Fortress haya sido mi refugio, precisamente porque no tiene ventanas.


¿Cuáles son los mejores juegos de 2023? ¿Qué temas han dominado la actualidad durante el año? ¿Qué nos conviene repasar antes de arrancar 2024? Durante los últimos días de 2023, el equipo de AnaitGames y sus olaboradoras y colaboradores exploran los temas, juegos y noticias más relevantes del año.

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Colaboradora

Literatura comparada y crítica de videojuegos en Terebi Magazine y Nivel Oculto, siempre buscando intersecciones. Al final, como en Inside, soy una cosa amorfa.

  1. molekiller

    Me flipa leer de Dwarf Fortress o Rimworld, pero nunca me he atrevido a meterles mano.

  2. Rankis7

    Las apariciones de Clara Doña son lo mejor que le ha pasado a Anait en bastante tiempo.

  3. Renetrado

    Cómo amo como escribes. Qué ganas de escribir. Qué genial ha sido leerte. Qué ganas de leer aún más.